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Camino a nuestro destino paramos una noche en este apartamento. A mi parecer es un poco caro. Es una casa muy antigua y teniendo en cuenta que éramos un grupo de cuatro personas, estábamos todos en una misma habitación que se quedaba muy justa para el grupo que éramos, y las camas pequeñas estaban sin hacer. El servicio de toallas solo había para dos, aunque se nos ofreció si necesitábamos, traernos más. Utensilios de cocina un poco escasos y alguno con necesidad de cambio. Estaba limpio y bien ubicado. La dueña muy amable.
Apartamento ubicado en un edificio del 1929 ha sido reformado pero conservado la esencia de la época todo limpio y con cocina completa y una zona muy tranquila con pequeños supermercados y tiendas y restaurantes para picar algo muy cerca del Monasterio de Montserrat. El personal que lleva el apartamento muy atentos y simpáticos, como el fin de semana que fuimos no hubo nadie la noche anterior nos dejaron entrar mucho antes de lo normal y como tampoco se ocupaba el lunes pudimos dejarlo después de comer fue una cosa excepcional por las circunstancias de esos días.