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Ocupando una antigua bodega excavada, es un lugar singular muy agradable. Está atendido por personal amable y eficaz. Carta muy corta, centrada, casi en exclusiva, en chuletillas de lechazo, que son excelentes y algún acompañamiento. El pago sigue siendo solo en efectivo. Lugar muy recomendable si no buscamos otras expectativas.
Sitio muy acogedor en el que se come exquisito, además de no estar todas las mesas juntas, hay espacio y tranquilidad, los camareros de 10, super atentos y ambles. Deseando volver! Relación calidad precio insuperable. La única pega q no pongo 5 estrellas es pq no se puede pagar con tarjeta y al llamar para hacer reserva tampoco te lo dicen, por lo que tienes que investigar en la página web si vienes de otro sitio o irte a otro pueblo a un cajero.
Lechazo, chorizo y quesos espectaculares. Buen vino de Tórtoles de Esgueva. Sólo abren fin de semana, mejor reservar con antelación. No aceptan tarjetas de crédito. Ambiente y vistas exquisitas. Muy buen servicio. Había un coro con un acordeón antes de las comidas que lo hacían francamente bien. Muy recomendable.
Sitio magnífico en plan bodega castellana para degustar unas excelentes chuletillas de lechazo. Gran calidad y muy buen servicio. Recomendable al 100x100
Un sitio con encanto propio. Mezcla tradición y modernidad. Regentado por Carlos y Ana, trato cercano y agradable. La comida excelente Especialistas en chuletillas a la brasa, podrás degustarlas en la terraza, mientras disfrutas de unas vistas espectaculares del atardecer.
El sitio es original y la atención del personal muy buena. Pero la carta es bastante excasa y el precio caro (1 kg de chuletillas 40€). El vino de la casa, que nos recomendaron, es imposible de beber si no le pones gaseosa, aunque cuesta 9€ la botella. Ni un solo postre casero. ¡Ah! Y encima no aceptan tarjeta.
Un sitio original, con encanto y en un entorno precioso. Muy buena calidad precio. La camarera nos orientó muy bien con las raciones. Las chuletillas de lechazo buenísimas. Para repetir. No se admiten tarjetas de crédito.
Atención muy buena. El local es una antigua bodega en la ladera de la montaña, muy castellano. Con buenas vistas. Si vas es para comer chuletillas de cordero. La pena es que están por las nubes y pagas demasiado para lo qué es.
Un lugar agradable, en buena compañía y con unas chuletillas al punto. Trato muy agradable y cordial. Quizás eche de menos algún postre casero tradicional de nuestra zona el CERRATO.
Carta pequeñita con platos de muy buena calidad y muy bien elaborados. Atención excelente, están pendientes de ti por si necesitas cualquier cosa. Local muy original dentro de una cueva, muy acogedor.
Un local enclavado en unas antiguas yeseras, donde la gente habitó hasta mediados del siglo pasado, con un ambiente interior fantástico y acogedor y una gente joven encantadora y profesional atendiendo. Es un lugar del que te da pena irte y al que estás deseando volver. Carta de comidas pequeña pero muy buena. Totalmente recomendable
El interior es como unas cuevitas de Altamira, romantico, en pequeñas salas separadas, merece la pena verlas y se come muy bien, sobre todo las costillas y la tabla de quesos. El personal atento
Todo un descubrimiento. Reservamos sin conocerlo y nos ha encantado. Decoración sobria y elegante. Mobiliario atractivo. Temperatura adecuada y ausencia de humedad en la bodega. Carta corta pero todo muy bueno y a precio contenido. Buen vino y un servicio muy cordial y rápido. La única pega que no admiten tarjetas. Volveremos.
Las mejores chuletillas de lechal! Esto si que si! Qué ricas! Son súper atentos y el sitio lo cuidan con todo detalle manteniendo la estética de las cuevas. En la calle 30 grados y dentro fresquitos. Para repetir siempre que nos pille por la zona.
Un lugar donde NUNCA volveré. Los dueños del dicho meson son unos IMPRESENTABLESy mal educados, en lugar de invitar a cenar.te invitan a que te vayas. La comida carísima y poca variedad. NO LO RECOMIENDO. PENOSO