Este sitio web utiliza cookies para mejorar la experiencia del usuario. Al utilizar nuestro sitio web, usted acepta todas las cookies de acuerdo con nuestra Política de cookies.Aprende másOK
Mi puntuación define la relación calidad precio. Si estás pensando comer o cenar allí yo recomiendo mejor viajar a Punta Cana, el precio es similar y la experiencia me imagino que te guste más.
Muy buen asador. Los entrantes espectaculares, con unas croquetas de harina riquísimas. Pedimos comida a la piedra caliente y estaba deliciosa. También las alcachofas y las hamburguesas tenían muy buena pinta, y seguro el chuletón, un gran trozo de comida.
Despues de la visita guiada a su finca donde ver la cantidad de bueyes y como son cuidados, comer en el restaurante unas alcachofas, un carpaccio, un chuleton de buey madurado, carne a la piedra y sus estupendos postres. Una experiencia inolvidable e inigualable.
Uy, uy, uy, si no ponéis los precios en la carta. Mal asunto. Clavada segura. No hay que arriesgarse. Y efectivamente no he ido pero viendo las reseñas es súper caro un chuletón 330€? ! Y vino normal 67€? ! Alucinante, vamos que pagas el buey y el viñedo casi. Y si miramos en la reseña que hay en las nube. Lo dice todo del sitio
Ayer fuimos a comer a este restaurante, fuimos con las expectativas muy altas a la hora de probar el chuleton de buey. ¿Cual fue nuestra sorpresa? , carne dura y dificil de masticar. Respecto al servicio de los camareros, no te dejan comer tranquilo, constantemente una chica mirando como van los platos para retirarlos, parece que tienen prisa de que acabes. En definitiva por el dinero que se dejo en esa comida no merece la pena. Los hay mucho mejores y mas baratos.
Empezaré por la comida que es lo mejor, todo de calidad! La atención deja muchísimo que desear, les llamamos varias veces para que nos atendieran y éramos 2 mesas al principio, los camareros van todos corriendo, con platos calientes en la mano, todo un stress para nosotros los comensales, no te relajas, y para pagar lo que pagas creo que debería de ser una experiencia más tranquila. El salón huele muchísimos a humo, necesitan mejores extractores.
La visita a la finca ha sido genial, muy buena experiencia. Lamento no decir lo mismo del restaurante. Hemos estado muchas horas, tardaban en servir, y uno de los camareros era poco amable. Creo que por el precio deberían cuidar más el servicio.
Espectacular, simplemente espectacular. Comimos en la terraza, en la que además pudimos estar con nuestra perrita sin problema (avisando, claro). Comenzamos con las alcachofas con crujiente y huevo a baja temperatura y seguimos con el Steak Tartar. Hasta aquí todo genial; pero después la cosa no hizo si no mejorar con un chuletón que se nos caían las lagrimas con el punto exactamente como lo habíamos pedido. Postre, tarta de queso, buenísima, aunque me quede con ganas de probar los cítricos. Para otra ocasión, pues sin duda volveremos. Lástima no quedarme con el nombre de nuestro maestro de ceremonias, porque su servicio fue perfecto, un crack.
Sitio excepcional, carne muy muy rica, hacía años que no comía carne tan buena, desde mis épocas en Bilbao! Las raciones generosas, los platos para los peques completos y de sobra, las sardinas exquisitas y todo buen atendido, personal correcto a gradable (aunque se olvidaron ponerme un vino dulce que pedí) No es barato, pero merece la pena ir para darte un homenaje, cuando el bolsillo de lo permite.
El sitio es acogedor y bien decorado, buena bodega, el servicio es bueno pero nuestra experiencia con el chuleton de buey no ha sido buena, estaba casi quemado por fuera y la carne no nos pareció excepcional para valer 110 € kg, como va a corte un chuleton para prácticamente dos personas nos salió en 200 €, el resto correcto, steak tartar excelente, croquetas y alcachofas muy buenas, postres flojos.no repetiría experiencia.
Espectacular experiencia gastronomía. Empezando por la finca, que resulta 100% recomendable su visita por conocer la verdadera historia del buey y como se llega a conseguir el exquisito manjar de la carne de buey. En el restaurante el servicio de 10, el producto de 10 y la carne de buey de 100. Muy recomendable probar el carpaccio de fua y el steak tartar. El chuletón literalmente se deshacía en la boca, con una potencia de sabor inigualable. Repetiremos
Un producto único, he viajado y vivido en muchos países y el chuletón es inigualable. El servicio es muy profesional y a la vez, muy cercano. No es asequible, pero la buena calidad hay que pagarla, me parece justo.
