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Tengo que admitir que hablar sobre el IES Montmeló es como describir una experiencia carcelaria sin haber cometido ningún delito. Este "instituto" debería venir con una señal de advertencia que diga: "Abandonad toda esperanza, quienes entréis aquí". Si la idea de pasar tus días en un lugar que se autodenomina "educativo" pero se siente más como una prisión te atrae, entonces este es el lugar para ti.
En primer lugar, el diseño del edificio parece haber sido concebido por alguien con una profunda aversión a la luz natural y al aire fresco. Las ventanas son tan pequeñas que podrían pasar por mirillas de una celda penitenciaria. No me sorprendería si alguien me hubiera cacheado en la entrada en busca de contrabando de bolígrafos o chicles.
La administración del IES Montmeló merece un premio por su habilidad para convertir la educación en una experiencia más parecida a una cadena perpetua. Las reglas draconianas y las sanciones desproporcionadas hacen que el simple acto de respirar parezca una infracción grave. Si eres lo suficientemente valiente para cuestionar alguna de sus políticas arcaicas, prepárate para enfrentarte a la versión educativa de la "celda de castigo".
El profesorado parece haber olvidado por completo la palabra "motivación". ¿Enseñanza dinámica e interactiva? Eso es algo que solo se menciona en los cuentos de hadas. Aquí, la palabra del día es "aburrimiento". Las clases son tan emocionantes como ver crecer el moho en una pared húmeda.
Hablemos de las instalaciones deportivas, o mejor dicho, del espacio de recreo con aros oxidados y líneas desgastadas que supuestamente es un campo de baloncesto. Si alguna vez quisiste experimentar el encanto de un patio de la prisión, no busques más.
En resumen, si estás pensando en matricularte en el IES Montmeló, recomendaría reconsiderarlo. A menos que tengas una afinidad particular por las experiencias tipo penitenciaria, este lugar hará que añores los días en que la escuela secundaria era sinónimo de aprendizaje y diversión. Este instituto es una cárcel académica, un lugar donde los sueños estudiantiles van a morir de aburrimiento. ¡Buena suerte, prisionero del conocimiento!
Le poso una estela per a que em deixi comentar. No el recomano, però és l'únic que hi ha a Montmeló. La comunicació institut-familia és nul.la i el pitjor de tot les normes l'apliquen segons quí ets