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Local céntrico, no muy concurrido (es martes de septiembre) y bien atendido. Comida estupenda: gambas con torreznos, zamburiñas, judías con almejas y chuletillas. El postre que tomamos, tarta de limón, sólo pasable. El precio acorde, 80€, dos personas. La atención buena. Local muy recomendable.
Mi esposa y yo pasamos por allí una noche de septiembre entre semana, con la esperanza de probar la auténtica cocina local. ¡No creo que puedas equivocarte mucho si un restaurante está lleno de lugareños! ¡No nos decepcionó nuestra experiencia! Teníamos el entrante de gambas y jamón, seguí con Bacalau con ajo y pimentón, mi esposa pidió el solomillo de ternera regado con un Vino Tinto local. Recomendaría nuestra excelente experiencia a cualquiera que tenga 5 estrellas.
Muy muy bien. El cabrito perfecto. El rape muy bien también. Las gambas con chicharrones.las prefiero al ajillo. El tomate de la tierra con frejoles riquísimo. La morcilla muy bien, y el servicio impecable. Todo esto con precios muy razonables. ¿Que más quieres?
Un buen restaurante de cocina tradicional pero algunos detalles son mejorables: aire acondicionado que no funcionaba correctamente y servicio algo lento. Lo compensa con creces la calidad de la comida y el precio moderado. Volveremos.
Pedimos calamares y las gambas con torreznos de entrantes. De segundos escalopines y filete de vaca. Todo muy mediocre, lo único salvable los escalopines. El filete de vaca, sabor normal y tirando a frío. Hasta las patatas estaban tirando a malas. Postre y café no pedimos por la decepción de lo ya pedido.
Respecto al servicio, según llegamos un paisano que le siguiéramos indicado por gestos sin casi hablar. Otra camarera se llevó el aperitivo de 4 rodajas de chorizo cuando quedaban 2 para ponerlo en otra mesa. No te dejan carta física para pedir y te lo dicen todo de palabra teniendo que elegir en el momento. En general definiría el trato como pobre, cutre y menospreciando por ser una pareja joven y pensar que somos pobretones.
Respecto al precio 82 euros en total pidiendo un vino de 37.5 cl que costaba 17 euros, así que considero bastante caro porque el nivel de la comida no lo merece.
Desde mi punto de vista personal es un sitio sobrevalorado y no volveré basado en el trato recibido y la calidad de la comida.
Amabilidad y calidad. Las patatas a la importancia de las mejores que he comido. El rape imprescindible y las gambas con torresnos espectaculares. Un placer
No vivo en León. Estuve comiendo un día y me ha gustado mucho. Todo muy rico, calidad y buen cocinado, además nada salado, muy difícil de que sea así. En la mayoría de sitios, todo muy salado, incluso pidiendo. Los camareros muy profesionales y amables. Es cierto que al pedir carta, te dicen que te la puede cantar, pero es tan sencillo como decir que preferimos carta, porque obviamente esa persona no te puede decir todos los platos y mucho menos los precios, cosa que salvo seas millonario, es algo imprescindible. Yo como vi la carta en la entrada, hice mi elección y no fue necesario que me la diese. Respecto al pan, si que fue caro y fue lo único que estaba mal, muy seco. Pero cuando te traen la cesta, si no comes pan, dices que lo retire, aunque no se cobre. Desde luego lo recomiendo, volveré en mi próximo viaje a León.
No te puedes marchar de León sin conocerlo. Es uno de los restaurantes de referencia en la ciudad, magnífica relación calidad/precio. Será uno de los buenos recuerdos que te llevaras de tu paso por León.
Un arroz con leche espectacular. En general, estaba todo muy bueno y la atención excelente. Lo recomiendo. Nos pareció un sitio tradicional y muy familiar.
Trato exquisito con celiacos. Pendientes de todos los detalles para que puedas comer tranquilo. Además puedes comer casi todo lo q hay, postres incluidos. Ha sido una tranquilidad y un lujo, tanto la formación del personal como la variedad de platos disponibles y la calidad de los mismos. Volveré mil veces
Soy de la Rioja. Hemos estado hoy 5 personas comiendo y he de decir que espectacular. Atención del personal, presentación de platos, calidad de producto. Todo muy bien. Espero volver.
Fui con mi pareja a cenar y la verdad que al principio todo bien hasta que apareció el Jefe, no he visto a tio más seco y con cara de pocos amigos que él. Daba hasta miedo pedirle cualquier cosa, el trato por su parte fue muy desagradable, sin embargo, el chico joven que nos atendió fue todo lo contrario, muy amable y atento. Las croquetas de "Jamón" eran como hormigón armado y no sabían a nada. Es la primera vez que estábamos deseando levantarnos e irnos. No lo recomiendo.
