05 enero 2024 21:00
Aguas abajo del puente medieval de Soria, el Duero contempla sereno el monasterio de San Polo; aguas arriba, igualmente tranquilo, el río acaricia lo que queda del monasterio de San Juán. Sobre la falda del monte de las Ánimas, los caballeros sanjuanistas construyeron en el siglo XII una abadía de la que solo se conservan la iglesia y las arquerías desiguales del claustro. De planta cuadrangular, sin techo, las piedras de los arcos del claustro se abren al cielo del que reciben ya lluvia, sol o viento, sin protección Son sillares abiertos a las noches y a los claros del día.
Pero si el claustro es único en el románico español, la iglesia de una sola nave, dotada de dos templetes en el presbiterio, y un ábside semicircular, resulta también original en el ámbito de la historia del arte.
El interés de este lugar señero no acaba aquí, pues la historia se mezcla con la ficción en la que caballeros templarios y señores de Soria, enfrentados y muertos, vinieron a dejar sus almas en una ermita del monte, probablemente en la iglesia de la abadía. Estas ánimas vagan perdidas en la noche de difuntos. A la salida del muro que protege el monasterio, la estatua de Gustavo A. Bécquer, sentado sobre un tronco, junto a un pájaro y un sombrero, nos recuerda esta siniestra y terrorífica leyenda, que él recogió y transcribió en su libro Rimas y Leyendas, con el título de el Monte de las Ánimas.
Es una visita obligada para quienes buscan, sobre todo, lo curioso y diferente en nuestras ciudades y pueblos. La simpatía de la guardesa es otro valor añadido.
04 enero 2024 6:03
Maravilloso claustro, creo que le falta un techo para protegerlo de la lluvia y el frio. Facil de llegar y de aparcar. En la entrada hay una estatua de Béquer con el monte de las ánimas al fondo.
01 enero 2024 23:14
El personal que atiende el monumento podría hacer alguna cosa además de vegetar. Secos y sin aportar información alguna

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