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Uno de los sitios más típicos y alucinantes de Zamora no te puedes perder venir a tomarte un vino de Toro con una pequeña tapa o si tienes suerte poder comer en sus cuatro o cinco mesas solamente.
RE - CO - MEN - DA - BLE Taberna en la que puedes comer de raciones o ir de tapas. Nosotros pedimos tapa de albondigas y de morro (la cuál estaba buenísima), tostas de pollo escabechado y de lacon con queso de cabra y una ración de ventresca con pimientos. Deciros que los precios de las tostas y tapas están genial y las raciones son un poco elevados (dejamos fotos).
Hemos comido una ensalada de vdtresca con pimienros y dos platos del día. Garbanzos con matanza y carne guisada. De postre helado casero. Todo buenísimo.
Preciosa taberna ubicada en una antigua bodega, que se encuentra en el centro histórico de Zamora. El lugar aunque muy conocido, es tranquilo y muy acogedor. De primero garbanzos y habones con matanza, superiores, contundentes. El pan no se de dónde lo sacan, pero por si solo ya vale la pena, puedes comerlo con un poco de buen aceite y te vale como plato. Segundo solomillo de cerdo con roquefort, bueno. El vino peña rejas de Toro, vino ecológico por 9€ la botella. Se cóme muy bien a precio razonable y bien atendido. Ahora tú decides.
Super recomendable! Servicio de 10 en un ambiente super acogedor. Todo lo que pedimos estaba espectacular, y con muy buena relación calidad precio. Sin duda, si vuelvo por Zamora, iría de nuevo a cenar a este restaurante
La comida excelente, se nota que están especializados a la brasa. Buena cantidad. El sitio es precioso. La atención, mejorable. Fui solo, sin reservar, y me hicieron un hueco en la primera mesa de la entrada. Quizás por eso me tuve que levantar dos veces a barra a pedir agua, cafe y la cuenta. Por lo demás muy recomendable.
Bonita bodega. Pero lo mejor, su comida. Rica, rica El pulpo a la plancha, delicioso y qué decir del calamar. Éramos 6 comensales. Para volver, desde luego.
Preciosa taberna emplazada en una bodega medieval. Buena relación calidad precio, no es barato pero la comida es excelente. Muy buen servicio del personal. Muy recomendable.
Llegamos a Zamora, desde Huelva y nos paramos a comer algo, no pude imaginar que tras la puerta de aquel restaurante, nos esperaba un lugar muy bonito, acogedor y con muy buena comida. Que no os eche para atrás el aspecto de la puerta de entrada, no tiene nada que ver con lo que vais a encontrar dentro. Probé unos mejillones en escabeche casero, riquísimos.
Preguntando a un vecino nos lo comentó de pasada, pero nos quedamos con el nombre del lugar. Nos fuimos hacia allí sin pensarlo dos veces (cosas de la vida).
La entrada ya nos encantó porque bajas por unos escalones y parece que te vas a dar en la cabeza, pero eso forma parte de su encanto.
Nos atendieron muy bien. El queso de oveja curado, buenísimo. La ensalada de ventresca para chuparse los dedos. Por 6,5 € la carne guisada de ternera estaba sublime y la posta de ternera espectacular (mirar la foto adjunta). El vino de toro Colegiata (blanco fresquito entra mejor en verano), para repetir.
Totalmente recomendable. Cuando volvamos a Zamora volveremos, seguro.
Lugar muy agradable y pintoresco, comimos alli y el Pulpo con gambas y Calamar entero a la plancha sencillamente IMPRESIONANTES. Muy bien atendidos y orientados, para volver sin ninguna duda.
Todo riquísimo. El sitio es una antigua bodega con mucho encanto. La atención muy buena y la comida espectacular. Cómo sugerencia: el provolone quizá estaría más bueno con tomate natural.
Un local precioso y acogedor. Excelente trato y simpatía de la mujer que nos atendió, que no recuerdo su nombre, (por ti va esto mujer rubia con gafas). Y la comida excelente, riquísimo todo. Recomiendo el pulpo con langostinos, el bacalao y la carne. Para repetir cuando regrese a Zamora. Una muy buena experiencia.
Bodega con encanto para disfrutar de unas cañas, vinos, tapear o incluso comer o cenar Todo está rico. Al lado del museo D Semana Santa, en pleno Vasco histórico, junto a la iglesia de Santa Maria la Nueva y detrás de l plaza d Viriato, se encuentra este lugar tan característico. Carta variada. Todo rico Destacar el calamar Pedimos bacalao con mejillones, Una tosta de anchoa, calamar y de postre Tiramisú que para mi gusto tenía mucho mucho alcohol. Un buen vino y buen trato. De precio normal. 50€ dos personas
Bajar las escaleras que dan acceso a la taberna ya te hacen sentir que vas a entrar a un lugar especial, pero cada rincón en su interior está plagado de pequeños detalles encantadores. Es casi inevitablemente susurrar para no romper el ambiente relajado e íntimo.cada plato exquisito.un pequeño tesoro en Zamora al que volver.
Es un sitio que merece la pena conocer, el local es una bodega y tiene mucho encanto. La comida muy buena, el precio razonable. La atención de diez, la chica que nos atendió una gran profesional, super agradable.
Desde el minuto 1 este restaurante con encanto te atrapa, es precioso. Buena comida, buena atención y hasta buena música. Repetiremos sin dudarlo cuando volvamos a Zamora, lo recomiendo sin duda!
Fuimos porque nos recomendaron el sitio, la verdad que el lugar es muy bonito y curioso, ya que es una cueva. El vino y el queso un 10, pero pedimos pulpo y la verdad que nos defraudó ya que estaba duro, de sabor bueno pero duro.la tarta de queso nada del otro mundo. El trato por parte de los empleados fue bueno y cordial.
