Este sitio web utiliza cookies para mejorar la experiencia del usuario. Al utilizar nuestro sitio web, usted acepta todas las cookies de acuerdo con nuestra Política de cookies.Aprende másOK
Ir a esta croissantería es una parada obligada. Tanto los dueños como el personal son familiares y cercanos, y el trato es excepcional. Un café de 5 minutos se termina convirtiendo en 1 hora de tertulia, de lo a gusto que se encuentra uno estando ahí con ellos.
Recomendadísimos los bocatas de bacon con queso que prepara Ana, así como las bravas especialidad de la casa.
Fantàstic per esmorzar, per el nom sembla que sigui de criisants, que si, però fan uns entrepans bonissims calents i freds. El recomano i provis el que provis, dolç o salat tornaràs.