Parador de la Granja

Parador en un lugar privilegiado por su cercanía a los jardines de La Granja, a apenas 5 minutos caminando.

Dispone de un parking descubierto gratuito para clientes alojados.

Proceso de check-in y check-out rápido.

Instalaciones impecables, limpieza extraordinaria y atención excepcional por parte del personal.

Habitación espectacular, muy amplia, y con bonitas vistas. Aseo de tamaño acorde con la habitación, con wc y bidet separados por una puerta corredera. Secador. Gel de baño, champú, acondicionador y crema de cuerpo con dispensadores. Gorro de ducha y peine.

Disfrutamos de un circuito en el Spa (necesarias chanclas, y gorro de baño opcional), y de 2 tratamientos que nos dejaron como nuevos por el saber hacer de las profesionales que nos atendieron. Muchas gracias.

Desayunos: amplia variedad y surtido de dulces y salados, con posibilidad de solicitar platos calientes (huevos, tortillas, bacon, migas, pisto.). A destacar su rincón con productos sin azúcar, y para celíacos. Recomiendo probar el pan candeal y el pan gallego para las tostadas. Me llamó la atención que había incluso fruta deshidratada, semillas de chía y sésamo.

Cenas: hicimos dos. Es obligatorio reservar. El primer día, que no lo sabíamos, nos llevamos una reprimenda por parte de la camarera que nos atendió al entrar, por no haberlo hecho.

En cuanto a la comida en sí, tengo más puntos negativos que positivos a este respecto.

La ensaladilla y las croquetas de gambas fueron exquisitas.

Los raviolis fueron más bien insípidos, y la suprema de pollo con mostaza algo que deberían retirar de su carta a no ser que se mejorara la receta. El gusto a mostaza era tan débil que realmente uno tenía la sensación de estar comiendo únicamente pechuga de pollo cocida. Muy bien cocida eso sí, pero sin ningún gusto. De hecho, el calabacín que había en su base y los dos tomates cherry hacían que incluso estuviera aguado. En fin, no repetiría.

El bacalo con ajo muy rico, y la morcilla de Burgos, también.

Salón decorado de forma clásica, muy bonito, y con iluminación agradable.

Es recomendable pedir una mesa que no esté cerca de la sala donde guardan los vinos. Cada vez que abren la puerta hay un ruido que no acompaña al ambiente tranquilo del salón.

Cafetería: amplia, con muchas mesas, y servicio rápido y eficaz. Ofrece la posibilidad de tomar algo sin necesidad de salir del Parador.

En general, buena impresión. Volvería sin duda.

Hotel bien posicionado para llegar a todos los sitios turísticos a pie. Amplio, incluidas las habitaciones. Varias salas donde puedes sentarte, charlar, trabajar, conectar. Tienen un jardín interior precioso con musica relajante. El spa hay que probarlo si o si antes de cualquier masaje. Los chorros de la piscina son bastante potentes. Te dejan muy relajadito.
Tranquilo, apto para descansar en condiciones.
Limpio, bastante limpio y esto me ha dado mucha tranquilidad. Sabanas impolutas.
Sobre la restauración: tienen un restaurante y una cafeteria. La comida super bien en ambos. El trato en el restaurante super exquisito. High-class. Tanto que dijimos “tierra tragame” con la reprimenda del señor responsable de la sala de no tener reserva. Nos sentimos como la muchedumbre del pueblo que se cuela en el palacio. Menos mal que tuvimos luego una velada relajada gracias a la sonrisa de la señora responsable de nuestra mesa.

Punto a mejorar para el hotel. Igual no viene a cuento pero es lo que he notado: muchas veces ser muy correctos, ejemplares, profesionales no deja huella en la gente. Esta bien tener todos estos atributos pero no dejar de sonreír y ser natural, ser empatico, reconocer el guest que has atendido 3 veces a lo largo del dia…

100% recomendable. También estuvimos comiendo y el cochinillo estaba increíble. La habitación grande y muy cómoda. El sitio con mucho encanto. Aparcamiento gratuito y al lado de los jardines. El personal muy amable.

