Parador de Benavente

Lugar precioso y súper acogedor!
Personal profesional con un trato exquisito, y que decir de quien lo gestiona, Gaspar, un gran profesional y cercano a más no poder

Solo comimos en él. Calidad excelente. Un sitio digno de visita en Benavente por lo que guarda en su Interior artístico e histórico.

La verdad es que me esperaba mucho más. Las instalaciones ya no son añejas, son antiguas, salvo los baños, que están muy bien renovados. La carta de restauración.aunque sea un parador.es muy extraña. Lo peor de todo, el frió que pasé de noche por qué no habia mantas disponibles en el armario, y no voy a bajar en pijama. En las fotos podéis ver mi "manta". Lo mejor de todo, sin duda, el servicio. Amables, con una sonrisa en la cara en todo momento.

Fuimos a cenar con unos amigos y la verdad es que la comida dejaba mucho que desear. Cordero recalentado, parecía que era del mediodía y muy tieso. El resto de los platos, también mal. No tiene nada que ver con la cocina de otros Paradores en los que hemos estado. Se come mejor en los bares de carretera.

Disfrutamos de una excelente comida gracias a la profesionalidad de Ana y Yadira.exquisita carta con selección de productos regionales y buen vino. Excelentes postres caseros. Todo de 10.

El personal de recepción fue increíble. La habitación tenía terraza y estaba justo al lado de la piscina.

Parador antiguo muy bien conservado las habitaciones enormes y con buenas vistas. El personal súper amable y eficiente

Parador situado a la entrada de Benavente, con una amplia zona de parking al aire libre a la entrada y un jardín con piscina en el que, si el tiempo acompaña, se está muy bien. Las instalaciones están bastante bien y conservan parte del encanto medieval al tratarse de un antiguo castillo, las habitaciones son amplias, con buenas vistas y están muy bien equipadas. El desayuno buffet es muy completo y está todo muy rico. Por otro lado, el restaurante, tiene un menú reducido, pero con una relación calidad-cantidad-precio bastante aceptable. La atención del servicio, tanto de limpieza, como de recepción y los camareros del bar y el restaurante es excelente.

Un sitio precioso, bien servicio y muy buena comida a bien precio, repetiremos seguro cuando volvamos a esa zona

Todos los paradores están fenomenal y son un buen sitio no sólo para pernoctar si no para comer bien o relajarse en el viaje con un café.
Este es un bonito parador, aunque tiene el inconveniente de que hay que desplazarse un poco para llegar a el.

Hemos comido un menú degustación hoy domingo 26/09/21 bastante penoso, por 33€ lo único bueno el postre, la bomba y la bamba, le demás muy mediocre muy soso, bastante mal la verdad. Ya habíamos comido allí de carta y estuvo bien, no se si cambiaron de cocinero o que, pero nada recomendable.

La torre del caracol es impresionante, está dentro del parador.
Al lado están los jardines de la Mota, que al atardecer, se aprecia unas puestas de sol preciosas.

El trato excepcional, limpieza seriedad, cuidan hasta el último detalle, la cena y desayuno merecen una mención especial, no solo por su calidad sino tb por el personal de sala, tan amable y servicial en todo momento, sin duda alguna volveremos

C'est un parador donc très confortable, presque luxueux, superbe chambre et salle de bain. Excellents repas et petit-déjeuner. Personnel charmant. Tout ça dans un lieu historique. Dommage qu'il y ait eu un mariage ce jour là, beaucoup de bruit.

Precioso, habitaciones amplias pero demasiado austeras. Lo peor el ruido tanto de las habitaciones superiores como pasillo y laterales. Se oye todo, pasos, hablar.es muy molesto. Personal amable y buen restaurante.

Según llegamos no tuvimos que esperar nada, íbamos con reserva.
El servicio muy amable y rápido tanto a la hora de tomar la comanda como para servir los platos.
Excelente comida. Espárragos de Pedrosillo y Paletilla de Cordero, muy rica.

El personal se merece 5 estrellas, pero el establecimiento muy deplorable, necesita una reforma, somos amigos de Paradores, y hemos estado en mas de 50, y éste con diferencia es el peor. Dormimos el 5 de Sep.

Baño poco presentable. Estuve un buen rato, informé y no se limpió.
Servicio muy lento a pesar de ser los únicos en cafetería.
Apagón de luz y pitido constante de un aparato al lado de nuestra
mesa

La comida muy buena, productos locales de gran calidad. Una cosa que no comprendo es que me cobren cosas que no he pedido como el servicio de aceite y pan, que en otros restaurantes te lo ofrecen como aperitivo sin cobrártelo.

