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Un correcto restaurante. La sopa de ajo exquisita, los patés de setas muy interesantes y los torreznos decepcionantes y fríos. Hay platos estandarte que, o se sirven perfectos o mejor no sacarlos. Los precios no son económicos. Y por supuesto el entorno en que se ubica resulta encantador.
Venia a Calatañazor con la esperanza de encontrar el tambor de Almanzor, pero me tope con unos torreznos.y me desvie del objetivo.
Los torreznos.de sobresaliente y si a eso le añadimos que los degustamos en un dia soleado en la terraza de La Casa del Cura escuchando de fondo el rio Milanos.de matrícula.
En la comida más cantidad en los platos, el entrecot va con hueso y salado, no hay menú del día, pagas lo que pidas de la carta y las bebidas aparte, el precio elevado por lo que ponen. Hay solo este y otro restaurante, se aprovechan de ello en los menús.
No se si tuvimos la suerte de ir época de setas pero la carta estaba llena de ellas y eran maravillosas todas. De la carne no puedo decir nada pero de lo que a mi me gusta me cebé por poco dinero y eso vale cinco estrellas
Encargamos cordero lechal para comer el sábado pasado. Tras esperar un buen rato nos traen 4 trozos de carnaza, cuando en la mesa de al lado les ponen paletilla y costillas. Obviamente era del mismo cordero. No se si siempre lo hacen así, pero no hay color de comer jugosa paletilla o costillas a comer trozos de carnes secos. Podían repartir lo bueno y lo menos bueno entre todos digo yo, porque si nos avisan que iba a ser así pedimos otra cosa. Eso sí, lo cobran igual que la carne jugosa. No volveremos.
Maravillosa decoración y deliciosa comida, pero el camarero tuvo un detalle muy feo con nosotros, nos sobró torreznos, nos dio pena tirarlo y lo compartimos con unos amigos de ruta en otra mesa y se le cambió su carácter totalmente, fue algo violenta la situación no volveremos
Tuvimos que esperar desde la hora en que teníamos reserva hasta que nos pasaron a nuestra mesa. Los platos tardaron en llegar bastante. He de decir que en Calatañazor solo hay 3 restaurantes y ese día había más gente visitando el pueblo al ser festivo. La carne regulera, seca y con poco sabor Las migas nos decepcionaron un poco Precio alto para la comida que pedimos y nos decepcionó bastante (a parte de lo anterior) El restaurante muy bonito y con unas vistas muy chulas en la terraza. Si decidís ir reservad con tiempo y mucha paciencia.
Local, bonito y acogedor local con decoración morisca y rustica. Atención;Muy buena atención por parte de todo el personal, muy atentos, fue el único restaurante que nos dio de comer a las 16;00, fue una muy grata sorpresa acabar aquí Comida;Relación calidad precio buenísima, comimos un cuarto de cordero, delicioso! La salsa está súper sabrosay un revuelto de hongos y setas exquisito, y una botella de vino 13 linajes, y una tarta de queso casera muy rica. Volveremos sin dudar, comida perfecta. Muchas gracias
Comimos fenomenal, torrezno, migas, judías pintas, chuletillas de lechal y postres caseros (natilla y tarta de queso con frambuesa) Cantidad muy aceptable, precio económico (me sorprendió). Volveré
Lugar acogedor, con una carta variada y precios asequibles. Algunos platos nos han encantado como el entrecot de vaca, y otros no nos han gustado nada como la ensalada de boletus, que estaban muy fríos los boletus. Las chuletillas y la tarta de queso normal, buenas. Precio por persona entorno a los 25-30 € en función de si se comparte postre o no.
Fuimos de turismo en Noviembre y es el unico sitio que encontramos abierto. El local muy acogedor, rustico. El servicio bueno y los productos tambien buenos. El aseo bastante desactualizado desentona del resto. Desayunamos muy agusto 2 cafes con leche, tostada con mantequilla y mermelada y mouse de tomate, bizcocho y madalena, 6 euros y pico.
Lo que comimos estaba rico y bien presentado pero, cuidado, en la carta te ofrecen degustación de patés de setas (tres variedades, 3!) a 11'50€. Pues bien, nos sirvieron dos (2), nos cobraron los 11'50€ como si hubieran sido tres y cuando pedimos una explicación solo encontramos balbuceos y una huida en toda regla. Un detalle muy feo.