Estuvimos en un fin de semana con nuestro hijo y la experiencia no pudo ser más agradable.
El desayuno estupendo, el trato de las personas del hotel es maravilloso.
Estuvimos cenando en la cafeteria y la verdad que genial aunque fue algo lento pero estaban algo desbordados (no obstante era puente).
En el restaurante comimos bastante bien y el trato del personal de sala fue maravilloso con nosotros y nuestro hijo, mención especial para Henar y Luz que hicieron de la comida un momento agradable.

Sólo le pongo un “pero” que para mí fue importante. El desayuno no está al nivel de un parador.

Hemos pasado una noche como de cuento, la habitación enorme, muy limpia y acogedora. Totalmente decorada como de epoca.
Desde luego lo recomendo 100%

Muy céntrico. Hotel bellamente restaurado. Amplia habitación con puertas balconeras plegables. Buenas camas. Cuarto de baño muy bien equipado, con espejo de maquillaje y secador de pelo "real". Fue una pena que no hubiera menaje para preparar té en la habitación, como sí lo teníamos en Saler, por ejemplo. Desayuno sabroso y variado. Personal amigable.

Es un lugar de veraneo real, por lo que es fresco y el tono, las habitaciones y el servicio son de primera categoría.

Parador de relativamente reciente construcción, con habitaciones cómodas y amplias. Algún fallo de diseño como el detalle de la foto (el espejo del baño en la mitad de los dos lavabos, hay que afeitarse de lado o a ciegas, y sin luz directa en la ducha). La restauración bien en general, pero con algún fallo como la ensalada de perdiz con una cantidad rácana de perdiz y una "sopa de ajo emulsionada" infumable con sabor a judiones.

Ubicado en la puerta de entrada al pueblo e inaugurado en 2007 por el rey emérito como figura en su su recepción, el parador se encuentra a escasos metros del palacio de La Granja.

El restaurante con comida típica de la comarca y una excelente profesionalidad por parte del equipo al igual que todas las camareras del desayuno.

Enhorabuena al equipo humano del parador.

Esperaba más del sitio. Cafetería muy desangelada, cocina irregular, café horroroso. La ubicación y el personal estupendo

Magnífico Parador situado a cinco minutos del Palacio de la Granja de San Ildefonso. Está ubicado en lo que era la Casa de los Infantes, edificio de 1770. En el interior mantiene partes de la antigua arquitectura muy bien sincronizadas con las más recientes. Las habitaciones son muy grandes y confortables, al igual que las camas. La decoración sobria y elegante a la vez que funcional. Muy buena iluminación. La única pega que le pongo es que las alfombras presentaban algunas manchas, tanto en los pasillos como en la habitación, que desmerecían del resto del establecimiento, pero repetiría sin duda.

Muy contenta, me trataron muy bien, excelente profesionales.
Fui a comer es excelente y muy bien presentado los platos.
El jefe de comedor Julián, la sommelier y el equipo de comedor como cocina muy bien.
Lo recomiendo SÍ
Ir numerosamente

Me ha encantado. El sitio es fabuloso y te tratan muy bien. Una persona del equipo era vegana e hicieron todo lo posible por qué se sintiera bien preparando platos ajustados

Atención y trato esmerado. El personal de la cafetería con un trato esmerado y muy profesional. Gracias.

Todo correcto, la atención muy buena, fui con la familia aunque el ambiente era más bien de trabajo. Quito una estrella porque la mesa estaba limpia, pero pegajosa, y había una televisión con los cables colgando. Para ser un parador, me parecen detalles a mejorar.

Me regalaron por mi cumpleaños un masaje en el SPA y fue una de las mejores experiencias de mi vida! Miguel fue el Fisio que me atendió y no solo el trato es exquisito sino que yo que tengo Linfedema en el brazo y sé mucho de masajes puedo decir que es uno de los mejores profesionales que me he encontrado.

Sin duda repetiré!