Producto local de calidad. Agradable atención y profesionalidad. Todo lo que hemos probado es SIN DUDA, lo mejor. Buen precio. Si estáis por Leon o sois de la zona, no os lo podéis perder. Repetimos dos noches seguidas.
Comida familiar, tradicional y de calidad. Platos elaborados con esmero, cantidades muy correctas y sin descuidar la atención, excelente durante todo el servicio. Dejaros recomendar y disfrutad de un imprescindible en León! Pedimos 2 platos para compartir, un principal, vino y postre y salió x unos 45€/pax.
Todo lo que esperas de un imprescindible de Leon.comida excelente a precios razonables. Platos tipicos como sus boquerones y gambas con torreznos no pueden pasar sin probarse. Ambiente familiar de toda la vida. Nos sentimos como " un bebe en brazos". Volveeremos
Riquísima morcilla, las croquetas caseras también buenas y el pulpo. Quizás algo ajustadas las raciones pero muy buena calidad. Zamburiñas en su punto justo muy buenas. Lo que menos me gustó fue la tarta de queso aunque por el sabor la leche se notaba que era buena
Surrealista. No había ensaladilla pero si que había. Cómo iba a saberlo el camarero.jajaja Había alcachofas pero no había cómo iba a saberlo el jefe. Jajaja Voy a darles dos estrellas porque creo que estaban desbordados al ser el Día del Padre. Por lo menos me reí un montón. Volveré a ver sii lo saben hacer mejor.
El lugar muy bien ambientado, la comida excelente muy rico todo sin exceso ni en sal ni en aceite (en lo frito). Producto de calidad a un precio razonable. Comimos raciones a compartir y guiados por el camarero acertamos en la cantidad. La estrella que falta es porque los camareros de mayor edad estaban poco atentos en general, el chico joven sin embargo era encantador y siempre dispuesto.
Uno de los mejores lugares a los que he ido. La comida riquísima, raciones generosas, ambiente acogedor y el servicio estupendo. Nos sirvió un joven llamado Blas muy simpático y atento. Sin duda volveríamos otra vez.
Restaurante familiar, con comida deliciosa y un trato amabilisimo. Recomendamos la morcilla, las anchoas, el cabrito, las gambas con torreznos.etc todos los postres caseros.
Hemos estado comiendo. Todo exquisito, el camarero de la barra súper amable. Precio razonable. Cantidades razonables. Una gozada, si volvemos repetimos. Muy recomendable
Se trata de un lugar con una cocina tradicional, donde se mima la calidad en el producto, en la cocina y en el servicio.
El pulpo, las alcachofas y las croquetas espectaculares. Personalmente elegí cabrito de plato principal y, al igual que el pulpo, estaba en su punto perfecto de ternura y sabor.
Los postres, espectaculares, a destacar el tocinillo.
Mi experiencia, en su momento, Fué totalmente agradable, tanto por parte del servicio, como por la comida, exquisita. Tengo ganas de volver. Recomiendo este lugar de tradición que ha pasado a través de la familia. Felicitaros y seguir así. Un saludo.
Un local emblemático de León donde disfrutar de un buen vino y una tapa muy original. Las medidas anti covid bien implantadas. Los camareros son super amables, cuando llegamos no había sillas para sentarnos en la terraza que era donde mejor sé estaba y las sacaron de dentro del restaurante con toda amabilidad. Sorprende sobre todo el pincho de gambas con torreznos. Invito a todos a que lo probéis. Está muy rico y no es nada conocido.
Perfect service, great food. We can't recommend it enough. The wine recommended (Van Gus Vane) was an eye opener to a whole new region, that I didn't know before.
Restaurante de comida tradicional con bastante calidad y buen servicio, el local engaña por fuera parece más pequeño y cuando entras te van sorprendiendo diferentes salas. La atención y servicio es muy buena, aunque para mi que no te den una carta, para saber los precios, alergias, etc … no me gusta, aunque luego al tomarte nota te recomienden los platos que tienen más interesantes. Las raciones son abundantes y de buena calidad a un precio correcto, es un sitio recomendable que posiblemente vuelva en otro de los viajes a León.
He de reconocer que pecan de no ofrecer una carta y se lanzan a recomendar platos de los cuales no tienes referencias de precios. Es algo que cualquier restaurante ofrece como algo normal. Aquí no sabes por cuanto te saldrá la cena/comida. Yo con mi salpicón de marisco, cogote de merluza, mi sidriña, mi postre y mi menta poleo me salió por unos MAS QUE ACEPTABLES 34.40€. No hubo invitación de chupitos. Pero no es reprochable. Muy contento por lo pagado en relación con lo comido. Volveré.
