Delegació Especial d'Economia i Hisenda de Barcelona

No se pk pierdo el tiempo esperando que salga mi número en pantalla, los funcionarios que te atienden no saben darte más explicaciones que lo que sale en pantalla, ni un esfuerzo en intentar buscar una respuesta a mis dudas. Y los que deberían saber responderte (los del piso de arriba) más de lo mismo. Realmente somos números para ellos.

Tarda un poquito en atenderte y el sistema electrónico se salta algunos números durante la espera pero es subsanado.

Otro ejemplo de la inutilidad de la administración pública que vive en otro mundo y consigue hacer difícil, o imposible aquello que es fácil.
Al menos si los funcionarios que trabajan allí, y creo que son al igual que nosotros prisioneros de la absurdidad, les pusieran manguitos y les quitaran los ordenadores nos ahorraríamos un dinero en impuestos.
Bienvenidos al siglo XIX y a la absurda burocracia.

Me encanta que la administración funcione tan eficientemente como esta oficina.