Las instalaciones están bien. La atención no. Pedimos desayuno a un determinada hora y no vino hasta 45 min más tarde cuando ya me tuve que ir. Y teníamos hora para el spa y tardaron en atendernos cerca de 25 min, así que la experiencia se quedó en 30 min. Al margen de que nunca cogen el teléfono. Mal para un hotel tan caro.

Estupendo para una escapada de fin de semana.
Las habitaciones (al menos las superiores y suites) están muy actualizadas y con gusto.
Enclave ideal para pasear por la vertiente norte de la Sierra.

Bonito y tranquilo parador. El exterior es clásico, acorde con el pueblo y el interior más moderno. Las habitaciones son amplias y cómodas.
Hemos ido a varios paradores y me pareció que ña carta era más cara que en otros y no refleja por ejemplo las 1/2 raciones de queso que si suelen tener en otro. Tuvimos que preguntar para saber que tenian

Sólo fui al restaurante y en comparación con otros no termino de convencer tengo experiencia en paradores y no me gustó.

Precioso edificio, maravilloso entorno digno de visitar, habitaciones grandes y confortables.
Gran desayuno, estupenda comida, muy buena y cara, pero en la media, propia del "lujo y servicio" de un parador Nacional

Buen servicio sitio bonito la comida está bien lo que pasa es que el precio es un poco caro. La Granja es uno de los paradores más bonitos.

Situado en el centro histórico junto al Palacio, muy buenas habitaciones y buena carta en el restaurante. Llegar al aparcamiento puede resultar un poco enrevesado

Media pensión con una cena y desayuno muy buenos, elegante y buen servicio. A mejorar el servicio del bar (hablando de intimidades entre los empleados delante de los clientes). El spa muy bien pero no entiendo cómo pueden entrar niños y menos que entren con zapatillas deportivas a saltar a la piscina de relajación.

Es agradable y los alrededores, jardines y el palacio, son muy bonitos. Dignos de visitar y está muy cerca de Madrid

El lugar es histórico, el edificio grande con estancias espaciosas. Las habitaciones grandes y cómodas. Muy acogedor desde la recepción hasta los servicios de restauración y spa. El personal muy simpático y atento, con un trato cercano y exquisito. Un lujo de estancia.

El parador tiene una estructura maravillosa y el desayuno es correcto. Ahora, dicho esto, la calidad de la cena que nos dieron fue de vergüenza teniendo en cuenta lo que nos cobraron por ello, había falta de personal evidentemente en todo el recinto, especialmente en el bar, el trato del personal bastante regular. Pasamos mucho frío y aunque nos quejamos no nos lo solucionaron y nos dieron una leve explicación sobre la domotica. La calefacción al anochecer y cuando se retiraba la tarjeta se apagaba. Por último, pedimos unos edredones porque no tenian ni mantas, ni edredones en las habitaciones. Nos dejaron algunos, nos dijeron que no podían ser más (eramos un grupo grande) y nos los pusieron encima de una mesa del bar que nosotros los llevasemos a la habitación de malos modos.
Conclusión, fue un fin de semana estupendo porque la Granja es muy bonita, pero desde mi punto sw vista habría que pensar en otras opciones para comer y alojarse.

Todo correcto, cómo en todos paradores, excepto la cafeteria tardaron 35 minutos en servirnos y el chocolate horroroso, eso no se debe servir en un parador

Hace honor a un lugar tan emblemático como La Granja.
El edificio, su estado, su limpieza.
El Personal muy profesional y amable, la cocina y sus productos excepcionales.
Un Parador distinguido.