Pequeño restaurante en una cueva con una decoración acertada. Buena atención del personal y en cocina trato respetable al producto de calidad. Posta excelente y el calamar a la plancha notable, muy buena carta de vinos.todo ello a un precio muy ajustado. Lo único malo es que las mesas son muy escasas y es necesario reservar.
De tapeo y ración, como siempre nada que objetar, los garbanzos con carrillera espectaculares y ya no decir el calamar el que vaya que lo pruebe porque es 100 por 100 espectacular, buen trato
Todo buenísimo: garbanzos con matazanza, morcilla zamorana, carne con tomate, lacón con queso de cabra gratinado, pincho de panceta, filete súper tierno y con un vino estupendo.un sitio original y muy bonito, la atención inmejorable, de lo mejor de Zamora. Totalmente recomendable
Terraza detrás de la Iglesia que en pleno verano se agradece por la sombra natural que ofrece (al menos al mediodía). Pedimos como tapa albóndigas y nos encantaron.
Estuvimos cenando el otro día, sí es verdad que no habíamos reservado, pero fuimos muy pronto y.nos dijeron q todas las mesas estaban reservadas, nos llamó la atención que dos de ellas.llegaron cuando nos levantábamos, podrían habernos ofrecido una de ellas con la condición de q la dejáramos antes de las 10, ya q como digo, cuando llegamos era muy pronto; pero bueno, es una idea. El sitio está bien. La carta cortita, sencilla, pero con encanto. La tarrina de foie casero con mango, exquisito! La ensalada de pimientos con ventresca.nos decepcionó, los pimientos eran de bote.
Uno de los mejores lugares para comer en Zamora, productos de calidad elaborados al momento. Una bodega con solera junto a la iglesia de Santa María La Nueva unida a ella por el nombre del bar: El motín de la trucha; una de las leyendas más conocidas de la ciudad. Buena atención y precioso local. Aconsejable reservar ya que no es muy grande. 100% recomendable, está todo rico.
Todo muy rico. Muy amables y atento. Nos permitieron sentarnos en la terraza con nuestra perrita e incluso nos trajeron agua para ella sin pedirlo, todo un detallazo. Volveremos seguro.
Cocina tradicional de la zona, nos decidimos por probar tapas diferentes pero ninguna de ellas nos ha dejado indiferente, si os gustan los guisos tienes gran variedad, y la papas con calamarbuena cocina, buena atención, muy recomendable, en una terraza genial y el interior en invierno debe ser muy acogedor
Hemos comido estupendamente. Buen servicio y el sitio muy peculiar, era como una cueva. Todo muy bueno limpio y el vino excelente. Lavabos limpios. Ésto es importante. Sí volvemos a Zamora, repetiremos.
Local pequeño pero muy bonito y bien atendido. Personal muy amable y profesional. Tomamos una ensalada de tomates de su huerta y unos pimientos asados con ventresca de bonito para empezar. Continuamos con un calamar de potera de casi un kg.y el taco de carne a la plancha. Todo de calidad y buenísimo. Postres caseros. Vino, agua y café. Y todo muy bien de precio.
Genial, comimos muy bien, la persona que nos atendió encantadora pero discreta y eficiente, precio muy razonable, unos tomates de su huerta riquísimos y la ensalada de pimientos para no perdérsela y muy recomendable el taco de ternera de la zona. Hay que encontrarlo, pero merece mucho la pena.
Primera parada en Zamora. Muy bien, tienes de todo: raciones, tapitas. Comida casera y platos típicos. El local es muy bonito (antigua bodega s. XII-XVII
La bodega es bonita pero sinceramente para nuestro gusto es como querer y no poder. Platos muy sencillos de embutidos y la carta muy muy muy escasa. Había una chica rubia que tenía pinta de ser la dueña muy borde. La verdad que no lo recomiendo hay sitios mucho más económicos en la ciudad con mucha más variedad y mejor calidad.
Pequeño Local con encanto, donde el tapeo y el vino se disfrutan en un ambiente típico. Recomendable resevar si no te quieres arriesgaste a tomarlo en la barra.
Bodega - Restaurante con muy buen ambiente. Pedi tabla de ibéricos y rabo de ternera y muy rico al igual que la tarta de manzana. También tienen raciones. Desde fuera no llama la atención, así que asomaros. Tiene un aljibe donde corre el agua, os encantará su sonido.
Magnífica atención familiar. Gran calidad y cantidad en los platos en un local/bodega muy acogedor. Para probar si no lo conoces o repetir cuando lo conozcas.
Local especial con pequeños rincones donde comer en un entorno diferente y agradable. Buena atención por parte del personal, productos de buena calidad y cocinados al punto de gusto. Dispone de barreras arquitectónicas y en el interior no hay cobertura móvil, importante, asi puedes disfrutar de la compañía y la conversión.
El lugar el bonito, las raciones están bastante buenas y los platos son correctos, aunque la carta es escasita. Se nota que saben hacer lo que ofrecen. Dejo unas fotos con algunos de los platos que pedimos.
El lugar tiene un encanto especial, no tanto el servicio, pues parece tener mucha prisa en servirte. Pedimos 2 vinos de la zona y 2 tapas, una de morcilla (buena y picantona) y otra de lacón. Total 7,50 €.
Sitio muy bonito y acogedor, estilo bodega, bien ambientado, el trato es muy amable, buenas raciones y bien preparado, muy recomendable, mencion especial al Tiramisu que es artesano y esta riquisimo!