Los Jerónimos

Es la 2º vez que vamos. La 1ª fue hace 7 años y repetimos porque nos sentimos como en casa. Es un lugar para desconexión total, en un pueblecito muy chiquitito, zona muy rural sin lujos pero justo lo que se necesita de vez en cuando.
Esta vez coincidimos con una cena peruana y un grupito que tocó después de la cena con el que terminamos a las 3 de la mañana. Era un grupo de música celta pero que terminaron tocando y cantando canciones que todos conocíamos, fue genial.
Pedro es un anfitrión excelente.
Si tenemos que ir por la zona sin duda volveríamos a repetir.

Maravillosa estancia. Hemos estado durante un fin de semana. Ambiente hogareño y hospitalidad por parte de Pedro que te hace sentir como en casa. Pero nos sorprendió la buena cocina por parte de Celia. Espectacular. Volveremos y lo recomendaremos. Gracias

Totalmente recomendable, comida casera y diferente de calidad en un entorno rural con mucho encanto.

Un lugar encantador y muy recomendable. La comida siempre estupenda, la atención muy buena y un ambiente muy tranquilo. Volveremos sin duda.

Destacar la amabilidad del dueño, siempre dispuesto a ayudar, la cocina espectacular, fue una estancia estupenda, fuimos mi hija y yo a un concurso de doma y estuvimos mejor que en casa, muchas gracias y desde luego repetiremos, de hecho Lucía mi hija me pide volver.
Recuerdos a Rufus.

Lo encontramos por casualidad, casa super acogedora, tranquila, Comida exquisita, con un toque peruano.y productos naturales.
Un trato super amable, cercano y muy servicial.
Totalmente recomendable

Lugar totalmente recomendable, lo encontramos por casualidad buscando un lugar donde pernoctar. Os lo recomiendo por el trato familiar de Pedro y si esposa Celia. Entrar en su casa es entrar en un remanso de paz y desconexión. Totalmente recomendable comer, cenar o desayunar en su casa. La comida muy sabrosa ya que la materia prima es de su propia huerta, pero el toque final de las manos de Celia le dan ese punto para el disfrute gastronómico.
Volveremos en otras fechas con más tiempo para disfrutar de la paz de vuestro hogar.

Un entorno muy agradable, el lugar súper tranquilo, la comida rica, aunque la lubina y el pollo ají un poco escasos

Las 5 estrellas es una escala pequeña para Los Jerónimos, los lugares especiales como este mecesitan una escala superior para la valoración. Excepcional la comida de Celia, con la sorpresa/gracia de que hasta que no te sientas, no sabes que vas a comer. El trato de Pedro de cine. Las habitaciones amplias, cómodas y preciosas, como en sí el recinto.

Es un lugar mágico. El patio es fresco y precioso, un lugar tranquilo donde podrás dormir sin ruidos. La habitación limpia y atendida, el baño impecable. El desayuno con productos ecológicos y pan casero. Los anfitriones son encantadores y te harán sentir como en casa. Si viajas con perros es un lugar perfecto porque en los alrededores podrás disfrutar de encinares maravillosos. Cerca pasa la calzada mirandesa, una senda que une Zamora con la localidad portuguesa de Miranda d Douro.

Un lugar con un encanto especial, comida excelente y un trato magnifico por parte de Pedro. Recomendable, nosotros repitiremos en cuanto podamos.

Un lugar muy bonito, super tranquilo y agradable. Y la comida fabulosa.
Muy recomendable.

Que delicia de comida! Me han puesto menú vegano exquisito. Pedro eres un encanto! Gracias gracias gracias

Una estupenda alternativa para comer, a los niños les encanta venir, y donde relajarse junto a una chimenea.

Fantástico lugar con alma en el corazón de Sayago. Excelente comida. Exquisita atención, muy cercana y familiar.