Un lugar precioso, no esperaba menos, a la altura de paradores, la habitación estupenda, tranquila ni un sólo ruido y amplia, cama y almohadas muy confortables. El desayuno espectacular, no le falta de nada. Disponen de una oferta gastronómica para las comidas y cenas excelente, un cochinillo de 10 muy bueno, recomiendo también las croquetas de gambas y la ensalada de perdiz están de lujo, postres muy ricos, especialmente recomiendo: el cremoso de yogur con jengibre y el 25 aniversario muy buenos. El personal del restaurante profesional y atento, Mika y María muy amables, en general bien.
En recepción muy bien, mención especial a Lucia atenta y preocupándose por el cliente. Le comenté que si era posible ver el partido de Champions e inmediatamente llamó a mantenimiento para que lo pudiésemos ver en la biblioteca, el personal de mantenimiento se personó en la biblioteca a la hora del partido, para asegurarse de que recibiéramos la señal del canal correspondiente.
El spa nos gustó bastante, aunque un poco pequeño. En recepción del Spa, Laura Calvo muy bien, atenta y diligente, te hace sentir tan a gusto, como en casa. Nos ha encantado todo ello desde la oferta gastronómica hasta la calidad y atención del parador, sumado al lugar donde se encuentra, muy cerca del Palacio y los jardines hicieron nuestra estancia una experiencia fabulosa. Sin duda volveremos, eso si debería reflexionar paradores, en cuanto a que sería muy positivo y totalmente necesario que se dispusiera en breve de un punto de recarga para vehículos eléctricos, les aseguró que es un verdadero problema y que de ser solucionado, contarían con muchas más visitas y reservas en general y por nuestra parte en particular. Agradeciéndoles su atención, confío tomen buena nota y me puedan informar cuanto antes de que ya disponen de este servicio para clientes con vehículo eléctrico.

Este Parador de La Granja como me imagino otros muchos esta magnificamente acondicionado, cuidado, limpió y atendido con un entorno tranquilo y agradable. La comida es buena bien elaborada y el servicio de comedor algo lento. El edificio es magnifico pero desconozco su origen. En definitiva imprescindible conocer.

Precioso Parador, en una privilegiada situación, junto con el excelente hacer de sus empleados.

El parador es muy cómodo y acogedor. El personal muy amable y profesional. Excelente atención en cafeteria, restaurante y spa. La situación es perfecta. Hay sitio para aparcar. El desayuno y la comida de muy buena calidad

Magnífico edificio, habitación confortable y bien climatizada. Personal profesional, amable y solícito. Buen Spa en todos los sentidos, siguiendo el protocolo Covid, estricto, pero sin agobios. Cumple las señas de identidad del Grupo Paradores: profesionalidad, amabilidad y servicios.

Muy agradable, un edificio muy bien restaurado, muy limpio.
El el restaurante muy recomendable buena comida y atencion.

El parador está bastante bien, las habitaciones son amplias, tienen unas buenas vistas y estaba todo muy limpio, el personal es muy educado no tienes ninguna mala contestación cuando les preguntas algo.
Acerca del spa, me parece que es muy poco tiempo lo que te dejan estar ya que tienes 1h es verdad que tienen deferentes actividades pero no las disfrutas al máximo ya que vas pendiente del tiempo.
El desayuno vale la pena ya que tienen diferentes productos a elegir la verdad que es un desayuno muy completo.

Me da la impresión que me han dado una habitación de peor calidad al hacer uso de la tarjeta 5 noches.
La atención buena

Tiene muy buenas instalaciones a la vez que muy limpias, la comida es excelente y el trato del personal es normalito. En recepción te informan muy poco ya que con las nuevas tecnologías del código QR tratan de suplir la información y no es muy eficiente.

Parador precioso. El restaurante muy bueno y el desayuno excelente. Personal amable y la ventaja de que el palacio está al lado.

Un parador totalmente reformado con unas instalaciones muy cómodas y un restaurante fenomenal. Además muy cerca se encuentra una fantástica electrolinera fotovoltaica donde poder recargar un coche eléctrico.

Estuvimos en la cafetería tomando algo. Muy amplia, bastante moderno para ser un parador. El jardín que tienen es muy bonito pero al ser invierno estaba cerrado. La cafetería interior tiene algunas mesas en las ventanas pero las vistas no son muy bonitas. Hay una parte de la cafetería al final, muy tranquila, donde hay un sofá y da la sensación de estar en un reservado. Aunque cada mesa tiene unos botones para llamar a los camareros da la sensación que no funcionan.

