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Un lugar especial detrás de Santa María de la Antigua, centro histórico de Valladolid. En un edificio con solera, encontramos este local mágico y lleno de historia, con Pedro preparando cócteles indescriptibles por su gran conocimiento y sutil manejo de medidores y pócimas, obteniendo un resultado del agrado y embeleso de los paladares más afinados. Servicio magnífico y terracita cuqui. No te pierdas la experiencia, altamente recomendable.
Muchísima gente sin mascarilla, el chico nos preguntó en varias ocasiones que es lo que habíamos pedido.un poco desastre todo, música muy alta y poca luz.
El personal es muy amable. Hacia mucho que no iba y guarda la esencia de siempre con coctelería y copas de calidad. Queríamos un cóctel pero no sabíamos cual. El camarero nos pidió que confiasemos en el y el resultado fue muy bueno.
Después pasamos a unas copas y el resultado era bueno también.
Un buen lugar para empezar la noche, incluso terminarla.
Es uno de mis sitios favoritos: el local es muy agradable y la música es genial. Pero lo mejor de todo, es Ricky que es un gran Barman y Pablo, qué es un encanto.
De los mejores sitios de Valladolid para tomar una buena Copa. A pesar de que lo frecuento menos que antes, es uno de mis sitios favoritos. Además, Ricky, sabe muy bien preparar las cosas y están muy ricas a buen precio
Buenos cócteles y local muy agradable, uno de sus encargados es encantador y siempre te atiende con una sonrisa pese a que está siempre desbordado de curro. Solo por su trato merece la pena volver
La mejor atención que jamás he tenido en ningún otro sitio, el chico muy atento a desinfectar las mesas, y los cócteles madre del amor hermoso, deliciosos, recomendado.
Muy buen servicio: atento y profesional. Las copas están muy bien preparadas. Cuando quiero tomarme una buena copa en Valladolid es, sin duda, una de mis primerísimas opciones.
La atención de los camareros estupenda, el sitio sin más, tiene fama de coctelería pero me pedí un mojito y me lo pusieron en vaso de tubo, con hielo normal y no era gran cosa de sabor, para mi gusto muy cargado. Me esperaba más con la fama que tiene.
Fantastica idea para elegir tu tipo de coctail, increible presentación y el servicio espectacular, quiero mencionar en especial a Felix, enhorabuena por vuestro trabajao
Sitio maravillosamente decorado.con la música al volumen ideal, para tener una charla y disfrutar de copas bien hechas. Su principal atractivo en verano en la tienen cócteles según el estado de ánimo. Propuesta muy interesante. Es difícil aparcar en el centro por la noche. Pero hay varios parkings cerca
Uno de los mejores lugares donde degustar una copa, el barman es un verdadero artista que unido a la buena música hacen de este local recomendable 100%
Cada vez me gusta más este sitio. Me encanta la coctelería clásica y ver cómo te preparan aquí el trago es una delicia. Uno de los mejores Martínez que he probado. Y en mi última visita, un Boulevardier perfecto y con algún detalle original.
Un lugar tremendamente agradable y tranquilo, el camarero realmente agradable, y los cocktails muy buenos. Como punto negativo tiene el que los precios son bastante elevados, pero si buscas un sitio tramquilo para tomar un par de copas sin importarte gastarte unos eurillos, es tu sitio.
Para mi gusto uno de los mejores bares donde tomar copas con unos camareros majisimos super eficientes y atentos, suele estar lleno y apenas esperas. Les conozco hace unos cuantos años y siempre en la misma linea o mejor m encanta este lugar
Los mejores cócteles que puedes tomar el el centro de Valladolid. Aunque los cócteles son buenos, lo mejor es la atención de los camareros: ellos sin que merecen 5 estrellas. Te ayudan a elegir el cóctel que ellos crean que encaja mejor con tus gustos y te lo preparan con el mayor cuidado del mundo.
Buen sitio para tomar una copa preparada. La situación es bastante céntrica en una buena zona para ir a tomar unas cervezas o copas. Muy buen trato pero es algo caro.
Un pequeño local con encanto, donde puedes tomar una estupenda copa preparada con mimo a un precio normal. Una lástima que casi siempre esté lleno y no se pueda disfrutar.