GAS QUIET CLUB

Sitio diferente en la playa, muy bien ambientado la cena estilo hamburguesas y algún bocata, poca variedad, eso sí la hamburguesa y ensalada estaban buenisimassss
Ideal para ver el atardecer y tomar un cóctel.
Llamar antes de ir para reservar.

Gran lugar para cenar, disfrutar del ambiente y la música. El personal es joven, la comida es fresca y preparada con amor.playa privada, bonito lugar. Lo único negativo es que no hay aparcamiento para coches y el restaurante no se hace responsable de solucionar este problema.

Muy divertido para pasar la noche con amigos o familia. Hay puestos de comida por todas partes y se puede picar un poco de todo. Ambiente espectacular. Luces LED, música, y cocktails en la playa,

Fuimos a tomar una copa y así es como creo que hay que entender este sitio. Hay buena decoración, ambiente cuidado, música incluso a veces he visto alguna paradita/mercadillo expuesto. Da directamente a la playa pero no está encima de ella, no es un chiringuito al uso, es algo más cuidado y elaborado. También se puede comer, aunque no lo he hecho aún. Los precios no son baratos, pero es entendible dentro del contexto del lugar y el local.

Cool place in Llavaneres for a drink listening to music at the beach and perfect playground for the children

Espacio informal para relajarte comiendo, cenando y/o tomando una copa. Tres espacios gastronómicos para elegir (brasa, japonés y Argentina) Delante de la playa y con distracciones para los niños (parque, pantalla de cine,). Relación calidad precio muy aceptable.

El ambiente del lugar es agradable con buena música y una decoración acertada. No obstante, el servicio resultó ser pésimo. Te hacen pagar antes de comer como si de un McDonalds se tratara. El trato personal de los camareros fue soberbio, déspota y desagradable. Por poner un ejemplo, nuestra mesa la componían seis comensales nos dijeron que nos sentáramos en una mesa de cinco y nadie nos indicó que no disponían de entraña ni pluma hasta que llevamos la comanda a la barra para pedir. No te sirven en la mesa y continuamente debes levantarte para auto-servirte. No volveremos y por supuesto no lo recomendaría a nadie que quiera estar bien atendido. Quisiera añadir que venden patatas rubias (4€) que resultaron ser de bolsa.

Bien.
Pero con música más variada estaría mejor.
En Catalunya hay diversidad de culturas, habría que poner una variedad de temas, tratando de conformar en la medida de lo posible, a l@s demás. No se puede ser tan clasista por así decirlo.