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Un bar de los de toda la vida con unas tapas y raciones muy buenas y abundantes. El trato exquisito, nosotros llegamos algo tarde y aunque no quedaba nadie nos atendieron sin ningún problema y sin meternos prisas. Lo descubrimos hace poco pero ya es uno de nuestros sitios de tapeo cuando venimos a Tremp.
Muy buen trato, al ser pequeño y la calidez de los dueños te hacen sentir como en casa, si vas repites sin lugar a duda! Gracias Jessi y Josep María por hacer cada día vaya a trabajar con volver al día siguiente
No lo conocía, pero se acaba de convertir en mi bar de confianza en Tremp cada vez que pare por aquí. Comida buena, trato excepcional y una atención al detalle fuera de lo común. José María es un crack.
La comida en general no está mal. El ambiente del bar es lo que no llama la atención. Parece más un bar para tomar algo y comer alguna tapa que para comer o cenar. Los trabajadores son amables.