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Casa Rural muy recomendada para grupos pequeños. La ubicación como tal es fantástica, en el aspecto de tranquilidad es un 10. Lo malo es que está algo apartada de la civilización, por lo que tiene una carretera de curvas algo pesada para llegar. Éramos un grupo de 7 jóvenes en abril, por desgracia la piscina no estaba operativa pero ahí está para el verano. El dueño vive ahí mientras alquilas la casa, por lo que de vez en cuando te topas con él, pero es amable y atento. Mesa de pim pom, barbacoa, amplio jardín y casa más que suficiente para unas 10 personas. Lo malo para nosotros fueron las camas, muy blandas y las almohadas demasiado planas, costó dormir la verdad, hay 3 habitaciones. Cuenta con calefacción, no se pasa nada de frío, 2 baños y cocina con muchos fogones, horno pequeño y lavaplatos, nevera decente. Recomiendo ir y seguramente repetiremos por que calidad-precio es bastante difícil de superar, 54€ 2 noches.
Estuvimos una semana, tal y como llegamos todo súper limpio, la casa muy chula, las habitaciones muy amplias y comodas, Albert el dueño un encanto, nos lo puso todo súper fácil, en todo momento estaba disponible por si necesitábamos algo, la casa aislada todo naturaleza, para desconectar totalmente de la ciudad, y para mí lo mejor, la piscina, agua súper limpia, en pleno mes de agosto con ola de calor incluida sin duda lo mejor, fuimos con nuestros perros y se lo pasaron bomba con Món, un perrazo que todo lo que tiene de grande lo tiene de bueno, en definitiva sin pensarlo dos veces una opción súper acertada, muchas gracias por hacernos pasar una semana maravillosa!
Fin de semana perfecto. Albert y Rosa encantadores. Kay, Blanqueta, Boira y el gigante Pancho una excelente compañía (bueno Pancho va a lo suyo). La casa preciosa y perfectamente equipada. El entorno perfecto para desconectar. Todo son facilidades y saber estar. Porfa unos taburetes altos para la barra de la cocina. Volveremos seguro.
El sitio, las instalaciones, la Roseta, el Albert, el vino del Albert, el Pancho (un cerdo grande, grande, grande) el Kay (el perro, un espíritu libre). No dejes a tus amistades, seres querido.sin vivir esta experiencia, no te lo perdonarán. Salut.
La casa, el lloc, el sentit enològic, però sobretot els seus amfitrions (Albert i Roseta), fan que l'experiència sigui d'alçada. És un lloc especial, no hi ha dubte.
Albert el dueño genial, nos a ayudado en todo, la casa parece recién restaurada y con mucho gusto, muchas zona para q los niños campen a su gusto, la piscina no la probamos xq el agua es de río y nos dio un poco de cosa, valoración global: para repetir
Masía rural un poco aislada, pero ideal para estar relajado en medio de la naturaleza. Se pueden realizar paseos ya que hay rutas para senderismo por la zona.
Lugar fantastico, el chico super amable. Las habitaciones sencillas pero bien acondicionado, y las camas son cómodas. Si se necesitan mas el proporciona plegatines. El salón justito pero si se va en verano o con buen tiempo lo que se disfrutan son los exteriores. Tiene 3 perros que son un amor, pare que no esten. Nosotros fuimos con niños pequeños y fantastico. Lastima que la piscina no la pudimos usar pq estava muy sucia.