Comedor Verdor

Muy buen ambiente. Comida rica pero pocas cantidades. No era un restaurante gourmet como para que escatimen.
La atención fue muy mala, desordenada. El personal se peleaba frente a todos.
Cuado ya habíamos pagado y el camarero retornó con l boleta (que seguro no paga impuestos) la dueña se puso a inspeccionar a ver si habíamos pagado o no. Una falta de respeto y desconfianza.
Para lindas vistas, aparca en la ruta, disfruta del atardecer y guarda tus 30-40 euros para un buen vino por qué este sitio no lo vale.

Per mi, el millor restaurant de la Costa Brava. La qualitat del producte es exepcional, la carta tot i ser reduïda ofereix plats senzills pero bons. Al estar ubicat en el pati de bambú fa que et sentis com si sopesis a cas a teva una nit d’estiu. Es inportant fer reserva amb antelació ja que sempre està molt ple degut a les poques taules que ofereixen. El servei es atent i l’ambient es relaxat, es un restaurant per disfrutar amb els amics o familia. Recordeu que no es pot pagar amb tarjeta, només efectiu.

Curiós! 3 plats primers, segons i postres.però tots bons. Falla el vi! Hauria de tenir més opcions de vi

Calidad excepcional en la comida aunque poco variada. Absolutamente inaceptable la calidad de los vinos naturales, te pueden arruinar la cena en uno de los restaurantes más curiosos del Baix Empordà.

Un poco escondido el sitio, y difícil salida porque es una vía de dos sentidos que no paran los coches de circular

La innegable calidad de los productos no alcanza para compensar una cantidad que apenas tapa una muela por un precio claramente excesivo, solo el pan está en cantidad suficiente y el hecho de no exceptuar la tarjeta visa no es normal para las personas de vacaciones.

Mi restaurante favorito ofrece una increíble atmósfera que te envuelve desde el momento en que entras hasta el momento en que te marchas. No solo te abraza y acoge ambientalmente, sino que también deleita tu paladar. La selección limitada de platos es una ventaja, especialmente para personas indecisas como yo, ya que facilita la elección. Además, cada uno de los pocos platos disponibles es simplemente increíble. La combinación de la naturaleza, la iluminación, el personal y la comida es excelente en su totalidad.

Todo buenísimo, calidad de la materia prima insuperable. Vale la pena llegar pronto tipo a las 20: 30 y ver allí la puesta de sol.

Experiencia increible! Sin duda repetiremos! Comedor Verdor, un auténtico descubrimiento. Tienen el mejor tomate que he probado nunca!

Lugar con encanto. Materia prima excelente. Sólo 3 primeros, 3 segundos y 3 postres. Vinos en consonancia. No olvidarse del pan, buenísimo también y te ayudará a limpiar los platos:)

Han encontrado la fórmula. Buen producto, sitio muy bonito (llévate antimosquitos), buena atención. Seis platos únicamente en carta, pero vas a querer comerte los seis. Tema bebidas bastante escueto, agua o cerveza o vino, no hay refrescos, ni tampoco café. Solo se puede pagar en metálico. Aún con todos esos peros volvería para probar los platos que no pude.

Mi comida favorita es el tomate y puedo decir que allí comí el mejor tomate de mi vida. Al igual que los demás platos que eran fascinantes.
Platos sencillos pero no simples.
Productos de máxima calidad.
Una auténtica delicia.
Todo exquisito.
El enlcave también es sorprendente.
Repetiré.

Un sitio diferente en la costa brava rodeado de naturaleza.
Reconozco que la calidad de la comida es excepcional, una carta con 6 platos pero de muy buena calidad.

Sin duda tenéis que pedir la ensalada de tomates y el carpaccio de manchego.

De segundo la hamburguesa 100% y la pasalta de verduras muy buena.

De postre, me gustó mucho el helado de vainilla.

Pongo 3* porqué la carta de bebidas es muy limitada (sólo tienen vino ecológico), no se puede pagar con tarjeta y el servicio no es nada bueno, falta mucha empatía de trato con el cliente final.