Buen restaurante, muy bien cocinado el cordero lechal. Buena atención y precio razonable para la calidad de comida. Puedes comprar chorizo, queso y salchichón en el mismo restaurante. Muy contento
Los camareros malísimos, tardaron muchísimo en servirnos y se equivocaban en las comandas de las mesas. El precio excesivo para lo que comimos. Sin duda no volveremos
Este restaurante de deriva a otro llamado La Casa del Cura. El restaurante tiene terrazas e interior pero a pesar del calor sofocante no se nos ofrecio el interior y esto era el preludio del desastre. Pedimos la degustación de pates que no eran pates si no mousse de diferentes setas que personalmente no recomiendo. La cecina estaba seca tanto q tuvimos q pedir aceite extra (en vez de servirnos el de oliva trufado con el q se servia nos dieron un monodosis de ensalada). La ensalada de escabechados no esta mal. Como plato principal pedimos trucha escabechada y fue un desastre. La trucha habia visto la vinagre por foto y conocia la sal por correspondencia. Parecia mas una trucha hecha en el microondas que un escabechado, totalmente insabora, una decepcion. De postre cuajada con miel, otro pasable. Y empezo la tormenta con truenos, los toldos de la terraza empezaron a emparse y caer agua tanto q tuvimos q levantarnos para no llevarnos una ducha. Pero los camareros ni inutarse ni disculparse ni dar opciones. Un lugar para el olvido.
Restaurante con cocina casera. El mejor torrezno que he probado en mi vida lo hacen aquí. Es otra dimensión. Los asados también están bien. En general, toda la comida está por encima de un nivel medio. Y los precios no nos parecieron nada caros.
Hola, No teníamos pensado hacer ninguna reseña, pero me han enviado un mensaje de Whatsapp animándome a hacerlo y pienso que igual sí merece la pena hacerlo. Fuimos el pasado marzo, el día 22. Llamamos ese mismo día por la mañana a un restaurante llamado Casa del Cura y nos reservaron una mesa para comer allí. Somos una pareja con una niña recién nacida (3 meses tenía). Aquel día era lluvioso y con mucho viento. Cuando llegamos a casa del cura, no estaba abierto, no había nadie ni ningún cartel. Nosotros intentamos entrar por distintas puertas (al menos 3) subiendo y bajando escaleras con el carro lloviendo y con la niña pasando frío y mojándose. Llamamos al teléfono donde hicimos la reserva 1 hora antes y no contestaba nadie. Tras 5 minutos en los que no vimos señales de vida, fuimos al restaurante de enfrente a preguntar. El restaurante era Calatañazor. Entré y me encontré a dos hombres que ni me respondieron cuando les pregunté, dando golpes en el suelo (parece ser que estaban arreglando algo, eran obreros, pero no tenían ni mascariila, ni educación). Luego salió una chica y me dijo que el restaurante del cura estaba cerrado. Que eran los mismos dueños y que nos arreglaban una mesa jutno a los obreros dando golpes que ya terminaban. Por cierto, también sin mascarilla. Le dimos las gracias por su tiempo y nos fuimos sin comer al hotel. Creo que nos podrían haber avisado de algo cuando llamamos por teléfono y nos reservaron la mesa. Muy decepcionante teniendo en cuenta que las espectativas eran mínimas.
Muy antipáticos, si pides agua te dicen que no, que tiene que ser embotellada (cuando el agua de grifo en esta zona es excelente, y además les iba a haber hecho gasto en vino y cerveza por otro lado). Muy mala experiencia
Visitamos el pueblo un lunes por la mañana. Era el único restaurante abierto. Fue genial encontrar esa opción. Todo lo que comimos estaba bueno, la ambientación, agradable y la atención, esmerada. Muy a gusto.
Comimos justo enfrente en la Casa del cura, pero es de los mismo dueños, con la misma carta. Nos sentaron en la parte de arriba al lado del radiador, cosa que agradecimos mucho por el frío que hacía. Comimos la sopa de ajoarriero, alubias pintas, entrecot y chuletillas de cordero, todo riquísimo, bien atendidos y muy buen precio.