Muy buena calidad y una gran atención. Cierto que Cada vez es mas caro, pero la relación calidad precio merece la pena. Buey de verdad y platos de calidad en un ambiente muy agradable. El steak tartar exquisite, de lo mejor que he probado nunca y el buey a la piedra una maravilla. Si te gusta la buena carne este es un restaurante a tener en cuenta. Los postres tampoco se quedan atrás. A destacar la tarta de queso, de la que soy gran fan!
Me encanta, por la calidad, por el servicio, por la atención de los trabajadores y por el ambiente que se respira desde el primer segundo desde que entras. Sin lugar a dudas el restaurante de referencia en el entorno. Pregunta por la vista a su ganadería de Bueyes, seguro que estarán encantados de enseñártelo y de dedicarte un momento personalizado para ti. Un 12 sobre 10.
Buena materia prima. Las alcachofas muy buenas pero de bote y el carpaccio de buey rico pero copia de otro del otro lugar de la provincia donde se puede comer buey. La carne de buey espectacular a 108€ kilo.
Trato excelente, sitio y entorno espectacular y qué decir de la comida… si eres amante de la carne roja y quieres comer calidad no puedes dejar de ir, y si no eres meatlover, no te preocupes que tienes muchas alternativas. Imprescindible
Impresionante experiencia de Jorge Guijarro y su plantilla, como siempre. Excelente chuleton de 2 kilos y medio largos. Punto de la carne perfect. Guiozas de rabo con un potente sabor. El steak tartar probablemente lo mejor junto con el chuleton.picante pero lo justo, sin perder presencia el sabor a carne. Tal vez lo mas flojo es el lechazo pero lógicamente no es un ligar para pedirlo… aqui se viene por y para disfrutar del buey. No os olvideis perder tampoco las sardinas. Muy finas y perfectamente aliñadas.
Es uno de los imprescindibles en España, para carnívoros. Buey en múltiples formatos. Productos de calidad máxima, y de los pocos restaurantes en los que aún el precio sigue siendo el adecuado para la calidad que te están sirviendo. Disponen de un Menú degustación para disfrutar, pero fuera de ese menú, personalmente me quedo con las croquetas por su sabor, suavidad y gusto, con el carpaccio que es pura armonía en la boca.y con el rey de la casa, el chuletón! El servicio, atento y próximo, y dispuesto a aconsejar en todo lo que se precise. Un gusto como siempre, comer aqui.
Es curioso que en la Brasería (posiblemente el bar más atractivo de Cuéllar) los precios y medidas de vinos y cervezas sean de los más asequibles de la localidad. En otros locales totalmente desfasados de caros y escasos
Exageradamente caro, los platos muy escasos. He pedido unas chuletillas de lechal 4 muy echas y las patatas fritas congeladas. Un solomillo un medallón con 2 patatas congeladas y queriendonos vender tomate de su huerta con cebolla roja. Los postres lo mejor. Pero no volvemos. En Galicia comemos un chuletón de buey de raza gallega por 23€ el kilo en la propia ganadería restaurante y no 65€ como se cobra en este establecimiento.
Recomendable. Nos trataron muy bien y a nuestros hijos también. Carne a la piedra de buey muy buena. Barato no es pero calidad precio merece la pena. Volveremos.
Es un restaurante especializado en carnes. Las hamburguesas están deliciosas y el sabor de la carne es maravilloso. También pedimos de entrada unos calamares a la andaluza y estaban muy buenos. Sin duda, si volvemos de paseo por Cuéllar regresaremos a este sitio.
Atención de 10, sitio encantador incluso la zona de barra, nosotros probamos las burguer y de 10, recomiendo pedirlas doble de carne porque ese sabor es otro nivel! Volveremos a probar de carta porque nos quedamos con las ganas! Super recomendable!
Una experiencia a muy alto nivel, una comida familiar que recordaremos. El steak tartar excelente, pero la chuleta de buey ha sido una de las mejores que recuerdo. Servicio impecable, una buena bodega. 100% recomendable.
Excelente restaurante. Gran calidad y atención inmejorable. Hemos sido atendidos con gran amabilidad y muy buen asesoramiento. Las recomendaciones de nuestro camarero han sido muy acertadas, nos han permitido disfrutar y conocer las especialidades de la casa: chuletón terrabuey, carne terrabuey a la piedra; también los entrantes: croquetas de jamon y de boletus, los dumplings y los postres, todo delicioso. Hemos quedado encantados. Tras nuestra visita a la finca Terrabuey hemos conocido algo sobre el proceso y trabajo que conlleva conseguir productos de esta calidad. Repetiremos!
