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Muy sucio y falta de personal! La sra que atiende en barra bien y mucho pera ellas sola. Dos cocineras que una de ella se baja la mascarilla pero otra ni se la pone, cuándo se percata de que la vemos cierra la ventana por donde salen las comandas.restaurante El Ventorro
Estación de servicio con dos sistemas diferentes para el lavado de coches. También han puesto aspiradores nuevos junto al túnel de lavado. Tiene muchos surtidores, por lo que se respuesta bastante rápido. También el reportaje lo hace personal de Repsol. Dentro tiene una tienda básica con pan del día.
Cada viaje que hago Asturias-Málaga es parada obligada. Siempre buena atención, sea la hora que sea, y se come muy bien y a precio económico. Menú de cena 7€
Muy bien ubicada y de fácil acceso. Amplia oferta de servicios añadidos al de repostaje y todos de muy buena calidad así cómo la atención del personal. Excelente
Me gusta esta gasolinera, empezando porque estas atendido y no te manchas las manos de gasolina, la tienda está muy limpia y los servicios igualmente, sin ningún problema. Volveremos seguro. El restaurante está bien, tienen buenas carnes rojas y muy bien atendido por las camareras. El café por poner un pero algo fuerte pero es por poner un pero.
Area de servicio que consta de parking para camiones, gasolinera, tienda y cafetería/restaurante. El trato de las camareras y la rapidez del servicio ha ido mejorando desde las últimas ocasiones que paro allí, casi siempre que paso por la A-66 suelo parar a desayunar, ya que es un sitio que queda bastante a mano para proseguir camino. Si no quieres desviarte mucho de la A-66 y vas dirección Cáceres, te lo recomiendo por lo menos en el desayuno, que es lo que yo conozco.
Las tostadas ridículas y caras. El sándwich de jamón y huevo estaba bien. Lo que nos dejó alucinados fue la suciedad. Gente limpiándose cada orificio de su cuerpo en los lavabos e incluso los pies. Las mesas pegadas unas a otras, muy incómodo, no cabía nada. Cuantos más clientes mejor parece, pero la calidad del servicio y la comodidad es horrible. Los trabajadores correctos. En general la sensación de hacinamiento y suciedad (especialmente los baños) es horrible.
Bueno he estado un rato esperando a que la señora camarera me encargará en cocina una ración de croquetas fíjense qué sencillo se ha limitado decir entre un señor y yo que quién estaba antes y se ha fiado de lo que le ha dicho el otro señor cuando yo estaba antes que él. Por tanto he decidido irme a otro sitio a comer. Una pena la hostelería en este país
Mala experiencia de desayuno con sándwich mixto a 4€, pan pasado, jamón y queso inapropiados para un mixto y lo peor, sin pasar por la plancha, solo un poco de tostado que hace que todo el sándwich este frío. Fatal no lo pidáis, malo y caro.
La cocinera apoyada en la barra huntando el dedo en una tarrina de miel y chupandose el dedo, asique dentro de la cocina no quiero imaginar que hará. La simpatía de las camareras brilla por su ausencia aparte de ponerse a fumar en la misma puerta de los clientes y estar con el movil en la barra.
Me pedí un bocadillo de jamón y me costó más caro que un entierro en Chicago y eso que estaba más duro que los cuernos de un señorito. Menos mal que tuve reflejos y lo pedí de jamón serrano, si llego a pedirlo Ibérico tengo que darles las llaves del coche y venirme andando.
Buen sitio para una parada en tu viaje. Tienen bar restaurante y tienda de gasolinera. El Café esta rico y la atención suele ser rápida si no está muy lleno. Por lo demás es una gasolinera normal y corriente que no tiene nada que no tengan las demás. Si te pilla en el camino, buen sitio para hacer una parada
Segunda vez que paro a comer y segunda vez que me decepciona. Poco orden en el salón, mucho tiempo de espera entre platos (siendo menú). Se pierde mucho tiempo en la parada.
Paré para desayunar y me tuve que ir sin conseguirlo. El bar estaba medio vacío, pero todas las mesas sucias y sin recoger. Las dos camareras iban de un lado para otro sin atender a nadie en realidad. Harta de esperar, me fui a la tienda de la gasolinera. Cuando pagaba la bollería industrial a la que me había resignado, pregunté si tenían máquina de café y me remitieron, muy amables, a la cafetería nuevamente. Un desastre. Se aprovecha de que es el único área de servicio en muchos kilómetros.