Laboratori Amiel

Esta mañana estuve en vuestro laboratorio para sacarme una analítica de sangre, mi nombre es Carolina Trujillo, previamente ya había llamado para asegurarme que mi seguro estaba cubierto para analíticas, y la respuesta fue si. Estuve más de media hora esperando para poder sacar la analítica, para lo cual no hay ningún problema. Nadie me cogió el volante hasta el momento de mi turno, me aceptaron el volante y comenté que era de la red DKV, respuesta de la enfermera: Perfecte. La enfermera se fue a sacar una fotocopia del volante y cuando volvió a hacer la extracción me dice: Ahhhh pero es DKV, estas pruebas no las cubre tu seguro. Yo respondí: Vaya, entonces se debería comentar al seguro para que no aparezca el centro como laboratorio dentro del cuadro médico. Contestación de enfermera: esto ya lo saben ellos, es tu seguro el que no quiere pagar (palabras literales)
Sin más, me quedé bastante descontenta, no solo por haber perdido parte de la mañana, ya que fui a la cita en autobus al vivir en otro pueblo. Pero eso fue lo de menos, lo que más me sorprendió fue el tipo de contestación.
Entiendo que a lo mejor el seguro no cubra ciertas pruebas, pero al menos indicar con palabras correctas y con una comunicación efectiva, un ejemplo de contestación ante la situación:
Ostras lo lamento mucho, pero para esta y esta prueba tu seguro pide una autorización, o no realizamos estas pruebas porque para ello necesitamos pedir una autorización.
La contestación: tu seguro no quiere pagar me parece muy poco profesional y averguenza también al paciente, que al final de cuentas es un cliente.
En el pasado había ido al centro a que me hagan una analítica y nunca tuve problemas, después de esta experiencia tan desagradable no volveré más. No recomendaré el centro ni a mi familia, ni amigos.