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Estuve en tres ocasiones en este supermercado de Viladecans y la experiencia del cliente que tengo de ese lugar no es muy agradable. En dos de las tres ocasiones, las chicas de caja fueron poco amables y en mi última visita a ese lugar la chica me daba la espalda y me atendió como en gesto de desprecio, lo cual interpreto como una actitud xénofoba. Ojo con eso! Estamos en el siglo 21, ya no debería haber personas con una mente tan estrecha. Lo único quee puedo hacer es invitarla a que viaje más, porque se nota que no ha salido de sus cuatro paredes.
Somos clientes desde siempre de Caprabo, ahora han cerrado donde últimamente íbamos. En el nuevo (término de Viladecans.) faltan muchos productos de procedencia local, de proximidad y catalana. Merçés.