Posada Real Sitio de Ventosilla

En general espectacular, el trato delos trabajadores de 10, el servicio de restauración 10 todos los platos exquisitos y esperamos pronto sea reconocido él chef pues selo merece y el servicio del camarero 10, también nos hizo de guía turístico y fue espectacular nos relató todos y cada 1 de los sitios tanto el palacete como la iglesia, la cual tiene un retablo de San Andres muy muy profesional, muy recomendable y volveremos pronto un abrazo desde VINOTECA C&J

Lugar de descanso inigualable,
personal amable y atento por demás, y en cuanto a la comida, simplemente un diez.

Penosa la experiencia, te manda por si quieres comer y cenar un menú y luego te ponen lo que quieren y además con sirven a todos los huéspedes a la misma hora, así que si tienes planes como nosotros que teníamos una visita a su bodega casi no podemos hacerla, pues no pusieron de comer hasta que la visita de la mañana no llegó. Calidad pésima tanto la cena como comida. Recomiendo comer fuera que las comidas que hicimos fuera disfrutamos pues el precio que pagamos corresponde a la calidad. Solo merece la pena dar un paseo por la finca y jardín del alojamiento

Magnifico trato por todo el personal, se nota que aman lo que hacen. La posada es sencilla pero bien equipada y la bodega merece la pena la visita

Un lugar tranquilo para descansar, muy bien atendido por Charo y M. Fernanda, encantadoras y muy atentas lo mismo que el resto del servicio

Un lloc tranquil, molt agradable, net i el personal encantador. Els pobles del costat preciosos.

Wonderful place. Maria is awesome! Needs more TLC. Make wine/food pairings. Food is very basic.

Acogedor, atención del personal sensacional, Mafe un encanto, y el resto también, cocina, servicio de habitaciones, todos, el desayuno fantástico, tienes donde elegir.
La habitación amplia, cenamos una noche y fue espectacular.
Ideal para desconectar, ver Aranda, conocer la ciudad, viñedos, bodegas o simplemente desconectar de lo habitual.
Volveremos a un Real sitio

Toda una experiencia poder alojarse en un Real Sitio con tanta historia entre sus muros, por donde pasaron personajes como Isabel la Católica, el rey Felipe III, la reina Margarita de Austria, Lope de Vega, el Duque de Lerma o Rubens, quien pintó aquí su famoso retrato ecuestre del Duque que puede contemplarse en el Museo del Prado. Ideal para descansar en su bien surtida biblioteca, disfrutando de su excelente cocina y, por supuesto, de sus vinos. Solamente se echa de menos algún cuadro o detalle decorativo más en las paredes de sus salones. Y lo mejor, la inmejorable atención de todo el personal, Mafer, Charo, Tina, Natalia, Merche (perdón si me olvido de alguien). Totalmente recomendable su "planazo" que, por un precio increíble, incluye, además del alojamiento y la restauración, la visita a la Bodega PradoRey y al centro El Cotarro (toda una agradable sorpresa).

Lugar histórico y majestuoso. Muy confortable y acogedor.
El personal nos hizo sentir como en casa y transmiten una pasión por el entorno y la posada como parte de ellos. Nos encantó y volveremos.
No dejéis de escuchas la historia que guarda la Posada.
Gracias por hacer nuestro viaje perfecto.

Solo le pondría un pero algunas habitaciones necesitan un arreglillo, pero es un sitio excelente para coger fuerzas y desconectar. El personal maravilloso te sientes como en casa y a través de ellos puedes contratar visita a la bodega Prado Rey ya que todo pertenece al mismo dueño, os lo aconsejo es una maravilla.

Lugar tranquilo y con buena calefacción. El edificio es muy bonito, habitaciones sobrias pero acogedoras. El desayuno bien, con algunos productos propios de la bodega

Bodega pequeña, buena atención, cata increible de las mejores catas que hemos estado. Sitio para repetir.