Hicimos una parada en el camino para desayunar y nos sorprendió que no hubiera la posibilidad de hacerlo al no estar alojados. Lástima que este parador no brinde a los viajeros de paso disfrutar de la calidad y servicio a los que nos tiene acostumbrados paradores

Hicimos una reserva el día 24 de julio en el restaurante para comer el día 10 de agosto. Nuestra sorpresa es que al llegar ese día, con tres niñas pequeñas, después de 4 horas de coche, nos dicen que la reserva no consta porque no la tramitaron desde recepción y no nos dieron ni una disculpa. Terminamos comiendo en Telepizza con una atención y una diligencia que pensábamos propios de un Parador pero nos encontramos en un restaurante de comida rapida

Situado en la Mota de Benavente lugar desde el que se ve la vega y el entorno de Benavente

Valorando el bar de la torre. Muy recomendable para disfrutar de un café tranquilo, sin ruidos ni jaleo, buena música y unas estancias privilegiadas. También existe la posibilidad de salir a la terraza.
Siguen procolo anticovid19.
No apto para sillas atravesando las estancias.
Precio económico para el entorno y tranquilidad

Totalmente renovado. Atencion. Espectacular la Torre del Caracol. Muros defensivos de más de 3 metros de grosor

Hermoso edificio y un servicio atentisimo. Lugar de paso pero tambien visitable y muy recomendable.

El parador está ubicado en un edificio castillo histórico.
He hecho uso del bar y es una pasada estar rodeado de siglos de historia.

Muy, muy agradable. Precioso parador con amplias habitaciones con una preciosa y comoda terraza con vistas a la piscina y al entorno. Muy recomendable. Limpieza y protocolo COVID estupendo, así como amabilidad del personal.

Parador muy bonito, habitación con terraza Lo único el baño un poco anticuado, la comida uno de los mejores sitios que he comido

Fatal adaptación a la pandemia. La terraza se ocupa para bodas y eventos y sólo hay sitios cerrados para comer o beber, siendo estos un posible y probable nido de contagios.
Por supuesto dirán que nunca ha habido ahí ningún contagio. Como que no sabe todo el mundo que comer en sitios cerrados es exponerse al virus y someterse a bastante riesgo de contagiarse, y aquí no va a ser menos porque sea un parador, exactamente igual que en cualquier otro sitio cerrado.
Adáptense a las circunstancias y habiliten más sitios en espacios abiertos para comer, o simplemente tomarse un café. Que ustedes digan que nadie se ha contagiado ya es digno de estudio, como si las personas siempre avisaran de dónde se han contagiado si muchas ni siquiera lo saben, y otras muchas no saben ni que han estado contagiadas. (Tener que explicarles esto a estas alturas de la pandemia, me da vergüenza ajena) Y con una información sobre la pandemia normalita, cualquiera sabe que los aerosoles pueden permanecer horas en un ambiente cerrado y si ha estado ahí una sola persona contagiada, puede contagiarse todo el que vaya pasando por ese espacio, repito: durante horas. Así que no contesten de forma tan ignorante y defiendan sus espacios tan cerrados para tomarse un simple café, porque se ponen en evidencia defendiendo lo indefendible.

Denominado “Fernando II de León”, por haber sido este monarca el fundador de la población, a la que concedió sus Fueros en 1164. Fue muy grande la importancia histórica de este castillo, porque junto a él discurría la célebre Ruta de la Plata, así como la Ruta Jacobea o Camino Muzárabe de Santiago.

En el antes llamado Castillo de la Mota celebró cortes Alfonso IX e 1202, pasando después al Señorío de los Pimentel. En la actualidad conserva parte de sus impresionantes murallas y solo una torre del gran castillo de Don Juan Alonso de Pimentel, conde de Benavente, en el siglo XVI con la llamada Torre del Caracol, bello edificio gótico renacentista, con valioso artesonado, en la que exactamente se ubica el Parador.

En 1808 y a consecuencia de la batalla mantenida por franceses e ingleses en la Guerra de la Independencia, quedó devastado.

Benavente se correspondía con la antigua “Malgrad” y su nombre actual de Benavente puede provenir de “Buenos Vientos” o de “Buena Venta”.

Declarado Monumento NNacional, está restaurado y junto a otras edificaciones más modernas está integrada en el Parador Nacional de Turismo de Benavente. En el interior hay que destacar en su planta principal un artesonado mudéjar que perteneció al Convento de San Román del Valle, hoy también desaparecido.

La comida tan exquisita como la atención. Bien merece una parada para disfrutarlo.

Mal servicio de cafetería y restauración. El personal saturado y ofreciendo un pésimo trato al cliente.

He parado a comer en su restaurante con el objetivo fundamental de ver el artesonado De la Torre del Caracol y, como últimamente Algunos directores de Paradores consideran que la instalación es su “cortijo” y no de Patrimonio Nacional, he tenido que enfadarme (algo muy desagradable e injusto) para que me permitieran verlo. Una auténtica pena (el COVID está siendo excusa para este tipo de abusos). Señores no olviden que son funcionarios publicos

Aunque la habitación dispone de un baño con dos lavabos ducha y inodoro y bide separado por una puerta, está muy anticuado, en la bañera con los grifos de la ducha hay que conseguir el agua templada regulando a mano y te acabas quemando, Por lo demás está bien equipado. La cama es comida, la habitación amplia.
Los trabajadores son amables y serviciales.
Hotel recomendable

Merece la pena acercarse. La cocina ha ido mejorando con los años. Buena experiencia con el tono q siempre impone ser un Parador

Un sitio tranquilo y agradable para tomar algo y charlar un rato. Buenas vistas desde la cafetería. Para mí uno de los mejores sitios de Benavente para estar tranquiloy sin música estridente. En verano también se puede salir al jardín. El Parador está situado en la parte alta de Benavente y todo el recinto es muy agradable.