Un sitio fantástico para desconectar, sus dueños son un encanto, muy serviciales, el sitio es cómodo y en verano la piscina es un plus. La comida tanto en el desayuno como en la cena está genial. Seguro q volvemos

Con este año es el segundo que estamos y espero que no sean los últimos estupendo lugar y que decir de la gente, tanto los trabajadores como los dueños maravillosos! Solo puedo darles excelente, excelente, excelente. Muy, muy recomendable! ️️️️

Encantadora familia y un lugar con magia para desconectar y descubrir la maravillosa comarca de Sayago.

Cada vez que hemos tenido la suerte de pasar allí el día nos hemos ido con buen sabor de boca y una atención de primera. El sitio es increíble y merece muchísimo la pena.

He ido muchas veces con mis 5 hijos y mi familia política y siempre nos han tratado de forma cercana y amable, esperamos volver en breve.

La posada se ajusta perfectamente a las dos principales definiciones de la RAE: 1.f. Establecimiento económico de hospedaje que solía servir de aposento destinado a albergar viajeros. 2.f. Lugar de quien lo habita. Los Jeronimos es un lugar de descanso pero sin sentirte fuera de casa. Es un lugar para aquellos que no buscan grandes lujos (no hay tele, ni aire acondicionado, ni amenities en el baño, ni bar, ni siquiera buena cobertura móvil) porque el verdadero lujo es el lugar en sí mismo, sus trabajadores y su paz. Un lugar con un respeto absoluto por el pasado de la localización donde fue levantado y una convicción absoluta en el desarrollo sostenible por y para las generaciones venideras y las actuales (aprovechamiento de materiales, circuito de riego regulado, paneles solares, huerta y gallinas propias y un largo etcétera). Las habitaciones se caracterizan por la sencillez y la limpieza, pues están pensadas para su uso: el descanso. La cocina es exquisita, sencilla, pero tremendamente elaborada (todo se hace en el momento, es de producción propia o ecológica de la zona; no hay nada congelado ni precocinado, con la dificultad que eso conlleva para una cocina), de ahí que la espera merezca la pena (si tienes prisa o no comes de todo, no vayas, pues no hay carta; eso sí, si algo no es de tu agrado, eres vegetariano o no alérgico a algo tienen plan B, C y D). El servicio es excelente: sin prisas, sin horarios (los pones tú), estan ahí siempre que los necesitas pero sin sentirte observado. Y lo más destacado es el trato humano: desde el camarero de los desayunos, siempre pendiente de que no te falte nada; Celia, trabajadora incansable, culta, educadisima, atenta a a todo y a todos para que su casa sea la tuya pero desde la distancia; Pedro, deseoso de hacer su ilusión la tuya; Raquel, con esa energía y amabilidad que transmite saber hacer desde la humildad; hasta el trabajador de mantenimiento de la piscina y los patios (lo siento, creo que nunca pregunté tu nombre), deseoso de compartir con grandes y pequeños los secretos del lugar. Como decís en la placa de la entrada: gracias, gracias, gracias

If you are looking for the peaceful place to stay away from city, with great food, Los Jeronimos is for you. This place is magical and the owners are very hospitable. This place is just magical.

Nos encantò! La finca es preciosa y la comida deliciosa! Pedro y su familia, grandes anfitriones! Super recomendable! Volveremos

Sin Agua Caliente, de las tres noches que pasamos dos de ellas sin agua caliente la unica excusa que me dieron que se le olvido encender el calentador (los dos dias). La habitacion en la que nos quedamos (El Sauco), no se asemejaba a las representadas en la web, aunque tenia chimenea como calefaccion y algun desperfecto como balanceo del inodoro o cortina en el armario.
El dueño, muy atento nos ayudo con las rutas y nos sirvio atentamente tanto en el desayuno como en la cena. El desayuno esplendido, huevos fritos, zumo de naranja natural, cafe, infusion, pan casero organico, bizcocho casero organico, mantequilla y mermelada casera organica.

