Cal Pons

Un poco pequeñas,a la dueña ni la vimos toda la información vía wapsa,la casa parece un museo de época,limpieza podría ser

Casa muy antigua, habitaciones pequeñas y antiguas, cuando llegamos hacia frío y no estaba caliente, ducha sin mampara, sonidos de otras habitaciones y a la anfitriona ni la conocimos, por no decir que la zona común parecía un museo de comedor con lámparas de araña de cristal etc que daba miedo hasta entrar. Creo que algo sencillo y acogedor daria más calidez.

Molt recomenable! Una casa rural molt maca i acollidora. L'atenció molt bona i tot molt fàcil. Moltes gràcies per tot!

Una tomadura de pelo. No se puede tener menos ganas de dar servicio. La dueña NI aparece (, como cobra por adelantado, ni va). Te da las indicaciones por tlf, y ahí te avíes. La calle totalmente levantada en obras y ni comentarlo al reservar. No hay servicio de cafetería y cuando llamas te dicen que la plaza del pueblo está cerca. Cuando regresas a las 19 a ducharte, la habitación ESTA SIN HACER NI EL WC SIN ASEAR.cuando llamas a esta mujer, te dice que si quieres que te hagan la habitación, debes pagar un suplemento de 5€. Y desde abril, llevo reclamando la factura, que NO nos envía. La hostelería es vocacional; le aconsejo se dedique a otra cosa, pese a que lo tenga lleno por la falta de oferta.

La dueña Ester.súper atenta. Por tema de medicamentos, le pedimos una nevera en la habitación y no hubo ningún problema.
La cama de matrimonio grande.perfecto!

Una casona preciosa situada en pleno corazón de Prades. Es muy acogedora y la tienen muy bien decorada con macetas en los balcones. El servicio fue muy amable y las habitaciones estaban muy limpias.

Impecable, esta en el centro de Prades a pocos minutos del Parc Astronòmic. Detras hay una panaderia tambien espectacular.
Las habitaciones son muy comodas, relación calidad precio muy bueno y la amabilidad de la dueña es lo mas destacable de todo.
Nosotros repetimos!

Llegamos a la casa rural después de un viaje de dos horas desde casa y no había nadie en la recepción, llamamos y nos dijeron que no tenían ninguna reserva a mi nombre.

Tuvimos que volver a casa, y a los dos días nos llama para disculparse del error y nos ofreció cambiarnos la reserva para otro día y aceptamos. Desde entonces siempre tenía la casa ocupada, nos decía que fuéramos llamando sin proponernos una fecha y nunca pudimos reservar, después de dos años dice que no se acuerda de nosotros. Ella se lleva el dinero y nosotros nos quedamos sin salida.

No recomiendo para nada este lugar por su poca seriedad.

Lo elegimos para nuestra parada en la montaña de camino al Mediterráneo. Buena relación calidad-precio.
Noche muy tranquila y agradable en Prades. No vimos a la propietaria en ningún momento pero nos dio todo tipo de indicaciones.
Como punto negativo, la cama doble es algo justa. Buen detalle el ofrecer cápsulas de café en la sala de estar.

Un lugar muy acogedor, la cama muy cómoda, habitación preciosa y un trato excelente y todo muy limpio. A pocos metros parking gratuito y al centro del pueblo

Casa de pueblo muy auténtica, tanto en la conservación de la misma como en la cantidad de antigüedades que tiene. Habitación muy confortable, limpia y con detalles. Temperatura ideal y regulable.
La propietaria te da facilidades para el check-in sin contacto e información del pueblo, rutas y restaurantes. Nos ha gustado mucho