He comido o cenado varias veces en este sitio, pero la última ha sido la última, la calidad en caída libre, el personal poco profesional (desde mi punto de vista), y las "recomendaciones" de la casa se las puede bien meter donde le quepa al dueño, porque recomendar comida para deshacerse del stock. Precio alto y ya no hay calidad.
Comimos hoy tres personas y todo perfecto una gran cocina, muy buen trato del personal totalmente recomendable eso si reservar que esta a tope de gente
Un lujo de sitio. Atención exquisita, con el Sr. Rafa a pie de mesas preocupado por si todas las comandas marchan bien y los comensales están a gusto con los platos solicitados. Hay restaurantes que presumen de uno, dos y hasta tres tenedores, y otros como este que no los necesitan porque todo el mundo sale satisfecho 100%. El único sitio del mundo que ofrece gambas con torreznos, una mezcla deliciosa que ofrece sin ostentaciones a precio super asequible. Y además, con Bea y Blas, mejor atendido te sentirás.
La verdadera Catedral de León está en casa Rafa, producto de primera tratado de la mejor manera, con cariño y mimo. Atención estupenda de Rafa, familia y empleados, un gustazo siempre que venimos.
Me encantó este restaurante, no hay carta, te dictan los platos que tienen. A nosotros nos pusieron una especie de menú degustación y estaba todo buenísimo.
Lo que más destacaría es la profesionalidad de su dueño. Todo un ejemplo a seguir. Todo el mundo muy atento en el servicio y la comida si te dejas aconsejar por Blas no te defraudará. Lo recomendaría a todo el mundo.
El sitio es de 10. La variedad de platos es muy buena. Todos los que he probado están realmente ricos; comida tradicional bien hecha y bien presentada. Los camareros muy majos y atentos. Y de precio muy ajustado a lo servido. Realmente recomendable.
Delicioso. Sin duda muy recomendable. La comida era casera, incluso los postres, de gran calidad. Lo mejor que he comido en mucho tiempo. No es barato pero acorde a la calidad y sin ser un abuso (3 bebidas, 3 entrantes, 2 platos principales, 2 postres por 65€).
Pues que decir. El mejor lomo que he probado en mi vida. Todo casero y recién salido de cocina. La atención inmejorable y con consejos para disfrutar una carta siempre del día. Sin duda el gran acierto en este viaje.
Vaya por delante que la comida estuvo muy buena, aunque se hubiese agradecido algo más de cantidad en los entrantes. Pero bien porque así puedes comer perfectamente el plato principal, que en mi caso fue cabrito y estaba muy bueno.
De postre nos pusieron un pijama. Nunca entenderé este postre.
El servicio tanto en barra como en sala, especialmente en sala, fue seco e incluso borde.
El comedor mal climatizado; pasamos mucho calor todos sin excepción.
Estoy seguro que en una cena para 2-4 personas todo sería diferente y mucho mejor.
Pero vamos, que si nos ceñimos a la comida y nos da igual el resto, muy bien.
El trato tan familiar, la calidad de sus tapas y comida y sobretodo disfrutar todo esto con una cerveza sin gluten y la posibilidad de muchos platos libre de gluten lo hacen de mis Restaurantes Favoritos.
El lunes 24 de junio fuimos a comer en familia a Casa Rafa y les doy las gracias por la atención prestada. Blas demostró ser un gran profesional y la comida estaba exquisita. Les recomiendo prueben y disfruten de este restaurante en Leon.
El restaurante casa Rafa se podría definir, en el sentido tradicional del término, como una casa de comidas, subrayando el sentido positivo del mismo. Empeza por ofrecer al comensal sus propios productos a viva voz, no necesita mostrar la carta. Con una elaboración fina sin caer en la tentación de la actual gastroquimica, destacando los sabores propios del plato, todo en su justa medida, el condimento no enmascara el frescor del alimento. Un lugar recomendable al que venga a visitar la catedral de León.
Importante saber que el restaurante no tiene carta; el dueño, encantador, explica todos los platos que ofrecen y recomienda en función de los gustos de los comensales. En nuestro caso probamos las anchoas, las croquetas, un plato de “conchas” que llevaba zamburiñas, mejillones, almejas y berberechos, boquerones fritos con jamón, gambas con torreznos y unos fritos de rape. Todos los platos riquísimos pero destacaría los boquerones, los fritos de rape y las “conchas”. Los postres, todos caseros, también muy buenos. El precio es más que correcto (31€ por persona en nuestro caso con vino y cafés). Muy buena opción sin duda.
Muy buena comida, la pega es q no tienen carta ni precios, el camarero te dice lo que tienen para comer dependiendo del dia y los precios son como la ruleta rusa. Una vez que ya has ido más veces te haces a la idea de lo que te pueden cobrar.