Las habitaciones son muy distintas unas de otras. Creo que la planta 3 es la peor. A mí me tocó la 3 y era muy justita. La tv de lado y la estructura para subir a la ventana lo ocupa todo. La ducha es un teléfono con poca presión (nada especial). El desayuno era un poco desastre. Mesas y mesas sin limpiar y el personal superado por la situación. Sí saben el número de alojados que van a desayunar no entiendo cómo no prevén el personal necesario para el desayuno. El edificio es singular y la reforma también. Un lío para encontrar la habitación. Pares en un ala e impares en la otra en un pasillo enorme y donde no encontrábamos nuestras habitación. Además, con una alfombra alta por todo el pasillo que te hacía muy costoso rodar la maleta.

Muy bien puesto hotel y muy agradable, las habitaciones de la planta 3 tienen ventanas en mansarda muy bonitas con vistas al pueblo y montes

El alojamiento perfecto y encantador. Todo muy cuidado a altura de paradores.
La cena en su restaurante escasa y muy sencilla nos decepcionó. Exageradamente cara para la baja calidad de la cena ofrecida.

Impresionante Palacio con una exposición de tapices de diferentes épocas. Preciosos jardines y con una red de fuentes de agua y estanques maravillosos. Digno de visitar.

Creo que es uno de los mejores paradores que he visitado. La decoración es impresionante. El claustro sobre el que discurren las habitaciones. La zona de desayunos es encantadora. El restaurante de diez. Las habitaciones muy cómodas. El spa. La piscina de verano.
El edificio impresionante y el entorno precioso. Una gran apuesta.

Lugar espectacular, habitaciones grandes y acogedoras. Edificio histórico precioso en un lugar incomparable. Única pega que le vi, 200 habitaciones y sólo 30 plazas de garaje, me dijeron que me buscará la vida. Como llegues en horario turístico es complicado aparcar

Para nosotros d 10. Pero en todo.
Habitación impresionante, Limpieza, personal. Bueno x poner algo, ya q la habitación es tan grande y para dos personas, otro silloncito hubiese estado muy bien. Pero aún así, d 10.

Hotel con una restauración espectacular. Comida del restaurante excelente, desayuno buffet muy bueno habitaciones grandes y un spa muy cuidado

No he estado alojado. Valoro el comedor y lo que he visto del edificio.
Encanto y servicio excelente al que nos tiene acostumbrados la cadena, tal y como esperaba. La comida me dejo un poso agridulce. Excelente los judiones (faltaría mas!)
Decepcionante, y mucho, el entrecot de ternera, para nada en los estándares de la cadena.

Un lujo de hotel
En general todo fue maravilloso desde la habitación cómoda insonorizada amplia hasta el servicio por parte del personal
La ubicación también está bastante bien céntrico y cerca de todo con muchos restaurantes y bares cerca para poder tomar algo cuando no estés allí la pena es que solo pudimos estar un día ya que es difícil coger un hueco en este hotel
volveremos

El mejor Parador que hay. Magnifica ubicaciòn, rodeado de unas vistas preciosas. La comida es excelente, el cochinillo y el cordero riquisimos.

Bello y espectacular, especialmente por el emplazamiento en que se encuentra, pero demasiado grande, y la mayor parte de las habitaciones no se ocupan. Además de ser carísimas.

Magnífico parador en un bello edificio del siglo XVIII que fue cuartel de los Guardias de Corps.
Agradable restaurante con una carta variada y bien elaborada.
Situado en un precioso pueblo que creció para dar servicio al espléndido palacio de la Granja y sus bellos jardines.

Muy buena localización.servicio de desayuno perfecto, habitaciones limpias y amplias, parador recomendable 100%. Spa increíble.

Las habitaciones mejorables, tranquilidad total, los precios en el hotel y los restaurantes de la zona donde ellos te recomiendan carisimos, yo tenia un SMARTBOX un regalo de mis hijos y cuando voy a salir me dicen que tengo que pagar 40€ por noche de suplemento, vergonzoso, cuando se lo cuento a mis hijos, a la vuelta, se pusieron las manos en la cabeza.ya no volvere mas.

De los mejores Paradores de España. Rezuma elegancia e historia. Debería ser obligatorio alojarse une noche allí. No te lo pierdas. Zubi.