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Un lugar peculiar merece la pena conocer situado al lado del castillo templario el personal muy atento y nos pusieron de pincho unas sopas de ajo exquisitas
La ubicación es excelente, justo al lado del Castillo, pero lo mejor es el trato de todo el personal de sala. Buenas recomendaciones en cuanto la cantidad de comida, vinos, y siempre un trato alegre y agradable, cosa complicada de lograr en lugares por donde pasamos tantos turistas todos los días. Menú amplio y buena relación calidad /precio. Nos gustó tanto el sitio que fuimos a cenar el primer dia y repetimos a comer otro dia. También tienen zona para tomarse algo con un pincho de cortesía. Si volvemos por Ponferrada repetiremos sin duda!
La comida muy buena igual que la localización. Sin embargo, la persona al mando dejó que el local se llenase muy por encima de sus posibilidades. Esperamos más de 45 minutos para que nos llevaran la carta para pedir el postre. Después de pedir y esperar otra vez más de 45 minutos sin recibir el postre, decidimos pagar la cuenta e irnos. La persona al mando no se disculpó y nos trató con mucha indiferencia al pagar la cuenta. Varias mesas se cansaron de esperar también y se fueron. Una lástima recibir este trato después de reservar con antelación y por el precio que se paga. Los camareros, muy amables, no tienen ninguna culpa y tienen un volumen de trabajo exagerado.
Resultó estraño que el local estaba lleno de reservas, y nos pusieron en terraza con el calor que hacía. Y saliendo a las 3 y algo de comer el local seguía medio vacío. No lo entiendo por eso 2 estrellas
Sitio muy recomendable e incluso diría que está entre los mejores restaurantes que tiene la ciudad.
Interior realmente acogedor con ambiente muy rústico y si decides sentarte fuera estarás justo a los pies del famoso castillo de los templarios de Ponferrada.
Fuimos por recomendación. En su carta en la web pone q todos los domingos tienen lechazo, mentira. Fuimos un domingo y no tenían, no era porque se les hubiera acabado, es que simplemente no tenían. Así que nos quedamos con las ganas. Pedimos tabla de cecina con queso. La tabla tenía 2 triángulos finísimos de queso, cuando preguntamos si era normal, nos dijeron que siempre ponen 2 trocitos. 2,5 euros por dos mini lonchas de queso mediocre, que es gracioso porque si te las ponen en la tabla de embutidos te cobran 0,50 euros menos, será que les supone más trabajo ponerlas encima de la cecina. Por deferencia nos dijo el camarero que nos pondría más queso, sí, otras dos mini lonchas. Muy caro, excesivamente caro. 4 euros por un dedal de café solo y uno con leche. El postre nos cobraron más que lo que pone en su carta. Supongo que así nos cobraron el suplemento del queso extra que nos dieron.
El encargado es la persona más desagradable que me he cruzado en años. Gracias a los camareros salió la comanda. Una hora después de que nos sentasen. Tuve que ir a pedirles que nos sirvieran al menos la bebida y el encargado me dijo que "más habían esperando en la terraza a que les sirvieran". Nos sacaron pan congelado, los platos acertaron 3 de cada 5, y en general todo soso y la carne más seca que la mojama. 60 euros por barba. Buscaros algo más económico y que cuando te quejes no echen la culpa al cliente. Por 60 euros me dan de comer en cualquier otro lado un menú degustación de Sol Repsol.
Restaurante en donde la bebida es carísima. Me cobraron por una botella de agua de plástico 3€, por un café minúsculo 2€ y una botella de vino de la casa que a penas vale 2€, me cobraron 12€. La comida no está mal, pero tardan en servir, ya que los camareros están desbordados con el trabajo. Relación calidad - precio MALA
Muy recomendable. Estaba todo muy bueno en especial las croquetas de cecina. La carne también muy rica. La atención del personal fue excepcional. Es verdad que en la decoración les falta un toque algo más moderno, sobre todo si vienes de la ciudad, pero la calidad de la materia prima es buena. El postre estaba un poco quemado, era leche frita, pero aún así rico. El precio algo más elevado que muchos de la Zona, pero en comparación con Madrid está muy bien. 30 euros por persona pidiendo bastante y con copa de vino.
Reservo mesa para 6 (se cumple). Dos camareros para unas 30 personas en mesa y atender barra, en la que tomamos una consumición y se nos ofrece su pincho. En mesa nos cuesta que nos sirvan una primera botella de vino, que terminamos sin ver una miga en el mantel. Faltan platos de la carta y después de tomar la comanda regresa varias veces para decir que no queda (uno tiene que volverlo a cocina por no poder comerse). Precios en factura no coinciden con los de la carta (uno 6€ más). Postres vulgares a 6€,
Local con una decoración rústica muy lograda que da un ambiente cálido al comedor. Los camareros muy atentos y dispuestos, aunque por momentos demasiado trabajo para dos personas. La comanda muy buena, cocina de calidad. Mesas amplias y cómodas. Situado junto al castillo es un restaurante a tener en cuenta en una visita a Ponferrada.
