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Fantástico lugar, atención muy agradable. y lo más importante un relación calidad precio casi inmejorable. Enhorabuena a los dueños y a los trabajadores.
Hacía tiempo que no encontraba a servicio de hostelería tan majos. Gracias especialmente a Mónica, mi abuelo y nosotros nos vamos encantados. Comida muy buena y abundante, trato excepcional. Aparcamiento grande, jardín precioso y el rio Justo al lado. Repetiremos todas las siguientes veces, hasta la próxima!
Paramos a comer de camino para León, pedimos el menú del día, espectacular! Todo super sabroso, (felicitaciones a la cocina), el trato de 10, el ambiente 10, acogedor. Volveremos
Un restaurante de 10,11.12.etc. Ambiente acogedor, camareros súper atentos y amables y cocina riquísima. No era la primera vez que iba.pero no en jornadas.y la verdad.es que muy bien. Un acierto todos los platos, sin queja alguna. Eso sí, recomendable ir con ganas de comer.porque no te quedas con hambre.
Un bonito lugar dónde comer. El personal ha sido atento y amable. La comida estaba realmente buena, y el entorno dónde se encuentra el edificio es simplemente magnífico. La pena, es, que les han obligado a parar la maqunaria del molino, que, según nos comentaron, hasta no hace mucho, seguía girando, empujada por la fuerza del río, lo que le daba un toque extra al lugar.
Un buen servicio, la comida excelente, la decoración muy bien cuidada y el precio acorde a lo esperado, mas que recomendable volver siempre será una buena idea.
Como siempre increíble. He ido a una boda, menu de semana, de fin de semana, jornadas y siempre todo muy rico. Que alguna vez no esté todo perfecto o bien es normal, no siempre es todo perfecto, pero es un restaurante que sigue guardando su calidad y raciones. Además de que el precio es razonable a lo que sirven Recomendable 100%
Sitio acogedor, con mucho encanto y personal súper amable y dispuesto. Fuimos a probar las jornadas gastronómicas y todos los platos de 10. He de destacar, personalmente, que me encantaron los canelones de boletus y la francesiña de botillo, de los primeros que probamos; y los segundos, no sabría por cual decantarme. Todos los postres, un escándalo. Recomendable 100%
Siempre atentos y la comida de 10. Un lugar perfecto para comer un menú del día, una cena de empresa, una boda o cualquier tipo de evento. Se adaptan, somos clientes desde hace años y siempre repetimos
Es esa clase de sitios al que vas la primera vez por lo pintoresco: un restaurante construido en un antiguo molino (de agua) es algo diferente.
La segunda vez, vuelves porque la primera te gustó la comida y te quedaste con ganas de probar los platos que veías que iban a otras mesas.
El resto de las veces, vuelves porque te gusta el sitio, su comida y sobre todo, porque, aunque lleves más de un mes sin ir, recuerdan el vino que te gusta y porque llevan guardando todo ese tiempo un juguete que tu hijo se dejó olvidado la última vez (y te lo dan nada más entrar, porque saben que eres tú el que se lo dejó allí).
Visita obligada si estás o pasas por El Bierzo. Trato familiar y agradable. Personas que se preocupan por el negocio pero también por los clientes. Un servicio excelente.y una calidad aún mejor. Posibilidad de menú o carta. Encantados nos vamos y pensando ya en la siguiente visita.
Estupendo restaurante, muy bien decorado y limpio. La atención del personal excelente! El menú del día entre semana 13€ con un relación calidad precio fantástica, entre 4 y 5 primeros y otros tantos segundos te incluye la bebida, pan postre y hasta café. No me extraña que tenga tan buenas reseñas. Recomendable reservar.
Uooohhh el trato exquisito La comida, ibamos una mesa de 8 y probé todos los platos que se pidieron, no puedo ponerle menos de un 10 a todos ellos incluidos postres! Un placer encontrar un lugar así para comer.
Instalaciones muy bonitas y cuidadas. El menú del día es amplio con muchos primeros y segundos. Los platos muy ricos y variados. Nada de fritangada. Postres ricos y buen café. Recomendado. Precio 13€ persona
No está mal la atención es buena, respecto a la comida me han faltado cosas como pollo al limón y más variedad sobre todo para ser domingo, zona muy buena para niños con zona de juegos.
MENUDO COMILÓN! Hacia tiempo que no comía tan bien por un precio tan modesto, sobre todo cuando pasas por ahí en mitad de un largo viaje. Raciones generosas y comida de calidad.
