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Sorprendente restaurante en un pueblo remoto de León. El trato ha sido excepcional y la comida de calidad y en su correcta cantidad. Repetiremos sin duda.
Estuvimos unos días alojados en las casas rurales contiguas a dicho establecimiento. Probamos el primer dia el menú, todo bien elaborado y como dicen algunos cocineros con sabor. Es uno de los lugares a los que volvería. Se encuentra en Pedredo muy cerca de Castrillo de los Polvazares
El servicio un poco despistadillos 25'para que me atendieran, llegó un matrimonio y les atendieron primero que a mi, la primera vez qué fui "no volveré "
Penoso. Reservado a las 15: 15 empezamos a 16: 00, son las 18: 00 y sin postre ni café. Los camareros están de guasa. No vuelvo en mi vida. Dan muchas comidas mal atendidas
Lugar sorprendente, en plena Maragateria, no te lo esperas, por amplitud de local, instalaciones, amplia y variada carta, comida de calidad a buen precio, un sitio que merece la pena
Comimos en el restaurante un domingo. El sitio está muy guapo y al lado del restaurante tenían un alojamiento que también tenía muy buena pinta. La calidad de la comida no estuvo mal, pero el servicio fue un auténtico desastre. Entre plato y plato tardaban muchísimo, pasaban veinte veces junto a tu mesa, te veían que habías terminado el segundo plato y nadie venía a preguntar por los postres, tenías que llamarles varias veces para que viniesen, acababas el postre y otra vez lo mismo para los cafés, y mientras veías tres camareros atendiendo a la misma mesa. Se confundieron con un plato y nos pusieron otro bastante más caro, aceptamos el error, pero no tuvieron ni un solo detalle con nosotros, es más, a todas las mesas de alrededor les habían ofrecido chupitos y a nosotros ni eso. En fin, un auténtico desastre, y es una pena porque este sitio bien atendido, estaría de diez. Si el dueño lee esta reseña, le diría que gastarse un dineral en el local, y después no pagar lo que corresponde para tener unos camareros profesionales, es tirar el dinero, porque el local te llama la atención cuando llegas, pero un mal servicio hace que no vuelvas nunca y que no recomiendes ese restaurante a nadie.
La verdad hemos salido defraudados, hemos ido porque nos habían hablado muy bien, pero mi experiencia ha sido para no repetir. El sitio muy bonito, pero la lubina salvaje que ponía la carta, se quedó en una lubina sin más, el cochinillo me lo sirvieron cuando le faltaba por lo menos una hora más de horno, súper grasiento no estaba ni medio echo, mis invitados habían terminado el segundo plato y a mí no me habían servido. En fin una vez está bien más no.
Teníamos reserva y perfecto. La comida muy buena y el trato de los camareros y del encargado excelente. De lo mejor para comer por la zona. Repetiremos la próxima vez seguro
Todo muy rico y de buena caldad, incluido el marisco, que sorprende para ser en esta zona. Solo una pega, las coquinas de gran tamaño, pero arenosas. El ambiente muy agradable, con comedor muy amplio, y con césped y piscina en el exterior. La piedra del adificio con el verde del césped hacen un contraste muy atractivo.
Un lugar súper acogedor, súper detallista, ya no solo las casas rurales que tienen que son espectaculares, si no también el restaurante. El restaurante es la mejor opción para ir a comer sin duda en toda la zona, la comida es de gran calidad y a un precio buenísimo, (siendo de Madrid digo que está regalado). El trato espectacular de las camareras, el cocinero, el encargado Ricardo es encantador y súper atento y Gonzalo el camarero igual. La verdad que lo recomiendo al 100%, desde luego que no fallaran si van.
Que despropósito, señores. Fuimos con toda la ilusión del mundo y nos llevamos un chasco terrible. El servicio horrible, tardaron 45 minutos en ir a atendernos desde que nos sentamos. El encargado del servicio andaba perdidisimo y arrastraba a todo el personal tras él. Muy, muy mal. Dos personas pedimos lo mismo y nos sirvieron una ración que era la mitad de la otra. También pedimos chuleta de ternera y una era de lomo alto y otra de lomo bajo. El que corta la carne MAL, MUY MAL. Entre platos muy lentos. Para colmo en vez de servirnos patatas fritas, nos dijeron que solo les quedaban las que acompañaban platos de pescado. De cinco camareros tan sólo vimos trabajando a uno, a Gonzalo. Los demás pasean platos. Nosotros no volveremos ni lo recomendaremos a nadie. Vergonzoso. Pregunté por el jefe, pero me dijeron que estaba ocupado en la cocina. Le recomendaría que quitará a Ricardo de allí. No aporta más que caos y malestar para todos.
