Logopedia Sant Cugat

Nuestro hijo trabaja con María su Disgrafía. Acudimos a ella con poco conocimiento de esta dificultad de aprendizaje y encontramos en ella una profesional con ganas de ayudar, tanto a nuestro hijo como a nosotros.
Destacamos su profesionalidad y dedicación, tanto en las sesiones con ella,
como en los materiales que prepara para casa. También su disponibilidad.

Nuestra hija ha estado un año con María y tanto nosotros como como ella estamos muy contentos. Nuestra hija iba encantada a las clases y el resultado perfecto.

Estoy muy contenta con esta logopedia, especialmente con María, la logopeda de mi hija. Es muy profesional, se nota que pone pasión y esfuerzo en lo que hace y eso se nota en el resultado. Nuestra hija ha mejorado muchísimo desde que la llevamos. Muchas gracias por todo!

María es un encanto con los peques y muy profesional. A nuestra hija le corrigió su problema en tan solo 3 meses!
Sin duda recomendamos sus servicios.

Estoy muy contenta con la evolución que está teniendo mi hijo, la logopeda María es muy profesional y conecta muy bien con los niños garantizando muy buenos resultados.

Encantada con el centro la atención es muy buena, y mi logopeda María es una gran profesional, una persona encantadora,?

Estoy encantada de haber contactado con Logopedia Sant Cugat. Profesionalidad y muy atentas con los niños. Un placer de verdad. Lo recomiendo

Hace varios años q mi hijo Jordi, Síndrome de Down, recibe clases de logopedia y lectoescritura de esta profesional, y estamos muy contentos con los avances logrados.

Muy profesionales, trato cercano y amable. Sin lugar a duda voy a recomendarles siempre que pueda.

Estamos encantados con la profesionalidad de María. Nuestra hija empezó con ella poco antes de cumplir 4 años por dificultades al pronunciar ciertos sonidos. En pocos meses, gracias al trabajo de María y la constancia de Olivia consiguieron solventarlo. Olivia iba súper contenta a sus sesiones, tanto por la forma de presentar el trabajo a realizar como por la amabilidad y simpatía de su logopeda. Siempre nos acordaremos del pan de ángel que para nuestra hija era un premio