Lion D'Or / El león de oro

Camareros súper amables. Nos facilitaron un sitio adecuado a nuestras necesidades y nos atendieron en todo momento con una sonrisa. Buen precio y buenas vistas a la Plaza Mayor, muy recomendado.

Mas de 50 minutos al sol llamando al camarero a contesta mal y cuando se va a hablar x teléfono nos dice q tiene derecho al descanso. En ese tiempo se han marchado unas 20 personas x falta de atención

Muy mala la atención lleve 4 extranjeros 20 minutos para que me atendieran y así y nada, fui a la barra y el chico de la barra un borde. Que pesar.

Pedí un refresco y un pincho de tortilla, ambas congeladas. Los camareros súper desagradables. Hay bares mucho mejores en la plaza.
En la foto ya se ha descongelado bastante.

Ha cambiado este verano para mal. Ha perdido su esencia y han recortado el desayuno. Es una pena porque era lo que le hacía diferente al resto.

Todo muy bien menos un viejo raposo que está todo el día supervisando y es muy desagradable como que la gente no le fuese ha pagar

Qué pena. Lo que fue un lugar mítico de Valladolid, hoy es un sitio deplorable. Café con mal sabor por segunda vez. Los camareros parece reírse de tí. Además viven de hacerse gracietas entre ellos. Así con todos los clientes que han entrado con nosotros, malas caras. Por cierto una terraza que solía estar llena, ahora está vacía. Qué pena

Sitio mítico y bonito por dentro. El problema es que los precios son muy caros y no te incluyen absolutamente nada con la consumición, ni unos cacahuetes

Pongo 1 estrella porque no puedo poner 0. No he podido tomar nada porque nos hemos ido tras un buen rato esperando a que nos atiendan y viendo que atienden a gente que ha llegado más tarde. Además me levanté para pedir en barra y me dijeron que tenía que esperar al camarero. Éramos 5 mesas dentro así que la excusa no era que estuviera lleno sino la falta de interés por atender.

Local mitico de la plaza mayor de Valladolid.
Esteticamente vintage, es un local antiguo pero reformado.
Es muy familiar, tipico de paseos por la mañana.
El servicio rapido y amable.

En concreto como fuimos algo tarde, los churros a pesar de estar buenos estaban bastante frios y el chocolate para mi gusto diluido, no es el tipico espeso.

Aun asi por el precio y ubicacion, esta bien. Ademas el desayuno incluye zumo que era natural y recien exprimido.
Gracias!

Los camareros dejan mucho que desear y si vas por la tarde ni unas tristes patatas fritas y obligatoriamente te tienes que sentar porque te dicen que no te atienden en barra, que tienen mucho jaleo y está sólo. Horrible para un bar de la plaza mayor. Creo que mucha parte de esa culpa la tiene el dueño del local por no atender ni a sus camareros ni a la clientela.

Increíble lo del camarero que estaba hoy sábado 26/11/2022. Nos sentamos en una mesa, pedimos dos cafés y mi mujer se levanta para pedir el café en vaso grande y el camarero comienza a gritar diciendo que se siente en la mesa, que no hay que acercarse a la barra. Es alucinante que puedan tener a este señor de camarero. Una cafetería de renombre como ésta, en plena Plaza Mayor, no puede tener a esta clase de personas para atender. Se le pide la hoja de reclamaciones y el de la barra dice que no tienen. Se va a denunciar a consumo esta irregularidad. Incomprensible que la empresa tenga a esta gente cara al público

El sitio, precioso. Al camarero de pelo y barba blanca, se la pela todo. Cuando me he metido a ver las reseñas no nos ha extrañado la cantidad de críticas que tiene. Es un maleducado. Se le olvidaron dos consumiciones y encima te dice de malas maneras que te esperes. Luego ha venido un grupo de unas doce mujeres gitanas muy bien vestidas y súper educadas y también les ha tratado mal y se han marchado todas después de quejarse. Está claro que este señor es intocable. Voy a traer a mis amigos a este bar como atracción de feria para que vean en directo lo que es mala educación. Qué pena.

Una decepción por el mal servicio que tiene, le to y con malos modales. Es una pena que un café clásico de toda la vida esté tan descuidado.

Servicio pésimo, camareros poco agradable, precios inventados y dedos sucios en los vasos a mitad del servicio.

Un bar en un sitio privilegiado, en plena plaza Mayor, con una enorme terraza en la misma plaza. Tiene encanto. Ahí se acaba lo bueno. El camarero es lo peor y la clientela de 100 años para arriba. Y el café, que es lo único que tomé, a precio de caviar beluga. No vuelvo hasta que no tenga mis 100 años correspondientes.

