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He ido esta mañana a por un paquete, por lo visto no era ahí pero la dirección es la que me habían dado los de mensajería. Primero que todo entro y doy los buenos días a lo que la señora me responde de igual manera, hasta ahí todo correcto. Me acerco al mostrador y le comento que tengo que recoger un paquete pero que no sabía si era ahí. La señora estaba pasando la mopa y sin mirarme a la cara y siguiendo con su tarea me dice que si no le llevo ni un QR no me puedo ayudar a lo que seguidamente le enseño el QR. Siguiendo con su tarea y respondiendo muy borde me dice que eso era GLS, que ella lleva SEUR y que ya lo pone en la puerta. La entiendo porque más de uno se habrá confundido pero la atención no ha sido buena y se tiene que atender correctamente a los clientes sea el motivo que sea. Me dedico a la administración y tesorería, si hubiera necesitado cualquier material hubiera ido allí pero ya no será el caso. Cuando le he comentado eso mismo a la señora y encima le he dicho que le pondría una mala reseña enseguida se disculpó pero le tuve que llamar la atención. Una sugerencia, un poco más de luz no estaría mal, parece una cueva cuando entras y los modales nunca es tarde cambiarlos.
Una tienda acogedora donde puedes comprar desde un lápiz hasta un juguete o un libro infantil, con un trato muy familiar un encanto de tienda ojalá hubieran más tiendas así.
Olé a Montse y su familia q han logrado mantener las puertas abiertas de su pequeño comercio en tiempos de grandes superficies. Y eso es así gracias a su servicio personalizado, variedad de productos y servicios de primera calidad y precios ajustados.