La carne relación calidad/precio no es buena. Problemas a la hora de pedir una cantidad de carne determinada. Problemas con los precios a la hora de pagar. La atención no fue la mejor, por el precio medio de lo que hemos pagado hay sitios muchísimo mejores
Restaurante en Cuéllar de los propietarios de la finca Terrabuey. Como aperitivo lengua de buey escarlata. El carpaccio de buey con foie buenísimo y como no el chuletón de buey a la brasa espectacular. Sitio dedicado a la carne que no defrauda.
+Pros: + visita a la ganadería del restaurante gratuíta para comensales del restaurante + calidad de la carne -Contras: - Servício lentisimo y desordenado. Cuando empezaron a traer el plato principal aún no habían traído los entrantes. - Me pareció feo que el vino no lo trajeran a la temperatura adecuada (parecía recién sacado del frigorífico).
Dos horas esperando para comer los primeros platos. Cecina y carpaccio (complicación en su elaboración 0) Y otra más para servirnos una carne a la piedra que solo tenían que cortar y servir, por qué la cocinamos los clientes. Y como detalle y a modo de disculpa nos regalan tres postres para 12 comensales. Hay ciertos restaurantes en los que uno espera unos mínimos. La calidad de los productos excelente, por lo que le doy una estrellas; pero no compensa el haber entrado a comer a las dos y empezar a comer a las cuatro.
Buen sitio para comer buey de verdad. Tienen su propia finca (visitable) en el mismo Cuéllar. Muy atentos. A pesar de estar el local lleno nos cambiaron 3 veces la piedra para hacer la carne. Todo riquísimo.
No soy una gran amante de comer carne, pero reconozco que este lugar alcanza otra dimensión, el carpaccio espectacular, la carne a la piedra un placer, y la tarta de queso.una de las mejores que he probado.
Restaurante muy bueno a precio medio alto. Pedir una carne a la brasa (plato) y acompañarlo de patatas fritas. A mi gusto un poco "dejá vu" Al menos deberían preguntar si con patatas y pimientos del piquillo (por ejemplo)
Reservamos visita a la finca con comida nunca había visto animales tan grandes y tan bien cuidados, nos encanto! Impresionante! Nos trataron increíble …pero lo mejor fue la experiencia gastronómica con productos propios de la huerta … súper recomendable!
Nos ha sorprendido ha sido nuestra primera vez el restaurante muy comodo y bonito, el trato genial y la comida espectacular volveremos muy pronto seguro la pinta de la chuleta de buey era de 10 pero no nos atrevimos y todo lo que sugiere la carta apetecible.
Menú de degustación, para no volver. Fuimos a comer y a degustar un menú de 45 lereles. Penoso, realmente penoso: apertura, 1 ravioli de pasta fresca, para narices que hubiera sido pasta seca, pero es igual, duro, frío, sin sabor a algo, en 3 cucharadas de caldo de carne frío, tipo bobri. Cecina osmotizada en vermú, con mollejas y verduras. Cecina mala, dura, casi cruda, mollejas? Verduras insípidas sin sabor, cantidad ridicula. Todo frío. Mil hojas de cremoso con rabo de buey y cerveza negra, una galletita de 2 x 2 centímetros, lo más grande era el nombre. No aprecié ningún sabor. Guiso de buey, unas lascas de carne, tipo corazón o así, frías, con salsa y una serie de cosas raritas sin sabor, todo ocupaba 3 centímetros cuadrados. Frio y preparado de hacía tiempo. Sorbete de mandarina como cortante, otra ridiculez de 10 gramos en copa, con poco sabor mal definido. Plato principal, carne de buey a la piedra. Para no volver, una cantidad ridicula, era carpacio a la piedra, duro, con muchísimo nervio, no se justifica el precio. De verdad penoso. Postre, opera terrabuey, no puedo decir más que era una ínfima porción dulce, no reconocí ningún sabor. Y nevaditos, una especie de polvorón de 2 CMS de diámetro, sin ninguna gracia. Sumale 2 botellas de vino Ribera roble normalito, cobrado como muy bueno. El año pasado estuvimos y era diferente, buena calidad y cantidad. Este año, muy escaso, unas entradas con delirios de grandeza, malas y pobres. Un segundo de carne mala dura y con nervios, para no volver. Deberían dejar de pretender emular alta cocina y dar platos que por lo menos estén calientes, ah y la carne, aunque sea de buey, se tiene que poder comer, en una degustación no se puede dar carne para guisar.