No es nada agradable que te empiecen a retirar los vasos cuando ni siquiera has terminado lo que estas tomando, y no llevas ni 15 minutos en el establecimiento, parece que te están echando y peor cuando has abonado nada mas ser servido. Cuando vas a un establecimiento a la hora del café es para estar relajado no para que te estén metiendo prisa para que acabes y menos comprensible si el establecimiento está prácticamente vacío.

Sin duda para sólo pasar de largo! Pongo una estrella porque no se puede poner un cero! La atención es pésima para la magia que tiene la plaza mayor!

Totalmente de acuerdo con la mayoría de las reseñas publicadas. Una trato y una atención por parte de los camareros horrible no lo siguiente. Tardaron en servirnos quince minutos largos y encima el camarero que se debe de creer mucho hablándonos con desprecio y en un tono completamente fuera de lugar en un trabajo de atención al cliente. Horrible si vuelvo es para ponerles una hoja de reclamaciones como un pino.

El trato del camarero deja mucho que desear.
Le pido una servilleta de papel en la barra y me contesta que en las mesas hay.
La barra llena de menaje sucio.
A empeorado mucho en los últimos meses.
Una pena

Domingo 24 julio, 10: 30 entramos y nos sentamos en el fondo del Bar, después de estar 10 min me levanto para pedir ya que los camareros no nos atienden y un camarero corpulento me dice de malas maneras que si me lo voy a llevar y yo le digo que si, pero a la mesa y él me dice que me atienden que me siente, creo que el no estaba por la labor de escuchar y no me entendió que me lo quería llevar a la mesa por no esperar, pero su mal gesto me hizo entender que tenía que esperar a los camareros si estaba en mesa.
Después esperamos otros 15 min minutos y nadie venía y vimos que servían en barra a un chico que se iba a sentar en una mesa el cual habia entrado mas tarde que nosotros, y estaba haciendo exactamente lo que nosotros queríamos hacer y no nos escucho.
Evidentemente nos levantamos y nos fuimos y le reclamé que eso que estaba haciendo ese chico era lo que nosotros queríamos hacer, el no se giró cuando se lo estaba diciendo y cuando se giró fue para gritarme. Evidentemte una escena muy desagradable y me sentí intimidado por este camarero.
Es una pena que en un bar de tantos años contraten a este tipo gente. No recomiendo ir ya que el trato almenos de este camarero es nefasto e intimidatorio.

El camarero que estaba está mañana fuera de barra, delgado rubio y alto es bastante desagradable no solo con los clientes si no también con sus compañeros, el desayuno bien, económico y el sitio bien también, me resultó desagradable que andase dando voces y riéndose a carcajada limpia y amplificada molestando a los clientes que vamos a buscar un momento de calma.

Me encantaba este sitio, pero el camarero ha sido muy molesto, en un periodo de 45 minutos nos ha atosigado para en cuanto tomábamos el café movernos (no había nadie) pedimos dos cafés cada y nos los hemos tenido que tomar mal y rápido. Lastima

Un café solo con una bola de vainilla y un café con leche 7.5€.
A el vaso no le cabía más mugre y el camarero toda una ricura de majo (ironía)

El sitio está bien pero hay un camarero de unos 60 años que pasa de todo tiene ala gente esperando un montón y encima buelbe porqué se le olvida lo que le pides a nosotros ya lo hizo se le va la pinza algo raro le encuentro pero la gente se cansa

Un café al que acudo todos los martes con dos amigas. El camarero Tasio una excelente persona y un buen profesional.

Lion d’Or fou construït a principis del segle XX, a imitació d'altres locals que havien existit amb aquest nom a Barcelona, a Madrid i, per suposat, a Paris. El Lion en aquests llocs era el clàssic cafè dels artístes i dels escriptors de fama, dels toreros i les dones de món, dels periodistes i els còmics, dels burgesos, els aristòcrates i els nou-rics. Tot i que avui dia aquesta aurea bohemia ha desaparegut i que el servei no te el glamour que caldria esperar, val la pena seure en la seva terrassa, prendre un cafe assossegadament i reuviure amb la imaginació aquell temps de somni

Lamentable servicio. Trato incorrecto. Un pena como la actual propiedad ha destrozado un bar emblematico

Terraza agradable en plena plaza mayor de valladolid.
Los precios son buenos y siempre acompañan la caña de patatas, olivas o alguna tosta.
Un clásico de la ciudad de Valladolid

Una cafeteria emblemática de Valladolid que, se ha quedado en un bar lleno de trastos, con el piano lleno de copas y vajilla y las bombonas de cerveza en cualquier sitio, el suelo muy sucio una pena.