Genial! Comimos de lujo, y el trato del personal súper amables! Los niños comieron sopa de cocido y repitieron! Los mayores pedimos botillo y estaba súper rico! Merece la pena comer aquí, además que el sitio es precioso!
Llamamos para reservar y nos dijeron que no nos reservaba mesa, que nos pasáramos por allí y nos sentaban. Tras una hora esperando para cenar, la comida no tiene la calidad que esperas por el precio que vas a pagar (casi 80€ dos personas). Para no volver y no recomendar. No tienen carta con alérgenos indicados y, pregunté al camarero por ellos me aseguró que lo que pedía no llevaba pero me ha sentado mal, no se si fue por el pescado (que no estaba bueno, rozando el mal estado empañado por todos los demas ingredientes que llevaba) o porque llevaba algún ingrediente del que soy intolerante. 2€ cada café y no estaba bueno.
Lo único que recomendaría es la oreja (11€). Patatas bravas correctas (1/2 ración 8€), las croquetas de cecina insípidas (además de cobrarte 11,5€ por 8 croquetas). Y pan 2,5€. Servicio agradable. No repetiría.
Un sitio para no volver. Comida insípida, mal servicio y muy caro. Lo conocía de oídas y no me habian hablado mal, pero la actuacion de esta noche, de los camareros y el servicio de cocida ha sido de traca! Se han lucido vamos! No volveremos y no lo recomendaremos!
Estuvimos para cenar, el trato del personal deja mucho que desear, nos pasaron para sentarnos en el interior y estuvimos media hora esperando a que algún camarero nos tomara nota, en vista de su mala organización sin duda, nos marchamos, era caótico. Por otro lado en el interior hacia un calor horrible… mala experiencia de principio a fin
Fui después de trabajar a pedir una mesa para una persona (yo sola), por que había visto que le estaban montando una mesa a cuatro chicos, el camarero que le pregunté súper borde diciéndome que ya no servían cuando le acababan de montar la mesa hace dos minutos a los otros chicos, no lo he probado pero ya sé donde no pisar jamás. Doy una estrella por que no se puede dar menos
Bastante decepcionado con la visita a este restaurante. Nos lo habían recomendado a nuestro paso por Ponferrada. Terraza agradable. Interior muy bonito, manteniendo las formas originales. Camareros majos pero se les veía desbordados por la gente, no eran suficientes. La comida bueno… correcto por decir algo… la cecina, una broma de mal gusto, esta más buena la cecina del super de mi barrio… igual fue cosa de un día, pero no lo recomiendo en absoluto.
Después de unos años sin visitar este establecimiento, ya tenia ganas de volver, hemos comido y reservamos para cenar, excelente producto, muy buena la elaboración y lo mejor el trato que nos han dado, el personal además de profesionales, son excelentes personas! Quiero agradecer cada detalle que han tenido
Un restaurante, con trato cercano, agradable, cocina adaptada a la región.no te dejara indiferente. El servicio espectacular siempre pendiente del cliente.
Fuimos a este bonito restaurante situado enfrente del castillo de Ponferrada, de primero pedimos una de pulpo y de Segundo morcilla, en cuanto al vino el camarero nos sugirió un Xestal, por último de postre tarta de castañas y tarta de queso, las dos eran caseras. No es barato, pero por la comida y el sitio merece la pena. Repetiremos!
Decir que la comida y la atención estaba bien pero el precio muy excesivo. Por ejemplo: una botella de vino Gana do xil nos cobraron 19,50 cuando les cuesta 8,50 o menos osea que te cobran un 110% más. 2 cafés uno con leche y otro solo largo con una gota de bailys te cobran 5,50. Y la cesta de pan que ni lo tocaste ni lo comiste te lo cobran igual. La carne buena pero cara no lo siguiente una pena porque el sitio es bonito pero muy caro.
Sitio al lado del Castillo de los Templarios…fuimos a comer de casualidad y caro no…lo siguiente…la verdad q si la comida es buena no m importa pagar. Me cobraron 11,50€ por un tomate y 16,50€ por lo que se suponía q era Zorza (eso si toda machacada). Las cañas 3,50€ cada una…cuando en el sitio de al lado no llegaron ni a dos euros…una ESTAFA. -adjunto el ticket…donde pone ensalada era un tomate sin nada mas
El entorno es inmejorable, disfrutaras de una comida tranquila. A la atencion por parte del personal no le podemos poner pega. Nos sugirieron cosas fuera de carta y la valoración es por la cara de tonto que se te queda al pagar 9,50€ por unos tomates aliñados, donde el trabajo de cocina es cortar, chorrito de aceite y ya te echas tu la sal. Las tipicas cosas que hacen que no vuelvas a un sitio o no lo recomiendes porque se han reido de tí, el resto estaba rico, pero pesa más sentirte tonto.