Un lugar encantador, donde Pedro y Celia, las personas que llevan el mismo, te hacen sentir que formas parte del lugar, con trato amigable y siempre dispuestos para lo que necesites.
El desayuno y la cena son de lo más casero y saludable, el comedor con la chimenea de lo más tranquilo para poder disfrutar de los mismos. Espero poder volver a disfrutar del lugar.
Lugares como éste son los que debemos saber apreciar.

Comimos el menú de las jornadas gastronómicas, papas rellenas, ceviche de lubina, chicharrón, y postre arroz con leche con salsa de maíz rojo piña y Mango exquisito, la atención buenisima

atención muy buena muy atentos y buen servicio

Es una casa con muchísimo encanto. Llevado por sus propietarios con mucho cariño, consiguen que todo el que se pasa por allí, se sienta como en casa.
A punto de comenzar la primavera, sus jardines se convierten en un vergel y puedes encontrarte rincones en los que sentarte a leer, a escuchar los pájaros o simplemente a admirar toda la belleza de la naturaleza.

Un lugar con mucho encanto, pensando en que estamos en una posada donde te conocen por tu nombre y se interesan por ti (todo lo opuesto a las cadenas hoteleras de T. I.) La comida genial rica, sana y natural de su huerto (nada q decir de los huevos)
Ideal para descansar y relajarse
La atencion, la familiaridad y el respeto, gracias pedro ha sido todo un placer

Toda una joya de sitio, propietarios encantadores, comida deliciosa y abundante, entorno muy acogedor. Muy recomendable.

Un lugar maravilloso, lleno de encanto y amabilidad. La comida está exquisita, casera y con productos de temporada. Además, hacen un pan ecológico delicioso. Ha sido un descubrimiento, es un sitio completamente recomendable, ¡volveré sin duda alguna!

Fuimos a comer a las jornadas de cocina peruana, ESPECTACULAR. El alojamiento muy acogedor y los propietarios encantadores, para repetir sin dudarlo.

Espectacular lugar. Muy buena atención. De casa. Bueno, bueno. Recomendable incluso, su piscina.

¡Sitio precioso con comida riquísima eco y casera (desde el pan de su horno a sus verduras de su huerta)!

Tienen tanto opción de ir sólo a comer/cenar al restaurante y a sus jornadas anuales de comida peruana (la dueña es chef peruana y hacen jornadas una vez al año para recaudar dinero para su ONG en Perú) o micológicas (hacian antes del covid con un amigo chef experto en setas, jornada de recoger setas con ellos y recetas después tanto dulces como saladas con las setas recogidas, muy recomendable) ; como ir sólo a dormir o alojamiento a secas (en habitación del edificio principal o en la mini casita separada que hay en el jardín).

Las habitaciones son variadas (desde doble con 2 camas o matrimonio a triples) y sencillas austeras de campo (decoración mínima, cama, mesita, armario y baño privado).

La comida no hay carta, es a elegir del menú del día que hay o con los ingredientes que tienen (tienen huerta propia y horno de pan) pero está siempre ¡buenísimo todo!

Yo he ido ya varias veces a dormir y desconectar x la zona, como a comer en sus jornadas anuales peruanas y el taller que hacían antes del covid de setas

Es un hotel rural en la provincia de Zamora, formado por varias casas unidas antiguas y con un maravilloso jardín y piscina.
Tiene un aire muy provenzal.
No conozco las habitaciones, pero la mía no muy bien, es la única tacha que pondría.
Los dueños y trabajadores son encantadores, el trato excepcional, te hacen sentir en tu casa.
El desayuno buenísimo, todo de casa, natural y muy abundante, lo que quieras puedes tomar. La comida que tienen muy casera y tienen cocina peruana ya que la dueña es de allí.
La verdad que casi eran unos amigos los dueños.
Un sitio para ir.

Amables en el trato, desayuno natural muy bueno, pero desmerece la habitación muy poco cuidada.

Sitio encantador. Los dueños muy majos, amables y atentos. Un desayuno casero muy bueno. Un lugar para volver.