Muy amables y siento la calificación, pero creo que nos equivocamos al pedir, observando la oferta amplia del menú del día, debimos conformarnos con eso porque tenía buena pinta, pero pedimos el menú de las jornadas gastronómicas y el entrante rico, los primeros ricos también, los postres aceptables. Pero descalabro total con el plato fuerte, con los segundos. Especifico: El plato de bacalao era nata, queso con patatas y alguna lasquita, mínima de bacalao sin sabor, y la costilla de ternera, salvo la zona pegadita al hueso que se salvaba, el resto dura, quemada y como chicle. Recalco lo de amables, ya que al preguntarnos que tal les dijimos la verdad, que los segundos mal y nos ofrecieron traernos otra cosa, que rechazamos, pero tuvieron esa deferencia. Lo siento pero creo que no se puede sacar ese bacalao y esa costilla en un menú degustación en jornadas gastronómicas del Bierzo.
Comimos de menú 12 euros, la fideua de pollo, el gallo y el postre, increíble! Los camarer@s un encanto y super atentos. El único" pero" que no haya cambiador para los peques.
Un espacio muy bonito y acogedor; buen trato por parte de los camareros y un menú variado, rico y a buen precio; tiene aparcamiento aunque en ocasiones se llena pero puedes aparcar en el camino de acceso, puedes tomarte el café en el jardín y no te hacen esperar, sirven rápido, siempre es un acierto, recomendable!
ESPECTACULAR. Solo puedo decir eso. Ademas de ser un sitio precioso la comida es impresionante pero es que el servicio es aun mejor. No puedo darle mas de un 10 pero lo haria.
Pedimos mesa para comer dos adultos y dos menores. Nos dijeron que no podía ser de ningún modo. Que sin reserva, nada. El local a las 13: 45 horas estaba vacío completamente. Nos dieron a entender que como no éramos clientes habituales no les merecía la pena. Descaradamente, nos mandaron a paseo.
Pues nada. Que nos fuimos al Telepizza. Ellos se lo pierden.
Buena comida: una ensalada de la casa muy completa, unas lágrimas de cerdo con patatas bien preparadas, flan con frutos secos de la casa, 3/4 de vino tinto por 12 euros. El menú incluye 3 o 4 primeros y 3 o 4 segundos. Suele estar lleno pero la espera es breve porque son rápidos en servir.
Le pongo una estrella, porque me parece increíble que un domingo y siendo puente festivo en Asturias solo este una persona para atender el bar y el supermercado. Y la calidad nada del otro mundo.
Lo que más me gustó de este restaurante fue la energía y positividad de los camareros en todo momento! Hace que te sientas agusto y tener una experiencia de 10.
Pedimos el menú de fin de semana, éramos tres personas y la verdad que quedamos tremendamente satisfechos. Prácticamente no pudimos acabarnos los segundos, y aún así pedimos el postre. De entrantes: lacón con escalibada de verduras, ensaladilla de marisco y cecina con queso de cabra (buenísimo). De los segundos que probamos la carrillera muy buena, aunque el solomillo con hojaldre estaba un poco pasado para mi gusto (me gusta más bien tierno y que no esté hecho del todo).
A parte del servicio y la comida, tengo que añadir que el jardín que tienen a la salida con mesas y sitios para sentar son perfectas para estar un rato al sol después de comer!
Menú muy elaborado y barato. Atención rápida. Un sitio muy bonito. Un ejemplo: garbanzos con mollejas de primero, lubina a la plancha, tarta de queso, bebida y café por un precio irrisorio. Merece la pena. Probad.
Restaurante bajo el techo de un caserio de madera y piedra; con tu toque rustico. Espectacular menú y carta todos los dias, productos de calidad y precio asequible. Servicio muy bueno, amable y rápido. Recomendado
Hoy 31 de marzo he comido allí. Comida fabulosa.trato superior pero las chuletillas congeladas.q pena porque lo advertí al principio antes de sentarme. No recomiendo
Un antiguo molino restaurado sirve de marco para este restaurante: se come muy bien y dispone de una amplia terraza acondicionada para dar banquetes. Muy buena atención por parte del personal.
Un rincon que sorprende en San Roman de Bembibre. Antiguo molino de agua reconvertido en restaurante. Cocina tradicional de buena ejecución y abundante, bodega con una digna representacion delos caldos bercianos y de la Rivera Sacra. Un lugar muy agradable para una comida relajada. Recomendado.
Son de estos lugares que los conoces por casualidad, y tienen un encanto especial. Lo primero el sitio y el molino, me encantó. Lo segundo el trato del personal, me parecieron geniales, muy cercanos con el cliente. Y por último la comida, cogimos el menú de fin de semaba, y me pareció espectacular, unos entrantes para compartir a cada cual más bueno, y un segundo riquísimo. Sin duda ninguna volveré.