La comida ha sido espectacular, los entrantes de 10: el carpaccio con foie, los huevos rotos, la cecina y de Segundo un chuleton de quitar el hipo. También tienen opciones veganas y para niños. Muy atentos y cordiales en todo momento. Lo único que desentona es la decoración: no es rústica ni es moderna: una mezcla un poco rara que no acaba de convencer. Los postres muy buenos. Calidad precio muy razonable, eso si, la cuenta sube un buen precio.
Aparentemente tiene muy buena pinta tanto el bar-restaurante como los platos pero estuvimos más de 15 minutos para que nos atendieran en la barra y ni se acercaron a decir nada y eso que nos miraron todos los camareros varias veces.
Carne a la piedra muy buena. No es barato, pero la calidad lo vale. Muy agradables. El fin semana está lleno (buena señal), pero si no has reservado, esperas un rato y ya.
Vaya timada el menú degustación. Por llamarlo de alguna manera. Platos enormes para poner 4 cositas insulsas y supuestamente hechas con Buey. La carne a la piedra. Vamos si me dicen que es ternera me lo creo y cantidad para un crió, eso si la cuenta como si te hubieras comido una vaca. Una tomadura de pelo, no se dejen engañar con estas tonterías de menús que son puro postureo y un timo.
Excelente la calidad de la comida y su elaboración, y, por supuesto, la atención. Además el sitio es bonito y bien cuidado. Somos clientes habituales, nos encanta!
Calidad muy buena tanto de comida como de trabajadores. Excepto un camarero que estaba enseñando a una chavalilla la cual por sus formas la ponía más nerviosa. Luego aparte se aprovechan de días de fiesta para subir la carta un 10% que eso no me parece ni medio normal. Yo las primeras veces que e ido lo había elegido como un restaurante al que ir más de una vez al mes. Viendo el sablazo que te pegaran en cualquier fiesta.lo dudo que vuelva
El local bonito. Los camareros tratan de ser agradables pero falta un poco de animosidad. La comida, sorprendentemente, lo mejor de lo que comimos no fue la carne, fueron las sardinas al limón (deliciosas) y las alcachofas (exquisitas). Los baños, bien. Los precios, caros. Lo feo, que te cobren una botella de 33cl de agua perrier al precio de una botella de 2 litros de solan de cabras (el tamaño si importa).
Servicio perfecto y muy buena carne. Volveremos sin duda. Si tuviera que mejorar algo trataria de mejorar la ventilacion porque cuando se sirven varias carnes a la piedra se queda el humo en el restautante.
Es una experiencia inolvidable. Atención 100 % agradable. Además si podéis visitar la ganadería previamente es ya el Sumun. Repetiremos los moteros de Castellón.
Lugar precioso, atención increíble y comida mucho mejor, solomillo de buey delicioso. Mi marido probó un menú degustación de buey y estaba todo estupendo. Recomendable 100%
Fuimos en plan familiar a comer el menú del Buey a sus jornadas. Inicialmente yo no llevaba ningún tipo de expectativa de comer, ya que soy algo especialita. He de decir que el menú fue fabuloso estaba todo ríquísimo y la atención de los camareros muy buena.
Muy agradable ambiente. Muy bien atendido. Carta extensa con platos muy apetecibles. Calidad de los platos muy buena. Relación calidad -precio correcta. Restaurante recomendable.
Un oasis en la parte menos visitada de Cuellat. Bonito el sitio, riquísima la comida y abiertos a pedir medias raciones de su carta toda apetecible. La atención un 10
Buena atención si no hay más comensales en el comedor. A medida que se llena, te van olvidando. Buena presentación de los platos y bien de sabor. Qué decir de la carne de buey? Mi recomendación es que la pidas si tienes un paladar tan exquisito que te compense. Estaba bueno el chuletón, pero pagar 92€ por esa carne para dos me convence de no volver a intentarlo nunca más, ni aquí ni en otros con precios similares. Por la tercera parte de ese precio he comido en muchos otros sitios chuletones con el mismo buen sabor, la misma ternura y que, posiblemente, no fueran de buey, pero eran fantásticos. Es esa relación calidad/precio la que decepciona; buena calidad pero a un precio desmesurado.