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La mejor manera de explicar la experiencia es: si vas por la zona.no experimentes en ir a otro, cualquier otro te decepcionará. Los claveles, tanto el bar como el restaurante es lo mejor de la zona. Pide la olla podrida si o si.
Es un sitio bastante caro para comer ya que las raciones no son muy grandes. Nos quedamos con hambre y pagamos unos 40 euros por persona. La calidad es buena pero las raciones pequeñas y un precio demasiado caro para estar en un pueblo.
Comimos unos amigos y estaba todo excelente, yo pedí olla podrida completa y me dí el lote. Después estuvimos en la terraza exterior tomando unas copas. Estuvo magnifico.
Sin duda, uno no puede pasar por Burgos y no parar en los Claveles. Es todo un homenaje para el cuerpo y para la mente. Cualquier elección que hagamos de la carta es un acierto, un éxito culinario de primer nivel. Enhorabuena a todo el equipo que hace posible este monumento a la gastronomía.
De mis sitios preferidos sobre todo los sábados a las 12, después de cuatro años haciendo pasar mis rutas por el lugar este año he tenido que hacerlo por el cantábrico, prometo que volveré, mi boca y mi cerebro se estimulan cuando me aproximo a la N120
Comida casera con una preparación de estrella michelín. Rica, sabrosa y bien hecha. Sergio nos aconsejó muy bien los platos a elegir con mucho talento y amabilidad. Capricho de lechazo y chuletillas. Riquísimas.
Comimos lo típico del restaurante, olla podrida, y la experiencia no pudo ir mejor. Alubias a repetir y sacramentos (carne, oreja, chorizo, morcilla.) de sobra. Con postre y vino, un ribera de 9 meses, nos salió a 30 euros por cabeza. Se repetirá
Local donde degustar unas buenas alubias negras (de Ibeas) con su olla podrida. Por cierto tengo que decir que Olivia atendiendo la mesa (éramos 8) estuvo fantástica, gracias a ella la comida la disfrutamos doblemente
Pues tiene un diseño muy bonito y diferente y una amplia variedad de pinchos y bocaditos además tiene el tema de limpieza al cambio de clientes muy bien (limpieza de mesas.servicios etc) y muy atentos el servicio.lo recomiendo.
RESUMEN MUY EXCELENTE La palabra que lo define es cuidadoso. Se nota el cariño y dedicación con el producto y el cliente. La sensación de percibe nada más entrar. Hemos parado para desayunar pero en breve pararé a degustar sus menús. Desde luego un estupendo sabor de boca para repetir.
Restaurante bonito, trato muy bueno por parte de los camareros. Nos dieron mesa aunque estaba completo, avisándonos que necesitarían la mesa más tarde. Esta vez comimos menú, garbanzos con calamares y gambas, muy buenos, y Costillas asadas, riquísimas. De postre arroz con leche. Comida casera y de calidad.
Gran restaurante, gran servicio, gran comida, y una olla podrida espectacular. Muy recomendable también para un aperitivo con una gran variedad de pinchos.
Un lugar con encanto en nuestra visita a Burgos, me hablaron unos amigos de su carta, su zona de pinchos y la cena fue exquisita. Buen servicio y una carta muy completa. La próxima vez que suba por Burgos probare la zona de pinchos.
Muy mala experiencia. He visto cómo discriminaban a dos Madres con sus hijas por ejercer su derecho a respirar como seres humanos que son. Máxime cuándo éstas presentaba al personal de dicho local, los debido Certificados Médicos. Son ustedes gente nada respetuosa y por eso desaconsejo este lugar.
Great place. Staff are friendly and the meals are of a good quality and are well priced. Nice to see a place that hasn't compromised on quality during the pandemic.
Gran cocina, no perderse las alubias de Ibeas, pero la verdad que cualquier cosa de la carta esta tremenda, en el bar los pinchos están de muerte (para mi el mejor la tortilla de cecina y queso de cabra), pero todos están tremendos. Un lugar de paso en el cual parar con la familia y desayunar, comer, merendar o cenar y disfrutar del sitio, grandes profesionales a cargo del bar y del restaurante. Es como estar en casa y que te sirvan la comida tu familia.
Sitio, personal y comida estupendo. Estaba bastante concurrido el día que nosotros fuimos pero no es agobiante (Reservar mesa no os pase como a nosotros jajaja)
Lo mejor sin duda la Olla podrida, encima si es un día de frío como nos tocó a nosotros pero es imprescindible probarlo. Si no sois de mucho comer con una es suficiente.
Lugar de cuidada decoración y moderno. No pudimos comer alli, porque ya eran las 15h. Y aunque habia una mesa libre, no debia venirles muy bien las horas. Asi que nos quedamos con las ganas. A parte de la separación de mesas, que no nos pareció la apropiada para tiempos de pandemia.
Me queda de camino en un viaje que realizo varias veces al año y desde hace muchísimos años siempre paramos. Tiene muchísima variedad de tortillas y bocadillos fríos y calientes. Sobre las 12 de la mañana o así empiezan a sacar pinchos y están riquísimos, los hay desde lo más clásico a lo más sofisticado!
Restaurante grande, luminoso con una excelente atención y una cocina de sobresaliente. Las albóndigas de pato llevan una salsa exquisita, muy muy recomendables. El chuletón, la ensaladilla y el risotto tb estupendos. Tienen una amplia carta de vinos Precio calidad estupendo No dejéis de visitarlo, muy muy recomendable