Una gran terraza muy acogedora, aunque con demasiadas mesas para el servicio de camareros. Lo que conlleva a prisas y un poco de desastre para cumplir los turnos de comoda. Comida aceptable sin sorpresa algu a que la destaque delr esto de la zona.
Restaurante muy agradable, con muy buenas vistas. Una relación calidad precio muy buena. El sitio lo merece pues el pueblo es una preciosidad, encaramado en lo alto de la montaña
El Restaurante es rustico que acompaña con la zona en la que esta situado. El servicio de los camareros es muy correcto y agradable. La comida es lo que me decepcionó, el revuelto de setas estaba bueno y el pan rústico caliente un puntazo, pero lamentablemente las carnes eran de muy mala calidad. Calidad - cantidad - precio algo justo.
Hay dos chicos marroquíes que no te dicen que hay mesas en la terraza para tomarte un vino después de comer para no tener que limpiar las mesas y estando la terraza llena a las 17: 30 no te dejan entrar al baño porque está cerrado sin embargo el chico de la barra genial
Hemos pasado un estupendo fin de semana en Calatañazor y la verdad es que hemos vuelto a casa encantados con todo. El pueblo tiene un encanto especial y la comida buenisima. Los hongos a la plancha, las carnes rojas, el cordero y que decir de los pates de distintas setas y los postres caseros (en especial, los helados de turron, de chocolate y menta y de miel). En cuanto a los precios, muy buena relacion calidad-precio. En definitiva, un sitio al que merece la pena volver. El unico pero, la habitacion en la que nos hospedamos que quizas era un poco justa. Pero con esos precios tampoco se puede exigir demasiado. Volveremos
Comida exquisita, buen servicio, la terraza tiene una vistas espectaculares y su personal muy profesional. Hemos ido varias veces y repetiremos sin duda
Restaurante asequible con terraza y bonitas vistas. La atención de los camareros fue buena, aunque se les notaba a veces un poco desbordados. Raciones correctas. Comimos un lomo embuchado y unas alubias que estaban bien, la ensalada de boletus sabrosa y unos postres ricos. Relación calidad precio correcta para encontrarse en un pueblo muy turístico.
No recomendable. La terraza sucia no, lo siguiente. Y cuando preguntamos si la podían venir a limpiar nos han dicho que no limpiaban. Total, un desastre que no había por donde cogerlo.
Estuve el 27 de agosto viendo el pueblo y comiendo ahí me gustó por la variedad y la rapidez que te atienden la gente está de paso y no pierde mucho tiempo en la comida
Restaurante con amplias terrazas en dos alturas con muy buenas vistas. A pesar de ser un miércoles el restaurante estaba lleno, es un pueblo muy turístico. La atención de los camareros buena.
Cada camarero parecía que servía a un restaurante diferente. Nunca te atendía el mismo, uno te ofrece unas cervezas y ves que otro camarero sirve otras. Camareros muy despistados y desganados. Calidad media-baja. Falta de implicación a la hora de servir y presentar platos. La cuenta un despropósito, nos han cobrado 2 postres y un café de más y no se han disculpado en absoluto por ello, lo normal.
El hombre nos ha caído genial! Nos pusimos en ka terracita tan agusto. Pedimos torreznos y migas. Muy buena calidad, rapidez y muy profesionales, lo recomiendo. Un sitio muy chuli en un pueblo precioso
Hemos estado alojados en Semana Santa en el Mirador de Calatañazor, a media pensión y desayunábamos y cenábamos todos los días en el Restaurante Calatañazor (son los mismos dueños). El desayuno completo: zumo, cafe o leche, embutido, mantequilla de la zona, mermelada casera, tostadas de pan de hogaza, tomate+aceite+sal y dulces caseros, completo y correcto. Las cenas caseras, platos con productos de la zona y variadas. Dan a elegir entre 3-4 primeros y segundos y van variando cada día. Hemos quedado muy satisfechos tanto con la estancia en el Mirador como la media pensión en el restaurante. El pueblo y la zona muy bonitos, al ser época festiva, con mucho turismo, pero merece la pena pasear por él, descubrir sus rincones, visitar las ruinas del castillo y probar la cocina en los restaurantes de la zona. Repetiríamos con gusto, lo recomiendo.