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Fatal, mi madre era clienta desde hacía por lo menos 15 años y recientemente se le han estropeado los audífonos los llevamos a reparar y nos dijeron que nos llamarían cuando estuvieran. Pasaron las semanas y nada, ayer ya empezando la cuarta semana de espera, nos acercamos a preguntar que qué pasaba y la recepcionista se limito a decirle a mi madre que esos audífonos están descatalogados por tanto no se podía reparar, se los entrego en mano (por lo que los tenia allí todavía) y rápidamente pasó al siguiente cliente sin ni siquiera ofrecernos una solución y dejándonos con la palabra en la boca. Nunca más volveremos después de este trato.