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El entorno precioso, las habitaciones hace falta mucho mantenimiento (esta muy dejado, la limpieza la haces tú, la luz muy pobre, el baño ufff, para duchar apenas cae agua y si se esta duchando alguien tú no puedes. No hay servicio habitaciones, no hay tv, ni wiffi, ni musica) el personal muy escaso cocinera y ayudante. Desayuno todos los dias (cafe, leche, bebida vegetal ó Infusiones, pan tostado, tomate, mantequilla, mermelada, bizcocho), el personal solo están para el desayuno (muy pobre) para la comida y cena (no hay para elegir, es primer plato, segundo plato, postre, bebida agua ó vino (la cocinera por lo menos cocina bien y muy agradable). Por la noche no hay personal, te quedas sola, bueno con la gente que esté en las habitaciones, y si sales de las habitaciones para ir al comedor tienes que tener linterna ó alumbrarte con el movil, sino te puedes caer, NO hay alumbrado, una experiencia diferente SI. Repetiría pues NO, no voy a repetir
Nos encantó la ubicación y la casa, a excepción de algunos desperfecto que pueden ser salvados: cisterna del baño en suite rota, y desconchones en algunas paredes. Por lo demás todo perfecto. Destaco la facilidad en el check in y check out.
Hemos estado en un retiro Cerámico la semana pasada y ha sido maravilloso. El sitio espectacular, hemos podido comer del propio árbol manzanas, ciruelas, higos, uvas, moras. La piscina con sus vistas idílico. El ambiente general muy bueno con las personas que estaban en otras casitas. Nosotros estuvimos en la grande para unas 14 personas. Los baños genial, habitaciones limpias, la cocina fenomenal (a falta de la rejilla del horno), el salón muy bueno para compartir cafelito. Buenas Sombra de mañana y tarde, ventiladores en todas las habitaciones pero a pesar de las altas temperaturas de día, de noche nunca nos hizo falta encenderlo. Les doy 5 estrellas no tengo ninguna pega.
Nada recomendable. El lugar es muy bonito, si, pero hasta ahí lo bueno. Habitación con poca limpieza, pelos y bichos en el interior de las sábanas. El baño apenas tenía luz, la bañera mohosa y la manguera y alcachofa de la ducha rotas, Armario de obra con una tablilla como estante y paredes de papel, se escuchan las conversaciones de la habitación de al lado. En cuanto al servicio, hay que decir que la primera vez tuvimos que cancelar y Javi nos mantuvo el precio de reserva hasta que pudimos ir, pero de nuevo hasta ahí lo bueno. Coincidimos con un grupo grande (fuimos mi pareja y yo) y resulta que los grupos grandes son quienes marcan los horarios del desayuno (la primera vez que lo veo), no hay uno estipulado y puede variar cada día, nadie te avisa, tienes que hacer por enterarte y por la semana no hay ese servicio te dan la opción de que te lo hagas tú. Durante la estancia la única vez que Javi nos contactó fue para pedirnos el dinero de la cena, la cual estaba al menos rica (15€ por persona por una crema de calabaza y un cacho de tortilla). La verdad es que es un desastre, por el precio que pagas hay muchas mejores opciones.
Alquilamos la casa para un grupo grande de amigos y familiares, el sitio esta en un paraje espectacular aunque alejado de todo por lo que si necesitas algo tienes que ser previsor de tenerlo todo, si te tocara bajar al pueblo, y hay un buen cacho. Las habitaciones necesitan una vuelta pues no tienen armarios, tan solo estanterías con una cortina barata sin mas, y en algunas hay humedad (evidentemente la zona a no ser verano es fria). Con respecto a la piscina esta bien pero igualmente o alquilas en verano o no la vas a poder disfrutar.
Estuvimos un grupo grande todo un fin de semana y me gustaría realzar el trabajo de las cocineras Mónica, Loli y Guadalupe. Nos atendieron fenomenal, siempre pendiente de nosotros.y cocinan delicioso!
Lo bueno la comida, cocinan muy bien y son amabilisimas. El mantenimiento nulo. Y el salón de arriba con 40 grados, 29 personas todo el día, es inhumano q no dispongan de aire acondicionado, ventiladores q no llegaba el aire, ventanas viejisimas y las persianas de madera rotas y el cordón roto, no las podías casi mover, un -10. El retiro no se pudo aprovechar al 100% por el excesivo calor. Creo q el hijo q lleva estos refugios no sea consciente de esto, lo cual aquí queda para q la gente siga yendo. En las habitaciones hay calefacción pero no aire acondicionado con 40 grados, sigo sin comprender nada. El sitio es precioso si hubiese mantenimiento sería excelente para la espiritualidad y meditaciones. Gracias
Espectacular para pasar fin de semanas u organizar cursos de fin semana. Los alrededores son una joya. Es genial para ir en bici de gravel, MTB o carretera (puerto de categoría especial por el que ha pasado la Vuelta, Alto de la Centenera). Visitad las pozas y charcas de la zona, hay muchas, por ejemplo las de El Arenal.
