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Entre que la persona que atiende está más pendiente de irse a su casa que de darte un buen servicio y que le pides una cosa y te dan lo que les da la gana, porque no te escuchan y van a su bola. El otro día por la mañana si no llega a ser porque soy buena, la chica me estaba cobrando solo un producto cuando había cogido más de uno, porque están hablando y no están pendientes de lo que tienen que estar. Las barras de pan horribles, como si fueran chicle por no decir que a las dos horas ya no puedes comerte la barra. Hoy para colmo voy con prisas a comprar unos crusanes y cuando llego a mi casa con la bolsa, vaya que sorpresa, son cañas y no crusanes. Menos mal que al menos ha acertado y si que eran de chocolate! Como dice otra gente en otras reseñas, la panadería de al lado es muchísimo mejor, pan de calidad, trabajadoras más amables y sobretodo que te sirven lo que te tienen que servir. No vuelvo a ir nunca más.
Un lugar perfecto donde vamos (no sólo) a desayunar, excelente bollería recién hecha, baguettes rebozadas y muy buen café a muy buen precio. El personal es muy agradable y amigable y definitivamente estaremos felices de volver aquí. ¡¡Gracias!
Buena atención por parte de las dependientas, variedad en surtido de bollería y bocadillos, buenos precios en todos los productos, mi punto negativo es la falta de un par de mesas para poder disfrutar de un desayuno o merienda en el exterior.