De la cafeterías más antiguas, si decoración interior es bastante bonita, gran terraza exterior para tratar al sol

De las cafeterías más antiguas y bonitas de Valladolid en plena Plaza Mayor. Cuenta con una gran terraza exterior con mesas descubiertas a las que da el sol justo a la hora del aperitivo y hasta después de comer, por lo que en días soleados se está muy a gusto y es difícil encontrar mesa. Actualmente acompañan tu cerveza con unas buenas tapas, consistentes en boles de patatas fritas y platos de Aceitunas, así como un canapé variado por cada consumición.

Muy amable el camarero, el sitio es espectacular para sentarse en la terraza con tu mascota mientras te tomas una cañita con unas patatitas, aceitunas y un trocito de sandwich, las vistas a la plaza mientras disfrutas del sol es un placer para repetir. Por poner algún pero, tenían que poner a más camareros porque uno sólo a pesar de ser bueno es imposible atender a toda la terraza

No son simpáticos y es caro. Por contrapartida el sitio es bonito y su ubicación es inmejorable.

Soy de Valladolid y ya no se merecen una oportunidad más y aliento al turismo que llegue a nuestra ciudad que no visite este establecimiento pese a ser uno de los más bonitos de Valladolid.
No hay derecho a que nadie se lleve una mala imagen de nuestra ciudad por tan mala calidad en el servicio.
He llegado a acostumbrarme a la mala educación del servicio de este lugar a favor de una cerveza fresquita al sol en una ubicación inmejorable, pero todo tiene un límite.
Estoy harta de estar, cada vez que voy, levantando la mano para que me atiendan, que pasen delante de mí, pedirles la consumición y que ni tan siquiera me miren a la cara con un "disculpe en un momento le atenderemos".
Provengo del gremio de la hostelería en Valladolid y sé de lo que hablo.
Ayer día 28 de diciembre por la mañana, tuve que irme después de dar un tiempo más que prudencial de espera y levantar la mano tres veces para que me atendieran.
El camarero fue muy desagradable (no es el de pelo blanco y gafas).
Entré para decirle al que estaba en la barra y a él mismo, encargado de la terraza, que nos íbamos a otro sitio porque no se puede aguantar tanta falta de respeto.
Se acuerda usted de mí, señor camarero? Estaba usted en la zona de bandejas. Le dije que me iba por su falta de atención e inexistente educación.
Quizá no se acuerde de mí porque no me miró ni se disculpó.
Savia nueva le vendría muy bien a este local.
Qué pena!

Una pena! Lo bonito y acogedor que podría ser este café y está abandonado, descuidado y sucio. Acústica malísima con música que no viene a cuento a un volumen alto para ese local. Además la atención al cliente deja mucho que desear, falta profesionalidad.

El peor bar y elenco de camareros de valladolid. Hombre canoso con barba y minigafitas. Me fui sin tomar el café, no quiso atendernos pidiendo en barra, nadie más me atendió, en mesa tampoco ni levantando la mano y siendo paciente. No sólo mala caras sino muy borde y desconsiderado. No vayas, hay mas bares.

El 25 de diciembre, fuimos a tomar un café por la mañana, como llovía no atendían en terraza. Mal servicio para una cafetería tan emblemática. La fama se gana día a día y se puede perder en un instante

Local con mucha tradición. Buen servicio. Amplia terraza. Algo ruidoso en el interior, por la máquina de café.

Muy mala experiencia y atención. Cuando hemos pedido amablemente que nos limpiaran la mesa, ya que por las normativas del Covid-19 hay que tener una limpieza, además la mesa estaba sucia y llena de la consumición de los clientes anteriores y el personal se a negado y a entrado al local y a tenido una actitud pésima con los clientes.

Tardaron 30 minutos de reloj en servir dos cafes con helado "Negro y blanco" lo llaman ellos. Al ir a pagar con tarjeta el camarero me sugirió de una forma bastante desagradable que fuera al cajero de ahi en frente a sacar dinero, para pagárselo en metálico.
El cafe estaba rico, pero es intolerable la actitud del camarero, sabiendo ademas que si que se puede pagar con tarjeta en ese establecimiento.
Para no volver.

Muy buen servicio y un chocolate para enmarcar. Los precios, lo normal en la plaza mayor, cinco euros chocolate y bizcocho muy rico. Volveré.

Nos tomamos ayer 2 cafés irlandeses que no sabían a nada. Hemos dejado la mitad porque creo que el whisky se lo han enseñado pero no han echado nada. Sin azúcar. Café flojo. Eso sí a 6 euros cada uno!
Se lo decimos al camarero mayor de pelo gris y barbas y se encoje de hombros.con él no va la cosa! Aunque la propina bien que se la ha guardado. Lo comenta con sus compañeros de barra y se ríen.
Una vergüenza que tengan esos camareros, cuando tanto se quejó la hostelería durante la pandemia, y que el encargado (César) permita esa actitud. Este bar no es lo que era y lo peor es que ni siquiera lo intentan.
Para no volver.