Un lugar muy boho chic. Comida cara y poquísima variedad. Sólo 6 platos en total para escoger!

A pesar de que el menú es limitado, merece la pena ir. La comida fue genial y se nota el detalle. Además, hay un servicio excelente: rápido y amable. Un ambiente tranquilo y recomendable.

Ibamos a ir a este restaurante 4 personas y llamamos para ser 2 y la respuesta no pudo ser mas desagradable. ‘Ya me lo esperaba’. No se pueden tratar asi a los clientes ni a nadie. Varias personas y amigos nos han comentado el mal servicio y lo maleducados que son.

Servicio desagradable. Son muy antipáticos. Le doy una estrella porque menos no se puede, pero se merecen un 0. Horrible.

Comida sin personalidad en una carta de 6 platos de los que faltaba uno. Además, la cocinera no usa mascarilla, muy antipática con los clientes y solo cobran en efectivo.

La comida correcta, no te dan cerveza ni cocacola tampoco cafés. El pan racionado si quieres más no te lo dan. No creo que vuelva. El local y el acceso al mismo tiene gracia.

Lloc secret i molt íntim, perfecte per un sopar romàntic o una nit càlida d’amics. Carta extremadament curta, no deu arribar a 4 plats i 2 postres. D’altra banda, el menjar boníssim. El tracte podria millorar molt.

Restaurante con mucho encanto. Servicio amable, aunque carta extremadamente limitada. No dejas de comer lo que ellos quieren, lo que no está reñido con la experiencia.

Carta un poco corta pero de excelente calidad. Todos los platos estaba buenísimos. Trato muy amable. Lugar muy acogedor, distinto, sorprendente. De visita obligada cada año en las vacaciones del Empordà

El tomate es imprescindible, pocos platos pero todos espectaculares, muy recomendable por la noche, lugar tranquilo y rodeado de naturaleza

Tranquilo local con carta reducida y de calidad, para ir sin prisas y disfrutar de una buena cena. En verano llevar antimosquitos porque está al lado de unos arrozales y te comen vivo!

Excelente restaurante con la mejor materia prima y lugar ideal para sorprender.
Poca variedad pero exquisitamente escogida.

Pocs plats per triar, però tots espectaculars. Surt per uns 35€. Decoració molt particular, a base de bambú

Retaurante para asegurar. Tocan poco producto pero el que tocan lo dominan. De primero el tomate con burrata es espectacular. De segundo a escoger entre hamburguesa y atún. De postre de vicio el iogurt con anis. En definitiva muy recomendable.

Una carta de sis plats tres postres i cuatre vins. Molt car el lloc curios en mig d'un camp d'arros amb abundans musquits i dragunets. No admeten targetes de credit

Comedor Verdor es un oasis en medio del Empordá.

Un lugar de ensueño situado a las orillas de un afluente del rio Ter, justo antes de llegar al Molí de Arros de Pals, una masía medieval del siglo XIII.

Un pequeño sendero de cañas de bambú conduce a una acogedora terraza de pocas mesas perfectamente iluminadas.

La carta siempre ha sido y será la misma. Tres primeros, tres segundos tres postres. Y es esa sencillez lo que lo hace único.

Cocina de autor, de mercado, del huerto de al lado.

Máxima honestidad, respeto a los ingredientes de temporada y al oficio.

Carne, Pescado, Pasta, Ensaladas, Verduras, Hierbas y muchos detalles de sabor y de sabiduría culinaria.

En las noches de verano el mundo gira alrededor de Comedor Verdor.

Lugar agradable. Oferta de comida muy escasa, aunque lo que hay es bueno. Precio caro y servicio antipático. Solo se puede tomar café, ni cortado. Le falta mucho, es una pena. No lo recomendaría me parece una tomadura de pelo.

Lugar bonito. La comida es buena aunque la carta muy limitada, respecto al servicio bastante antipático. PD: no aceptan visa