Auto Desguaces Mir

Muy caros para revender piezas usadas, y en mi caso no estaba en buen estado, quieren sacar dinero de cualquier parte, un piloto trasero le quitan el portalámparas y te lo venden por separado y no muy agradable.

Pasan de todo, vas y te pasan por delante mirandote sin preguntar qué necesitas, les pides algo y te dicen que no lo tienen y si insistes un poco como mucho te dicen que te metas tú entre los coches y lo busques a ver si lo encuentras.
Es preferible ir a Desguaces Ripollet abajo en el polígono junto al rio donde es totalmente lo contrario y con buenos precios y mucha honestidad. Kilian sí que sabe tratar al cliente!

Horrible, Careros de Narices, me ha costado más caro usado que nuevo,
Realmente no quieren vender,
Ni se molestan en buscar el material y lo ves tu mismo desde fuera que disponen de él y dicen que no lo tienen,

Mal trato y personal desganado, falta de profesionalidad y además me hicieron perder el tiempo. Llamé por una pieza de plancha y cuando llegué estaba hecha un fistro. Si puedo no vulevo más.

Tuve que cambiar la rueda del coche, buen trato y me ayudaron bastante a ubicarme. Pues soy novatilla e iba bastante perdida.

Penoso el trato al cliente, por no decir sin educación alguna y con mala cara. La verdad que daban ganas de decirle unas cuantas cosas bien dichas, pero no vale la pena perder el tiempo en un sitio así, donde te tratan como basura. Eso no parece un desguace, parece un cementerio de malas caras y malos tratos.

Un negocio de impresentables. Trato al cliente deproblame, auténticamente penoso sobre todo por parte de la recepcionista. Después de tres dias llamando mañana y tarde y después de 8 llamadas, llevan todo ese tiempo contándome la historia de que no me pueden dar los precios de 3 piezas por qué el jefe no está. A lo que yo me pregunto.si el jefe no está, paran el negocio y no venden absolutamente nada hasta que vuelva. 3 días insistiendo a más no poder y no me dan ningún tipo de solución ni nada de nada, sólo la respuesta de que el jefe no está, narrada por una mujer con un trato algo despectivo. Cuando por fin me dicen el precio de las piezas me dicen que ya me llamaran por la tarde cuando me las desmonten. Cero de profesionalidad.