Parador edificado sobre una edificación medieval. Decoración con muebles castellanos con estilo medieval. No ha sido restaurado como otros paradores pero ofrece las comodidades necesarias. Delicioso desayuno buffet. Personal super dispuesto en todo momento.

En uno de los nudos de comunicación más importantes de España, su envidiable situación en el noroeste de la península ha hecho que a lo largo de la historia siempre haya sido un importante cruce de caminos. Cabe destacar los caminos Jacobeos: Via de la Plata, Camino de Oriente, Camino de Valladolid, La Ruta por el Valle de Tera y El Camino de Asturias.

Sede de las Cortes en 1176, el Parador de Turismo de Benavente se asienta sobre los restos del que fuera el antiguo Castillo Palacio de los Condes de Benavente, empezado a construir en el S. XII y posteriormente ampliado por los sucesivos ocupantes durante los siglos XIII, XIV y XV.  
Se encuentra anexo a la "Torre del Caracol", de estilo Renacentista, y único resto de la antigua construcción, y junto a los Jardines de la Mota, la más importante área verde de Benavente, con excelentes vistas sobre los Valles de los ríos Tera y Órbigo.
La Torre cuenta con un magnífico artesonado mudéjar y un bar de época.

Los paradores son siempre bonitos y el trato en éste también en impecable. Por un problema en la habitación fueron muy atentos para cambiarnos a otra

Estamos recorriendo paradores.
Llevamos 7.
Tal vez este sea el más deficiente.
Pero aún así salimos encantados como siempre.

Edificio señorial. La torre del caracol bajada obligada al bar para tomarse un café mientras disfrutar del bonito escenario.

Genial. Las instalaciones muy muy bien, la cama cómoda, habitación grande, el desayuno riquísimo y el trato excelente, como suele ocurrir en paradores.

Merece la pena acercarse y conocerlo sus piedras son historia y ambiente acogedor a nosotros en el bar nos atendió una señorita muy simpática y agradable, nos hizo sentirnos bien

Parador muy bonito y con habitaciones amplias. Muy limpio y sin ruidos. Restaurante de gran calidad. Muy buen servicio. Personal muy atento. Cafe excelente.

Un lugar precioso, el castillo y la torre son mo y mentales. La atención muy buena. Las habitaciones un lujo a buen precio. Merece la pena. Sobresaliente.

El artesonado mudéjar de la dala junto a recepción es una pasada.
Entrad, no os lo perdáis, es patrimonio de todos.

Fabuloso parador situado en un antiguo castillo. Cómodas habitaciones con una decoración clásica desaparecida por desgracia en muchos paradores.
Hay una buena piscina para el verano.
Localizado en lo más alto de la ciudad, pero muy cerca del centro.
Magníficas vistas.

Habitaciones amplias, con balcón a la vega. Dispone de piscina y terraza exterior para tomar cualquier cosa. Aparcamiento gratuito. Cerca del centro de Benavente. El único pero es que es bastante antiguo y su mantenimiento podría mejorar. Personal muy amable

Un torreon que te traslada a otro tiempo.un bar ambientado como pocos.un castillo con historia.habitaciones con diseño de época solo un pero, es necesario remodelar los baños.

Tuve la celebración de mi boda y fue estupendo el trato y los menús. Camareros muy agradables y atentos. El alojamiento muy bueno.

Hotel en edificio històrico con buena situación. Buen trato por parte del personal. Buenas instal·lacions.

Habitaciones muy amplias y confortables. Ambiente tranquilo en un entorno precioso. Personal muy amable y educado. El desayuno muy bueno con variedad de productos. Muy buena opcion en general.

Nos quedamos un fin de semana por una boda. Servicio muy amable. Sitio bonito y limpio. Comíamos y dormíamos allí.

He visitado sólo el restaurante. Muy baja calidad y cantidad para el precio qué se paga. He disfrutado mucho comiendo en Paradores. Pero en este no. Croquetas muy pequeñas que sólo saben a nuez moscada. Pularda qué parece un preparado de supermercado. Lechazo tierno pero con más hueso qué carne. Lasaña de verduras enana y sin sabor. Café muy ácido.

EXCELENTE calidad-precio. Una bodega-cafetería SUPER ACOGEDORA con vistas a la vega de Benavente. Piscina "a pie" de las habitaciones y terraza-jardín muy tranquila. Buen restaurante y comida moderno-tradicional exquisita.

Hicimos una cena de graduación en el restaurante y el servicio fue bastante bueno. Las habitaciones, desconozco cómo son, pero tengo buenas reseñas sobre ellas.

Pese a que los baños están muy obsoletos y los precios de la cafetería son muy altos para la calidad que se ofrece (patatas de bolsa con croquetas delicatessen?), el Parador conserva su encanto y la piscina es una opción muy recomendable en verano.