Buenos vinos de la ribera del Duero, excelente comida, excelente todo, para repetir hasta la saciedad

Hotel estupendo. Es un caserío muy señorial y tiene un servicio muy amable. Te ponen todo tipo de facilidades para el check-in (sin tener por qué), así como para tomar unos vinos en el precioso y recogido bar, tipo bodeguita. El desayuno fantástico y las habitaciones limpias, amplias y cómodas. Las salas de estar son cómodas, rústicas y cálidas. Todo genial, y además los vinos de Pradorey están bastante buenos, así como el queso que ponen en el desayuno.

Muy tranquilo y relajante. Buenas habitaciones con cama preciosa. Desayuno correcto y trato muy agradable. Gracias Charo. Volveremos

Siempre repito porque me tratan de maravilla y tiene todo el encanto para poder desconectar y disfrutar de todo lo que uno puede buscar por esa zona. Ideal para poder pasear, hacer enoturismo, usarla de base para visitar lugares del entorno, Sitio 10.

Emblemático lugar de la Ribera del Duero, en una finca de 3.000 hectáreas con viñedos y vacas de las que hacen un queso espectacular, además tienen un aceite de Oliva propio riquísimo.
Merece la pena para una escapada en medio del campo.

Recomendable visita a la Bodega PradoRey junto con la comida en La Posada Real, sitios interesantes de conocer con todos los sentidos, pero el mejor el olfato (Bodega) y el paladar (La Posada).

Elegante edificio. Habitaciones sobrias estilo "monacal". Buena atención. Además de los viñedos hay explotaciones ganaderas que a veces hacen que lleguen olores.

Un sitio tan espectacular como acogedor, ideal para descansar, comer bien y respirar aire puro, no te arrepentirás

Sitio tranquilo, habitación muy grande y cómoda, personal Muy atento y agradable.
Como negativo que Esta un poco alejado del pueblo y moscas “cojoneras” a Gogo.
Visita a la bodega incluida (muy recomendable)
Tiene piscina y parking.

Encantadísima con el sitio. Muy limpio, muy acogedor, el personal muy bueno y las instalaciones estupendas

Un sitio encantador donde revivir el siglo xvii. Un entorno relajante entre la finca y el viñedo donde disfrutar di un buen vino de Pradorey. Personales acogedor y trato estupendo

Junto a las fincas-viñedos. A tan solo un Km de las bodegas Prado Rey. Tranquilo. Clasico y acogedor. Buen trato. Perfecta combinacion de alojamiento junto a la visita bodegas. Ocio para niños tambien. Sala acogedora con TV y libros variados. Desayunos. Wifi. Aparcamiento. Por la mañana: pajaritos cantando, el mejor despertar. Buen desayuno. Habitaciones necesitarian mano pintura y algun que otro retoque pero se esta a gusto.

Una de mis mejores experiencias de viaje de fin de semana. El Palacete es una maravilla, muy cuidado y muy limpio. La comida de mucha calidad y el personal muy amable y atento. Repetiría sin lugar a dudas. Efectivamente probar el queso es imprescindible y también la visita a la bodega.

Trato muy agradable y ambiente familiar. La visita a la bodega, absolutamente recomendable. La única pega es que le llega olor de purinas y, hasta que te acostumbras, no es agradable.

La comida es un lujo. El vino es lo mejor. El queso es imprescindible. Pasar la noche en la posada es un planazo romántico.

Excelente la visita con cata a la bodega Pradorey. Las personas que te atienden y enseñan encantadoras

Situada en plena naturaleza y dentro de la Finca con los viñedos de las Bodegas de Prado Rey. Un trato muy cercano y familiar (En especial el que te dispensan Arantxa y Charo). Ideal para descansar, comer casero y visitar las Bodegas y los restaurantes y municipios de alrededor. Recomendable 110 %.

Espectacular desayuno, buena cena y mejor atención de su personal.
Habitación doble, austera, que cumple con el cometido.
No dudes en llevarte queso del que hacen allí.
Muy recomendable para ir con amigos y pasar noche jugando a las cartas y tomando unas copas. Es un sitio muy original.