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NO RECOMENDAMOS ESTE ALOJAMIENTO, nuestra experiencia (3 personas) ha sido nefasta. El primer día advertimos que la habitación no estaba en óptimas condiciones de limpieza encontrando a nuestra llegada suciedad, calcetines, comida de otros huéspedes. Nos dijeron que limpiarían al día siguiente y no lo hicieron. Permiten que los huéspedes puedan fumar en el banco que está debajo de la ventana que ventila la habitación entrando el humo constantemente. PAUPÉRRIMO!
Olor a orina de gato desde la recepción hasta la puerta de la habitación, pagamos por dos noches pero fue imposible pasar la segunda, no pudimos bajar al desayuno por lo mal que olía. nunca he pasado nada igual.
Todas las camas están separadas entre sí para que tengas algo de privacidad y hay taquillas debajo de la cama. En la planta baja sólo hay duchas y aseos para mujeres, por lo demás sólo hay duchas y aseos para mujeres. La cocina y la sala común hacían mucho calor por la noche y olían extraño. En general es un buen hostal para pasar unas cuantas noches. El personal también es agradable.
El chico de recepción es increíblemente amable y tiene una actitud de ayuda ante cualquier pregunta o problema. Gran tipo, hace su trabajo. La ubicación es regular ya que está cerca del metro y autobuses.
El lugar huele fatal, a húmedo y sucio. Las camas son decentes, pero la ventilación es un infierno, el aire acondicionado no parece funcionar. En general, el lugar se siente mal mantenido, sucio, húmedo y triste. Me di un chapuzón al entrar y no podía esperar para irme al día siguiente. Aunque el wifi funciona bien.