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No puedes cobrar 3,5 por una empanadilla y ponerla recalentada del mediodía. La empanadilla está buena, pero por ese precio la tienes que hacer en el momento.
Bonito local, buen ambiente y bien situado. Pedimos las bravas que nos dijeron que eran un triunfo, y vaya que si. Patata en su punto, salsa picante pero no mucho. Croquetas buenas también. Buen sitio,
Junto al arco de san Gil en pleno centro histórico de la ciudad, local de tapeo y para cenar con amplia variedad de pinchos y carta de vinos, buena cocina y buen ambiente, destacando los torreznos
Llegamos a las 16: 00 y la cocina esta cerrada y nos niegan poner nada caliente. 16: 28 a la mesa de al lado que llegan mas tarde les sirven recién salido cocina. Parece ser que hay cuenta vip … que triste. 0 recomendable. Evitare volver ya que parece que soy ciudadano de segunda.
La verdad que jamás pensé que en un local de la cadena de Arrabal podría ocurrir lo que me acaba de pasar. Estamos con la ruta de la croqueta y al llegar a las 15: 55 no ha dicho que la cocina estaba cerrada, hasta ahí bien, lógico y comprensible. El problema ha sido cuando a los 35 minutos, a una mesa que ha llegado mucho después les han sacado esas croquetas que a nosotros no. Pero lo más lamentable de todo ha sido la actitud del camarero, que cuando le hemos dicho que a qué se debía esa apertura de la cocina, ha dicho que a él no le dijésemos nada, que no sabía y nos ha dejado con la palabra en la boca. Desde luego que espero que el chef valore un poco a qué personal contrata y a la actitud de estos, porque así poco va a mantener clientes.
Un lugar increíble para tapear y comer. Una atención personalizada y camareros muy muy agradables y atentos. He estado con mi pareja dos días en Burgos y hemos venido 2 veces gracias a su atención y comida.
Muy buen trato siempre, suele haber bastante gente y aun asi el servicio intenta ser lo más amable y rápido posible. La comida como que se trata de este Chaef es espectacular. Ofrece una carta a muy buen precio y con platos típicos de bodega.
El sitio muy chulo, y la comida lo que pedimos bien, la atención de l@s camareras mala y de uno de los cocineros también, y ya pues muy a gusto no estuvimos…
Todo muy bueno, recomiendo la oreja con salsa brava. Las mesas de la terraza no se reservan, así que recomiendo ir con tiempo o echarle un poco de paciencia hasta que se levante otra mesa. El camarero majísimo. Nos aconsejo sobre que pedir muy bien.
Buen ambiente, buena carta de vinos. Pinchos y raciones ricos. Probamos las albóndigas con salsa de carne y crema de patata trufada, muy recomendable y la ensaladilla con tartar de atún de la que destacamos el contraste de sabores y la cremosidad de la salsa. Personal agradable y servicial.
La atención de los camareros es pésima, empatía nula. Me han tenido mucho rato esperando a ser atendida, para luego atender al primero que entra por la puerta, al educado le ignoran.
Local muy acogedor y con muy buen servicio, se podría decir que cuenta con cuatro ambientes, la calle donde tiene alguna mesa alta, zona de barra con mesas altas y bajas, un par de ellas de estas últimas, la barra propiamente dicha y un salón más formal con mesas para comer o cenar. Carta no muy extensa pero variada con posibilidades de compartir y comer o cenar de tapas y pintxos. Cocina a la vista y parte de sus ingredientes como los vegetales para sus ensaladas. Su cerveza me pareció buenísima.
Un lugar céntrico, típico y acogedor, para tapeo estupendo, la atención d Pilar la camarera muy agradable.excepto un detalle estuvimos cerca del baño y francamente la puerta es un horror, un letrero estaría bien: d Cierren la P.uerta x favor o cambiarla.
Lugar agradable donde comer y cenar a muy buen precio, la comida está buenísima. Una de las camareras más mayores y una chica morena, nos atendieron genial, super educadas y amables. Nos limpiaron la mesa muy rápido. Muy buenas experiencias las 3 veces que he ido.
Ideal para tapear por el centro de Burgos. Raciones de buena cantidad y sabrosas. Nos gustó mucho el pincho de tortilla y la carrillada. Precio adecuado en relación a la materia. El local es pequeñito por lo que conviene reservar con antelación.
Tras esperar un buen rato, nos sirven unas bravas totalmente calcinadas incomestibles. Mas trabajadores que clientes en bar y aún así sirven un producto tan sencillo obviamente quemado. A su favor, tras solicitarlo cambian el plato, sin disculpas, pero sin discusión.
Correcto. Comida tradicional con toques modernos. Precios acordes a lo que se ofrece. Muchas camareras pero poco eficientes. Como dicen otras reseñas, lo de las reservas es delirante.
Bodega más que recomendable. Limpia, todo a la vista, ricos pintxos y servicio muy rápido y correcto. Repetimos hoy pero esta vez para comer sentados. Graciassssss.
Un sitio para descubrir! Aunque hoy hemos estado, hemos preguntado si nos sirven fuera y nos hemos cansado de esperar. Le quito dos estrellas. Ya veremos la próxima vez.