Poco personal para el volumen de mesas y clientes. Bueno, un camarero para todo! No puede llegar a todo.

El camarero súper desagradable, le pedimos por favor pagar la cuenta en tarjeta y se ofendió personalmente, increpándonos sobre si no teníamos efectivo y que "le venía mal" traer el datáfono. Vaguería y mala educación. No recomendable.

Además de estar en la Plaza Mayor, las cañas siempre van acompañadas de algún pincho y tienen muy buen precio. Los camareros muy eficientes.

Situado en un lugar privilejiado de la Plaza Mayor de Valladolid, con un explendido servicio por parte de los camareros y sobre todo un trato muy profesion

Es un clásico de Valladolid, me encanta todo de él, en plena Plaza mayor, hoy 25 abierto desde las 9,30, una pasada

En la terraza de la plaza Mayor en pleno enero y tan agusto. Ponen unas patatas fritas, un canapé de chorizo frito con huevos de codorniz y unas olivas como picoteo muy buenas y no se pasan de precio. Lo único un camarero para todas las mesas pero le recomiendo.

Un café clásico con mucho encanto, buena atención, estupenda terraza. Por poner un pero el desorden que se les acumula en barra valilla etc.

Genial de precio y servicio en terraza! El chico de fuera lleva el oficio dentro, es un auténtico profesional. La terraza está muy bien y bien situada.

Daría la 5* pero el servicio dentro del bar no es tan bueno, muy antipático.

Madre mia me han tirao dos cañas por 2,50 como el que tira agua del grifo me he sentido ofendido, ya que soy hostelero y me parece un poco mal, por lo demas todo bien

El servicio de la terraza pésimo. Nos sentamos para desayunar y los camareros no nos atendían por lo cual nos fuimos a otro.

Camarero que ofrece un servicio pésimo donde los haya. Se equivocó en repetidas veces con el pedido además del sablazo (2'50€ un zumo de melocotón) No nos permitió pagar con tarjeta de crédito y no nos ofreció la cuenta por escrito. No volveré en unos cuantos lustros. Para más inri Se caen sombrillas a la más mínima racha de viento poniendo en peligro la integridad física de los clientes, bochornoso

Covid-19: 7-julio-23: 00. Servicio de terraza correcto, el camarero de terraza me indica que puedo pagar con tarjeta en la barra. Sin embargo el camarero de barra con malos modales menosprecia y ve "ridículo" en sus propias palabras, que un cliente por higiene y evitar contacto quiera pagar con tarjeta. Además sin pedir permiso me ha quitado la tarjeta de crédito y la ha pasado él por el datáfono. Alega que él se pasa el día tocando dinero en efectivo y no le pasa nada ¿me podría indicar cómo desinfecta el efectivo?

Bochornoso
El servicio lamentable, muy caro y la terraza deja mucho que desear. Las sombrillas casi nos sacan un ojo con el viento, desde luego un espectáculo demencial.
No vuelvo.

Es un sitio que está bastante bien, en pleno centro de la ciudad. El café está bien, tiene un buen surtido de dulces, churros, tostadas para desayunar por ejemplo, pero el problema son los camareros, tardan bastante en atenderte y luego, a veces te llega incompleto lo que has pedido

Cafetería acreditada y referente en la ciudad. Buen sitio para disfrutar de la terraza y hacer un descanso en la visita a Valladolid o para tomar el cafelito diario.

Servicio deficiente. Con la terraza llena solo había un camarero, que para la costumbre no tardó mucho en atendernos. Eso sí, la mano le temblaba al servir el café, y por error suyo tuvo que darse varios paseos al interior de la cafetería.
Lo peor fue a la hora de pagar, cuando le solicitamos la cuenta nos "cantó" SEIS EUROS. Le pedimos el ticket que nos trajo después de haberle pagado. No entiendo dos cosas:
1º que no traigan el ticket antes de abonar el importe
2º que pongan un precio único, independientemente de la consumición (café solo, café con leche, té)

Local con toque antiguo, columnas de hierro, techos altos, buen servicio y gente mayor dentro, en la terraza de todas las edades, bella vista de la plaza mayor

Un local con encanto que te traslada a otra época. Situado en plena Plaza Mayor los fines de semana suele estar lleno y es complicado encontrar mesa, aunque el local es amplio y tiene mucho movimiento así que es cuestión de suerte.
Buen lugar para conversar.
En verano tiene terraza para disfrutar del sol y relajarse.