Es cierto que el botillo esta muy bueno, pero me parece un robo cobrar la caña de cerveza a 3'50, una pena que con la calidad de comida que te ofrecen te vayas con la sensación de haber sido estafado porque en la bebida es un ROBO, señores el consumidor de hoy no es TONTO, cuiden el turismo nacional que somos los que consumimos verdaderamente y por suerte sabemos lo que comemos, no vuelvo!
Siendo honesto la calidad de la comida es buena, pero es caro. Los postres caseros 6eur y les molesta repetirte los que tienen. Pero en cualquier caso lo que se nota es la diferencia de trato entre los locales y los turistas. No lo recomiendo para gente de paso.
Uno de los mejores tratos que he recibido en toda mi vida. La persona que nos atendió se aseguró de aconsejarnos bien y estuvo muy atento a absolutamente cada plato que tomábamos. Súper recomendable el Menú Berciano, de principio a fin, especialmente por el Botillo del Bierzo. A cualquiera que pase por Ponferrada, le recomendaría hacer una visita a este mesón, que además está justo al lado del castillo.
Raciones normales en tamaño. Muy buena calidad. Trato estupendo. El lugar tiene muchísimo encanto en terraza ya que cenas contra la muralla del castillo
Croquetas de cecina, buenas pero muy caras (17'50 euros, 12 croquetas). Tortilla con bacalao, pimiento y patata horrible, muy seca, pequeña y cara (8'50) Botillo, poca carne, mucho hueso. Vino Mencía rico. Terraza y local muy bonitos. Patatas bravas (menos mal que se les ha olvidado que las habíamos pedido porque cuestan 9'50 -fuera de carta, claro-). Hemos tenido que entrar para pagar porque no nos traían la cuenta. Personal agradable pero insuficiente para la cantidad de gente que hay. Si, a pesar de todo esto, queréis ir, reservad porque se llena.
El sitio es precioso y está ubicado en un entorno único. Sin embargo los precios son desorbitados. He comido pulpo dos veces y en ambas ocasiones no se podía comer de lo duro que estaba. No habrá una tercera vez.
El mejor sitio sin duda de Ponferrada para comer un trato amable y profesional. Excelente carta de vinos del Bierzo. Gracias Eloy por la comida y la sobremesa, eres un gran profesional y excelente anfitrión
Calidad precio bastante mejorable, vamos caro. Por experiencia propia vimos que a los lugareños buena atención y asesoramiento, pero a los turistas no tan buena, nos pusieron un revuelto en mal estado que se olía a distancia y no hubo ni una disculpa si quiera.
Llegamos a las 11 y hasta las 12 no se pasaron por nuestra mesa ni para preguntarnos qué queríamos para beber a pesar de que les llamamos varias veces e insistimos en que al menos nos trajeron un vaso de agua para la niña.
El sitio es encantador, el trato del personal inmejorable, la comida muy rica con muy buena materia prima. No le pongo las 5 estrellas, porq me parecen un poco excesivos sus precios.
Buenas bravas, algo picantes para mi gusto. El local es muy acogedor, con dos plantas. La decoración emulando una cuadra le da un aire pintoresco. Recomendable
El restaurante es curioso, una especie de corrala, todo de madera. Llegamos pronto y nos atendieron muy rápido. Pedimos unas sopas de cocido, muy ricas, un revuelto de setas y jamón (bien) y un plato de embutidos q me pareció carete. Chorizo, lomo y salchichón normalitos, jamón tirando a malo (salado y cortado muy gordo), la cecina no lo sé xq era la primera vez q comía.
Trato muy bueno, es uno de los restaurantes de Ponferrada donde se puede encontrar el típico botillo en el menú y además a un precio muy razonable y exquisito. Totalmente recomendable
Comimos unas raciones. Estaban muy buenas. No le doy las 5 por la relación cantidad precio. No es que sea excesivamente caro, pero un poco por encima de lo normal. ¡¡si que recomendaria probarlo!
La estrella es por el lugar donde está localizado y la decoración del restaurante. Después de 25 minutos esperando ya sentados, nos levantamos y nos fuimos. Nosotros estábamos dentro, en la planta de arriba. Atendiendo había 3 personas; las comandas " sólo" las cogía el camarero; una estaba para recoger mesas y llevar platos y la otra era una señora que hacía lo que podía (al menos fue la que nos sentó y nos dio las cartas). Al servicio se le veía desbordado. Si volvemos, cosa que dudo mucho, será en temporada baja.
Comida tradicional del Bierzo. Pequeño pero bien aprovechado y su terraza da al Castillo templario de Ponferrada. Especialidad en bacalao y exquisitos postres caseros. Un clásico.
Muy buena relación entre calidad y precio. La carta es bastante variada, y de excelente confección. El local es algo estrecho, pero muy pintoresco: vigas y columnas de madera, piedra vista y dos plantas. Los camareros son correctísimos pero, lo que más destaca, el buen oficio de la cocina. Precios muy ajustados.
Restaurante de piedra y de madera con una decoración tradicional típica de las casas de antaño. En cuanto a la comida, exquisita y abundante, con productos típicos del bierzo como es el botillo. Lo recomiendo si se viene a Ponferrada a comer o cenar.