Sitio muy recomendable. El lugar es precioso, el desayuno casero estupendo y los dueños majisimos. Nos quedamos con ganas de más. Volveremos sin duda.

En pocas palabras, genial. La atención de Pedro, Celia y el resto del equipo fue estupenda. Y la comida que preparan (con productos naturales y de su huerto y panadería) está deliciosa. El entorno es casi de cuento y perfecto para desconectar y descansar. Se nota que todos los huéspedes están agusto, el ambiente es muy agradable. Volveremos.

El alojamiento, es bueno, tiene mucha paz y tranquilidad el sitio, además la comida es fabulosa y natural 100%.
Celia y pedro son encantadores y te dan una estancia muy comoda.
Nosotros estuvimos, una semana y fue sensacional.

Sitio mágico. Encantador todo lleno de vegetación, la habitación excepcional. Los desayunos muy completos, limpieza de 10, Pedro una persona encantador, tienen una piscina súper bonita. Vamos al que tenga pensado ir por esa zona no dudéis en alojaros en los jerónimo. Esta muy bien situado, se localiza con el GPS muy rápido. Pienso repetir siempre que vaya a Zamora

Las fotos no se corresponden del todo. Todos muy amables. Cenamos un día y
Nos encantó la cocina totalmente casera pero muy buena

Lo bueno: la casa, el jardín, las flores, las tejas, los gatitos, las abejas.
Lo mejor: venir del frío y encontrar la chimenea encendida, las cenas sorpresa (sin elegir previamente y cenar requetebien), los productos ecológicos y caseros.
Y la guinda: el trato cercano y cariñoso de los anfitriones, Celia y Pedro.
Un gusto!

Autenticidad, sobrio y acogedor, con una hospitalidad de 11 sobre 10. Para descansar de verdad y disfrutar de la naturaleza

La verdad hemos estado muy bien y muy tranquilos.
La comida muy buena. Los anfitriones encantadores.

Un paraíso, donde podrás encontrar un retiro para esos momentos tuyos.
Nos alojamos un grupo de unas 17 personas, en las diversas estancias que tiene el complejo.
Pedro, quien es el patrón de este maravilloso complejo, nos dio un trato encantador y personal.
Las cenas son inolvidables, con productos de la zona, cultivados en su mayoría por él, y todos ecológicos.
1000x1000 recomendable, aconsejable y de confianza.

Una pasada de comida, todo buenísimo, mucha cantidad y de excelente calidad. La atención exquisita. Parada obligatoria.

Lugar muy recomendable para ir con niños. Bonito, familiar, comida muy buena y trato cordial. Enhorabuena.

Genial x descansar/desconectar (lo mejor sin TV) estrellas y naturaleza pura como antes = hay que fomentar la Z rural x generación futura

Me encantaría destacar algo en particular, pero no se puede. Hemos pasado dos días geniales y mucha culpa la tienen los componentes de este lugar. Después de pasar el día fuera, deseábamos regresar para descubrir qué nos pondrían de cena. Gracias por la paciencia y la atención tan cariñosa. Recomendable descubrir la huerta y la panadería.

Es un sitio fantástico. El trato del personal, los platos de la comida y lo pintoresco del lugar lo convierten en un lugar único. Totalmente recomendable.

Comida fusión peruana-zamorana preparada con cariño y servida en un salón rústico con mucha personalidad.

Comida cassera. Ingredientes de la zona. Cabe mencionar la empanada de acelgas y los fritos de verdura.

Excelente lugar para desconectar de la rutina y conectar con la naturaleza.
Un menú exquisito lleno de matices peruanos, que combinan a la perfección con la cocina tradicional zamorano-sayaguesa. Elaborado con productos de primerísima calidad de su propio huerto y con todo el mimo que le ponen Celia y Pedro.
Trato cercano y agradable. Tanto, que las sobremesas y cafés de media tarde, desearás que no se acaben.