Un lugar espectacular donde disfrutar de unos días de descanso. El alojamiento maravilloso, las vistas increíbles y las personas que lo llevan son super atentas y hacen que te sientas estupendamente en todo momento. Si vas en verano no te olvides de visitar todas las pozas para bañarte. Imprescindibles
Lugar ubicado en plena naturaleza, puedes disfrutar de paseos por el bosque hasta una bonita cascada y disfrutar por las noches del cielo estrellado. La comida, buenísima, un tallín que se te saltaban las lágrimas de los rico que estaba y eso que en mi caso ha sido vegetariana porque iba a un retiro de yoga.
Entorno espectacular, en plena naturaleza. Todo muy cuidado y limpio. La atención y el servicio de 10. Habitaciones acogedoras y cómodas. Lo mejor, la comida.
Es un lugar espectacular, donde poder conectar con tu interior y la naturaleza, un sitio con mucha presencia. El alojamiento está muy bien es precioso, pero tiene pequeños detalles que quedan muy feos, y por el dinero que cobran pues no creo que les cueste mucho "sanear" ciertas cosas. Es una pena ya que podría estar mucho mejor. Las personas que trabajan allí son atentas y encantadoras, la comida está muy buena y está todo limpio.
A sido una experiencia inolvidable de relax de alegría con esos paisajes de colores otoñales sin estrés, sin lujos, haciendo caminatas de dos horas, solo puedo decir gracias, a Paco por llevarme
La Lobera es un complejo turístico rural en un lugar precioso con vistas fantásticas de la Sierra de Gredos. Cabañas de piedra con baño individual. Podrás disfrutar de paseos en sus bosques y bañarse en la piscina integrada en este paraje mágico.
Ha sido una experiencia increíble, El lugar tiene una energía tan increíblemente pura, que transmuta cualquier energía, a parte es espectacular, muy bello La atención al cliente excelente en todos los sentidos, tanto el gerente como los empleados, se han volcado en dar un trato de muchísima calidad. Y la comida fantástica, esa comida que te sabe a hogar, a mamá, que te toca el corazón.
El sitio es fabuloso y la gente que trabaja allí también. La cama y la almohada podrían ser más cómodas. Salía poca agua de la ducha y alguna vez fallaba el agua caliente.
Sitio de 10, en plena naturaleza, muchísimos árboles, las cabañas con calefacción, limpias y cómodas, y la comida estupenda, casera, y buenos ingredientes.enhorabuena a las cocineras x la calidad y x el trato! 100% recomendable!
Somos una Escuela de desarrollo integral llamada Sadhana Integral, hemos estado en el puente de diciembre de 2018 con un grupo de 23 personas y nuestra reseña a este maravilloso lugar es INMEJORABLE, como especial mención a las cocineras Paqui y Lola por el amor que irradian no sólo en los manjares culinarios que elaboran sino también por su cuidado y especial atención. ¡GRACIAS A TODO EL EQUIPO!
Sitio tranquilo. Paisaje increible. Lugar apacible. Conjunto de casas de 4 habitaciones cada una y una casa central con la cocina, el comedor y una sala de usos múltiples. Tienen cocinera que prepara desayuno, comida y cena muy ricas. Hay buena cobertura 4G, pero su wifi es muy lenta. Las paredes de las habitaciones dejan pasar todos los sonidos. Baños pequeños. Y la ducha por turnos porque no da para 2 a la vez. Aún así es un sitio que merece la pena.
Una experiencia única que está muy cerca de Madrid. Hemos pasado un fin de semana expectacular, en los pies de la Sierra de Gredos en un entorno de naturaleza. Muy maja Paqui que nos acompaño y ayudo en todo lo que necesitamos.
Hay un microclima que sorprende, pensé que me moriría de frío y he pasado hasta calor. Las casitas son súper acogedoras, constan de dos habitaciones dobles y dos individuales, completamente independientes y cada una con su baño. También hay otra casita donde está el comedor y una sala diáfana para hacer reuniones, cursos o lo que sea. Las cocineras son encantadoras y siempre con una sonrisa, además de tener una mano en la cocina que ya quisieran algunos de máster chef. Ideal para pasar unos días de desconexión y respirar aire puro a tan sólo dos horas de Madrid.
Todo genial, la casa es enorme y el entorno incomparable. Algunos de los que fuimos se perdieron un poco para llegar pero por lo general está bien indicado. Tiene chimenea, barbacoa, piscina exterior.ideal para grupos.
Un lugar magico donde pasar un buen fin de semana. La casa el hogar de Gredos dentro del colmplejo de la lobera, parece sacada de un cuento. El terreno es espectacular y los niños y no tan niños lo pasamos estupendamente.