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Es un lugar acogedor, dónde la gente puede pasar un rato agradable, un local de antaño con un encanto único y un personal familiar, amable y respetuoso.
Típico pequeño bodegón catalán con muchísimo encanto, la atención muy buena y también los precios. Nos fuimos de ahí muy contentos, si vuelvo a Lloret de Mar vuelvo seguro:)
Sede de la Peña Zaragocista Carlos Cuartero, parada obligatoria para los zaragocistas que estén por Lloret de Mar. Los dueños, Carla y Javi, buena gente y los clientes.también. Salud a todos