Masia CAL BOLA

Creo que es una de las mejores casas rurales/ masías que he ido en mi vida. Su localización está apartada de todo, en una explanada con vistas preciosas. La piscina en perfecto estado de mantenimiento. Los electrodomésticos, utensilios de cocina y demás también estaban bien. La propietaria, Pepita, una mujer encantadora, se preocupa mucho de que sus huéspedes disfruten al máximo de la experiencia y creo que mi grupo de amigos y yo no podríamos estar más contentos de los 4 días que pasamos en Cal Bola. Recomiendo enormemente esta masía. No hay queja posible, muchísimas gracias Pepita.

Instal•lacions molt bones i a una zona apartada on es veu un paissatge molt bonic. La pepita és una dona encanradora que es preocupa pel benestar dels qui lloguen la casa. Ideal per a turisme familiar, tot i que nosaltres erem 24 universitaris.

Una masia encantadora, en una ubicació molt agradable. La zona és molt tranquil·la. La Pepita és molt agradable i es preocupa per tot. Vam anar un grup d’amics per celebrar la fi del curs i ens ho vam passar molt bé. Molt recomanable

Hay aspectos básicos a mejorar:

- La piscina es a compartir entre dos casas. Teniendo en cuenta que una casa es de 6 plazas y la otra de 23 plazas. Compartir la piscina puede ser una odisea, sobretodo ahora con el Covid. Tampoco lo dice en su web que la piscina sea a compartir, solamente pone "piscina exterior con jardín", un gran fallo porque crees que es privada y luego no es así y no disfrutas las vacaciones igual.

- Siguiendo con la piscina no tiene ducha y las hamacas no estaban desinfectadas, algo también importante a tener en cuenta en los tiempos que corren de coronavirus. Además general todas las hamacas están en mal estado.

- Las sartenes están para cambiarlas todas porque hasta para hacer un huevo frito no valen ya que se pega todo.

- Las mosquiteras también necesitan ser cambiadas, muchas están rotas y es imposible tener las ventanas abiertas con la cantidad de mosquitos que hay.

- La nevera no enfría correctamente y tomarse una cerveza calentita en pleno agosto no apetece mucho.

- Los dueños viven en la casa de al lado y tienen un perro grande que a las 7 de la mañana se pone a ladrar una media de 30 a 60 minutos cada día. Así, cuesta un poco descansar, la verdad.

- La dueña deja poca intimidad, cada dos por tres se pasea por la casa con una u otra excusa. Es maja pero se llega a hacer pesada.

Por lo demás, correcto.

La dueña de la casa, la Pepita es una mujer muy agradable hemos estado dos noches muy bien i con todas las comodidades posibles, un precio muy bueno y un pueblo muy tranquilo y agradable, muy buena experiencia i repetiremos en cuanto podamos

Hemos estado muy agusto en la casa, cómo mucho debería renovar algunos electrodomésticos de la casa, pero muy bien

Hemos estado en el puente de la constitución un gran grupo de amigos con niños y 2 bebés, no se nos permitió la entrada a las casas hasta las 16: 00 ya q decían q tenían que calentar la casa, no fue un problema aunque nos habría gustado disfrutarla desde primera hora, nuestra sorpresa fue cuando entramos a él y los termostatos marcaban 16ºC, costó mucho calentarla y las noches fueron frías, ya nos avisaron una vez llegados allí q hasta la segunda noche no cogería la temperatura ideal. Sin duda se habría llevado alguna estrella mas si a la hora de llegar hubiera estado la casa a su temperatura, si tanto cuesta calentarla, deberían de haber conectado la calefacción mucho antes. Por todo lo demás correcto.

Perfecta para pasar unos días, naturaleza, relax. Tiene piscina, pin pon, futbolín, campo de fútbol. Aceptan mascotas

Somos un grupo de amigos vascos que fuimos a conocer Lérida por Semana Santa. Estuvimos en Cal Boleta, que casi la estrenamos. Los eléctrodomesticos, las camas, etc, todo nuevo. Estuvimos muy bien, Los dueños, fueron muy amables, nos explicaros cosas del Canal d'Urgel, que no vienen en las guias, y de las "Cazuelas de campo" típicas de la comarca.

Un abrazo Pepita!
Sandra