Casimiro Danza

Bonito lugar acogedor y bien abastecido para bailar. Los gerentes son amigables y serviciales.

Aunque te parezca un sitio pequeñito, la mujer que me atendió (me sabe mal no saber su nombre: () fue encantadora y muy atenta. Me dio mucha información y su opinión, cuando yo era novata total. Es verdad que el precio es algo caro, pero todo lo relacionado con la danza lo es. Incluso me dio un par de recomendaciones.

Me fui muy contenta!

Pidiendo un 38 en negro para baile latino, solo tenían uno, decía que hecho por ellos y al ver que me iba grande dijo no tener nada más. Poquísima variedad y trato con pocas ganas. Venir de fuera de Barcelona y encontrarte con eso es muy decepcionante.

La persona que ens ha atès ho fa molt bé, se li nota que balla i viu en primera persona les necessitats.

Felicitació a la Cristina i la Roser per la seva simpatia, bon tracte i sobretot unes grans professionals.
Hem tornat per segona vegada i encara ha sigut millor, grans professionals i millors persones!

Que pena que llevo más de 2 meses mandando e-mails para pedir 2 pares de sapatos y ni respuesta después de trabajar con vosotros tantos años que falta de respeto.

Mi hija tenía que comprarse puntas por primera vezy ha sido impresionante el proceso, la experiencia y el saber hacer

Mala experiencia. Mal trato y engaño con el precio. Compré unas puntas y las tuvimos que cambiar. Por lo visto no les hizo gracia y el trato ya no fue bueno. Las cambiamos por otras que por lo visto eran más baratas pero yo no lo supe hasta el día siguiente. Ni siquiera se digno a decirme el precio y hacerme un vale por la diferencia. Pague el mismo precio por unas zapatillas más baratas. Nunca me había pasado nada igual.

Cristina ofrece consejos y dedicación exhaustiva hasta encontrar la mejor punta para ballet. Es importante planificar la visita porque se tarda al menos una hora en probar bien, para adecuar el calzado que mejor se acomode, y orientar a una posición correcta del pie y la pierna. Única.

Trato excepcional. Nosotros a primeros de octubre compramos unas puntas, pero a la profesora no le gustaron y las tuvimos que cambiar, no tuvimos ningún problema, nos dedicaron horas hasta encontrar las puntas perfectas. La profesora está encantada.