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Pedimos unas croquetas y unos twister de gamba, ambos congelados, 8 euros por 6 croquetas de la cocinera.y 10 euros por los twister, nos cobran 2 euros por un pan que no hemos pedido. Una vergüenza. Las cañas bien tiradas y las bravas están buenas.
Muy bien todo, precios buenos y todo. Buen ambiente, lo único que la cocina a la noche entre semana abre algo tarde. Por si te quieres pedir unas bravas o algo del estilo
Muy agradables y atentos, los mejores callos que he comido en mi vida, y las croquetas de boletus increíbles. Seguiremos volviendo siempre que podamos, nos quedan muchas cosas que probar.
Comimos media ración de patatas las cuales antes era el plato estrella del anterior dueño y te las ponía de tapa y ahora hay que pagar por ellas y estaban totalmente insípidas.
Las 14: 30, no puedes pedir más que bravas ya que el resto de la cocina está "cerrada". Este bar es una tomadura de pelo, por cierto, el bar de al lado de la "casa torcida" o algo así, son los mismos.
Señores Hosteleros ya está bien de tomar el pelo a los Clientes, si os pedimos YLLERA vino por el cual voy a pagar porque ponéis un FRIZZANTE peleón dando por sentado que es lo mismo cosa que JAMAS lo será ni en calidad ni en precio, dejad de Engañar y volveros honestos, a muchos podéis envolver con estos trapicheos pero los verdaderos consumidores de un producto sabemos a la perfección cuando nos intentan dar GATO POR LIEBRE
Hoy hemos estado comiendo allí, el trato ha sido exquisito, servicio excepcional, comida extraordinaria; nos han dado de comer a las 16: 00 de la tarde sin problemas. Calidad precio inmejorable.
Impresentable. Falta de respeto al cliente. Solicitas que te atiendan y te dice la camarera que ella lleva toda la mañana y no se queja. Priorizan a los clientes habituales sobre el resto. NO VOLVERÉ. Ni a este ni a la casa torcida.
De las patatas bravas del antiguo Bar Israel solo queda el nombre.cada año peor. Las últimas estaban duras y la salsa había perdido toda la esencia. Cada vez que voy va a menos el local. Recién inaugurado bastante bien, al final del verano menos viene y este año muy mejorable. Espero que remonten.
Durante el confinamiento no seguían las normas de seguridad, las mesas las ''desinfectaban" con limpia cristales y además no había una distancia de seguridad, había medio metro entre silla y silla y entre mesa un metro escaso, no le pongo menos estrellas por que no las hay
Mal servicio por parte de la camarera. Los clientes somos todos no sólo la gente del pueblo. Estando en la barra esperando a ser atendida decidió atender a otros antes que a mí estando yo primero. Mal detalle me fui sin consumir y no creo que vuelva.
Reformado recientemente misma gerencia que la casa torcida. El personal algunos muy amables y otros. Desagradables. Volveré en otro momento con menos gente para evaluar bien el trato. Son fiestas y entiendo que estén saturados.
Suelo ir todos los años en verano a Saldaña y la visita al famoso bar de las patatas bravas era inevitable, pero el antiguo dueño se jubilo y ahora es un local mas moderno y con otro aire, eso si las patatas bravas siguen estando buenas pero ya es una tap sino una racion. De todas formas es un buen lugar para tomar algo.
Pongo una porque no se puedo poner menos. Un servicio pésimo. Decidimos ir a cenar de raciones y fue la peor decisión. Nos trajeron los platos para que nosotros los colocáramos sin limpiarnos la mesa, los platos sucios y los cubiertos llenos de grasa, las bebidas nos las dejaron todas juntas y se fueron sin repartirlas, no nos sacaron todos los platos que pedimos y nos los quisieron cobrar, y cuando se lo dijimos empezó la mujer rubia que nos atendió a hablar con otro cliente como si no estuviéramos y cuando le dijimos que no queríamos nada más que nos cobrar para irnos que no íbamos a volver nos dijo que qué queríamos si eran dos gatos. Hay más bares con mejor servios en Saldaña, por lo que no volveremos.
Una camarera maja y la otra bastante borde (supongo porque iban a tope)
Patatas bravas realmente lamentables, recalentadas y la salsa brava. Salsa de tomate con picante, triste. Las croquetas normales Las rabas estaban buenas.
No creo volver a repetir, deja mucho que desear, al menos la cerveza es alhambra.
Es increíble que el ayuntamiento de Saldaña haya permitido que un local reformado recientemente tenga un escalón de entrada tan alto que impide el acceso. Además contratan a personal temporal y sin experencia que cada vez que hemos estado nos han preparado alguna. Nada que ver con los anteriores dueños del bar.
Lo recordaba como el bar Israel. Tenía unas patatas bravas muy buenas que te ponían de tapa con la consumición. Ahora las anuncian como las de toda la vida y dejan mucho que desear. Además, éramos 4 y nos han puesto las de otro cliente ' que no las ha tocado'. Mal gesto por parte de la camarera.
Han perdido la esencia del antiguo bar, ya no dan la tapa de patatas, se echa de menos, los detalles esos marcan diferencia.la ración de patatas está buena.
Al principio las bravas estaban buenísimas pero las 2 últimas veces estaban correosas y algo frías. Recalentada en el microondas y con la salsa fria. Por lo demás nada que objetar. El camarero muy eficiente.
Buen sitio para tomar algo y comer unas ricas patatas bravas. Eso sí han perdido toda la esencia del antiguo Israel, esas eran las mejores. Buena atención y lugar bonito. Volveremos.