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A huir! Personal poco acogedor: Habíamos venido el día anterior a las 22: 30 solo para tomar una copa, la camarera nos anunció en un tono muy seco "¡está cerrado"! Mientras que el restaurante cierra a la 1: 00 a.m. Hoy llegamos a las 9 p.m, ¡esta misma camarera nos recibió de manera indiferente! Quería señalar la falta de higiene: la camarera (con vasos) vació un cubo de basura cerca de la barra y no se lavó las manos para despejar y atender a los clientes que estaban cenando. Es una verdadera lástima porque el entorno es magnífico para pasar una agradable velada durante las vacaciones. Lamentablemente el servicio perjudica al establecimiento.
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¡Para huir! Personalmente inapropiado: Antes de las 10: 30 el bebé estaba solo con una copa, la cámara lo anunciará en muy poco tiempo, ¡es cierto! El restaurante abrirá a la 01: 00 horas del día. Cuando llamemos a las 21: 00 horas, esta será nuestra bienvenida sin canalizar. Por favor pedir que el kit de higiene de la cámara (con gafas) ponga un basurero alrededor de la barra y no se lave las manos para reservar y atender a los clientes que están incluidos. Realmente es un último momento porque el ambiente es hermoso y no pasas una buena noche durante tus vacaciones. Lamentablemente el servicio nocturno en la propiedad.
He vuelto varías veces antes de escribir esta nueva reseña y me alegro haber tenido muchísimo mejor experiencia con una atención muy especial. La experiencia anterior habrá sido un desliz…. Lo recomiendo
Una pena que un sitio tan bueno tenga una atención nefasta. Para tomar algo tuvieron que mirar en el ordenador, para decirnos que en una hora. Nos fuimos a otro sitio y al volver a los 30-40 minutos seguían mesas libres. Incompresible, cuando en otros sitios si hay reserva de cenas te avisan de dejar la mesa a una cierta hora y ya está, tu eliges. Y que preguntara en castellano y el camarero me conteste en catalán ya lo dejamos para otro día.
Muy recomendables los mejillones con salsa tailandesa y las paellas de magret de pato y pulpo. Los camareros de 10, rápidos y muy antentos. 100% recomendable
Hemos pedido ensalada, pasta y hamburguesa y todo delicioso. A destacar los mejillones a la Thailandesa, algo novedoso y muy rico. El personal encantador y muy atento. Un chiringuito con mucho encanto!
Pedimos una limonada con granadina, nos sirvieron una fanta de limón con granadina… Para la elección del menú, solo estaba disponible una tortita bañada en yogur de frambuesa y sirope de arce, 6,50€ del vuelo! A evitar! Por no hablar de la camarera que tira el menú sobre la mesa sin saludar…
Muy buena ubicación en la playa con vista al mar. La comida está bien, la comida típica de un chiringuito. El servicio nos dejó con ganas. Todavía es difícil para algunas personas conseguir una sonrisa en su rostro.
Es una delicia de lugar. Junto a la arena, para tomar algo, comer o cenar, es un lugar fantástico. Un montón de platos sanos, buenos y con mucha imaginación. Especial mención para los mejillones en salsa de coco y curry. La atención, la amabilidad y la cordialidad del personal hace que te sientas genial. Y no nos pusieron problemas para estar con nuestro perro. No te lo puedes perder.
Tardaron mucho en traernos los cócteles e incluso el agua que pedimos para la espera. Te entraban ganas de dormirte con la música. Los mojitos no estuvieron mal del todo.
¡Qué antipatía por parte de la camarera! Somos 15 tomando algo y nos pusieron en la arena con un vaso de plástico medio lleno. Un consejo para disfrutar de tus vacaciones: sigue tu propio camino
Nos tuvimos que ir sin tomar nada porque no fueron capaces de atendernos con la terraza con tan solo tres mesas ocupadas, con tres camareros dentro de la barra de cháchara y un único camarero jovencito atendiendo a las mesas a su ritmo. En fin un lugar bonito pero con un servicio que invita a no volver.