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Este bar nunca lo había visto pero hoy comimos muy bien la verdad, me encanto la atención de ellos son muy cordiales, el lugar hermoso todo detallado a su nombre, mil veces recomendado iría mil veces y nunca me cansaría.
Comida agradable aunque me esperaba algo un poquito mejor. Patatas no nos gustaron. Aunque los chocos estaban de categoría. Volveremos para seguir probando su comida
Restaurante especializado en tapas, típico restaurante de barrio con una carta de tapas de buena calidad, un servicio amable y profesional, reñacion calidad precio buena.
CONDE DRACULA vía Julia el mejor (dos capuchinos como dios manda) con mi pareja, gracias por el trato, me trae buenos recuerdos trabaje aquí cuando tenía 17 años, saludos a todos.
Fuimos a parar aquí de casualidad, aunque ya había oído hablar del local y su temática. El ambiente es familiar y el servicio atento. Pedimos unas almejas en salsa, unas bravas, y un plato combinado llamado "El Conde Drácula mediterráneo" (trambólico nombre), que es un surtido de fritos de mar, hipotéticamente para dos personas. Nada más servirse, se podía comer, pero siendo todo el producto congelado, a poco más de cinco minutos, ya ni apetecía. Nos sobró media ración del plato combinado y eso que éramos 3 comensales. No creo que repita, si no es por enseñarle lo curioso de la ambientación del local (todo con motivos de Transilvania y Drácula) a alguien.y en caso de hacerlo, de buen seguro que pediré las raciones de una en una. Cosa que detesto, porque cenar me llevará como dos horas. El camarero, aunque amable, en mi opinión por momentos se excedió de gracioso durante la cena.y al terminar coqueteó ofreciéndole unas piruletas a las dos chicas que me acompañaban. No es que nada en particular me molestara, pero en conjunto me pareció todo un poco innecesario. Si me hubiera ofrecido también una piruleta a mí, se la habría cogido.
Hoy en día muy buena atención y platos muy buenos, un 10 para el camarero Fernando, por favor poner más cantidad de calamares, a veces ponéis menos, pero lo dicho muy bien por todos.
EL NOMBRE LE CORRESPONDE, UNA MEDIANA 1,90 Y ME LA COBRA A 1,95, ME DA 5 CÉNTIMOS DE MENOS, YO LE IBA A DEJAR LOS 10 CÉNTIMOS DE BOTE, PERO VA DE LISTO, LA PRIMERA Y ÚLTIMA VEZ QUE VOY
Fuimos a cenar el otro día y la verdad es que el trato que nos dispensó el camarero no fue muy bueno, no se enteraba de nada, tardó mucho en tomarnos nota y traernos la cuenta y las bebidas. Nos faltó una copa de cerveza. Nos pusieron en una mesa de 4 siendo 5 y luego nos cambiaron a otra pero hubo problemas con unos clientes porque nos mandaron a los dos grupos a la misma mesa. La comida no está mal pero tampoco es una maravilla. El camarero no nos atendió nada bien, parecía de mal humor y tenía malas formas.
Muy malo la comida no sirve pedimos rabas y nos pusieron potas rebozadas, la tostá con tomate no sabía a nada, los chopitos estaban sin limpiar sabían fatal, las papas bravas sabían a pescado y de las croquetas mejor no hablar congeladas de super mercado, horrible no nos gusto nada.
No le pongo 5 estrellas porqué la comida es lo q es, de bar de batalla.con platos bastante decentes, pero no busques una gran calidad. Y las tapas, aceitosas. Eso sí, con una carta extensa con muchas posibilidades. Muy buena selección de cervezas y lo más importante, siempre están súper frías! Se merece un respeto y una visita para ver su decoración y por los años q se mantiene al pie del cañón!
El local es curioso, ambientado en el tema del vampirismo, con máscaras de vampiros colgados del techo y murales bonitos con escenas de una de las películas sobre el conde Drácula. La comida está bien, para el barrio en el que se ubica que es en pleno paseo de Via Julia, la relación de calidad/precio es buena. Los camareros son amables y serviciales. El interior es amplio y en el exterior también hay bastantes mesas. No aconsejaría ir un fin de semana a los que les gusta una comida en compañía de poca gente ya que el local es famoso en el barrio y casi siempre está lleno de gente e igual se hace un poco cargante, según los gustos.