inbisa ripollet

Lamentable servicio de postventa. Mi consejo es que si podéis, huyáis de esta constructora. Te obliga a firmar con prisas, pero luego te entrega los pisas llenos de desperfectos. Al principio te hacen firmar una hoja con los desperfectos que hay, los cuales vienen a comprobar y te aseguran que los van a reparar, pero finalmente pasan los días y nunca vienen a reparar nada, cambiando el criterio previo y diciendo que si los desperfectos son estéticos no te los arreglan, así que si te han puesto una puerta rosa, como es solo estético, te toca aguantarte. La verdad es que es una empresa decadente y cada vez más.

Vendieron la primera fase con unas características y las han entregado con menor cantidad de ellas. No se han hecho cargo aún de los desperfectos que hay en las viviendas. No se hacen cargo de las quejas de los propietarios.

Vigilar si vais a comprar un piso a inbisa todo es mentira.
Pisos mal acabados y ahora esperar si los quieren arreglar y cuando.

He comprado un piso, y solo digo una cosa: cuidado con esta gente que una vez vendido pasan totalmente de todo, solo cobrar. Miedo me da lo que pueda pasar de aquí a la entrega del piso. Espero de aquí a que tenga el piso modificar mi puntuación pero viendo obras anteriores (sant cugat) y el trato que estamos recibiendo los compradores una vez firmado el piso no tengo muchas esperanzas.
-Atención deficiente.
-Solicitudes de lo más lógicas despachadas con excusas vanas y soberbia.
-Anteriores promociones que dan miedo los problemas a su entrega (sant cugat)
-Extras opcionales con precios aleatorios para cada piso y en algunos casos de locura
-Extras que se ofrecen a unos vecinos y a otros no
-Se agarran a la maqueta como referencia cuando no quieren hacer una modificacion pero luego se la pasan por el forro cuando hay algún cambio que se ve en ella.
-Y esto a falta de meses para la finalizacion de la obra.

Como digo, solo espero que al final se pongan las pilas y cambie a 5 estrellas pero mal camino llevan.

Increíble como una persona puede tener tanta prepotencia al estar de cara al público. Malisima valoración por el trato con el que nos atendió.

No pienso ni perder el tiempo en criticar a la persona que está atendiendo. No vale la pena