Hemos conocido este lugar esta Semana Santa. Mi familia y yo estuvimos alojados en la casa Enrique y hemos venido maravillados de este lugar, la casa es espectacular, tiene toda la equipación necesaria y de primera calidad. Tanto el complejo como el restaurante, bar -terraza es una maravilla. Todo lo que hemos comido allí es de primera calidad y estaba todo buenísimo. Lo recomiendo totalmente, el entorno, la casa …. Gracias a todas las personas que nos ayudaron para que nos sintiéramos como en casa. Tenéis un gran equipo y seguro que seguiréis creciendo
Llegamos con menú cerrado y menos mal xq igual estoy hasta el año que viene allí, espera de media hora del primero al segundo, eso sí el producto muy bueno
Teníamos reserva para las 15: 00 y cuando nos servieron eran las 16: 30, la comida a mi personalmente no me gustó, y los platos de entrantes muy escasos. El chuleton era muy pequeño, yo le llamaría chuleta. El sitio es muy bonito pero deben mejorar en la cocina y comedor.
Mejor imposible. La reserva es imprescindible. Desde que entras y hasta que marchas, todo es excepcional. Sus camareros tanto de la terraza como de la barra, hacen que la bienvenida sea un preámbulo de todo lo bueno que vendrá después, Gonzalo con casi 2 decadas de trabajo a sus espaldas, se notan en su buen trabajo. Camino por su parte detrás de la barra atenta, rápida y sonriente a cualquiea que se acerque.q hace un café muy rico. El trato del resto del personal no es cosa de menos, Ricardo es un gran profesional y, tanto Reyes como Luis siempre pendientes de que no falte nada y este todo perfecto. Sus cocineros saben lo que hacen y como hacer que cada plato sea delicioso. Asados en horno de barro, guisos a fuego lento, carnes jugosas y tiernas. Pescado hechos con mimo y delicadeza y por supuesto mariscos que no pueden estar preparados por personas expertas en el producto y sus preparaciones. Con unos menús diarios variados y muy recomendables con unos precios bastante asequibles. Hay menú infantil para los más pequeños. Disponen de Parking junto al restaurante, así no hay que dejar el coche en medio del pueblo. También disponen de dos casas rurales donde pasar unos días de tranquilidad, rodeados de naturaleza y aire limpio. La reserva es imprescindible y con antelación, pues está lleno casi a diario y los días festivos completo.
Tardan mucho en servir la comida, el arroz no estaba bueno, teniamos ganas de probarlo porque habiamos oido que daban muy bien de comer, la verdad es que no repetiremos, es verdad que habia mucha gente y yo creo que ese es un problema de organización, querer atender a mas comensales de los que puede dar abasto la cocina, en fin! El que vaya que no lleve prisa porque 2-3h en comer tardas.
Lamentable y decepcionante la experiencia en este restaurante. Teníamos reserva, arroz con bogavante, desde hace una semana a las 15: 00. Después de 40 minutos, si 40 minutos, no se nos ha tomado nota. Ni siquiera para la bebida. Le pedimos a una camarera que nos tome nota, nos informa que eso lo lleva su compañero. Seguimos de espera, viendo cómo un camarero va tomando nota y otros tres pasean.
Cuando va tomando nota el camarero dedicado a ello, comienza a hacerlo en tres mesas que habían entrado después que nosotros. Nula atención al cliente, nos vamos, pedimos hablar con el jefe, evidentemente no está.
Lamentable el servicio y la organización de este restaurante, que no ha dado lugar ni a calificar la atención, que no ha existido.
La comida supongo que estará bien si llegas y comes, pero esperando una hora para empezar teniendo el menú encargado con una semana de antelación ya la comida es lo de menos, entre plato y plato 3 cuartos de hora (que se veía venir) y la comida de los niños la pedimos nada más llegar, diciendo que lo sacarán lo primero aún tardó más que lo nuestro. En resumen, para no volver, eso sí, la compañía la mejor
Horrible hora y media para comer y además cinco días hantes digimos lo que íbamos a comer, pese a eso mucho tiempo esperando con mucho calor y sin poner el aire acondicionado, muy caro para el servicio.no repetiré.
Comida normal, en mi caso, del menú: mariscada muy buena, tostón asado no muy bueno y natillas normal. La mesa con la rueda será bonita pero super incómoda!
Sitio precioso con una comida excelente. Había leído comentarios sobre el servicio y para nada! Siempre nos han atendido super rápido, y llevamos 3 visitas en los que llevamos de verano! La piscina un plus para los peques