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Camino de acceso amplio, de subida todo el trayecto. Y cuando se acaba el camino, tienes que estár atento al sendero que sube al castillo. De unos 80 metros por un sendero rompe- piernas.
Decepcionante. Sólo quedan cuatro piedras mal puestas y dos casuchos que no sabes si son de poblado o posteriores a él, pues no hay ningún letrero que te diga dónde estás y qué es.
Vistas excepcionales. Lugar ideal para hacer un alto en el camino y tomar un refrigerio (que llevaremos nosotros) contemplando el 360 grados los alrededores. Se vé el Mar. Buen acceso para senderistas y ciclistas.
Muy abandonado, lleno de maleza, en otro tiempo podías distinguir lis contornos de las viviendas en sus bases de cimiento. Podría se un aliciente para los caminantes por estas zonas disponer de la historia mejor cuidada.
Pasamos por él tras hacer una ruta senderista desde Montornés, la expectativa no era alta pero la verdad es que no entusiasma.
La posición y distribución de las piedras deja intuir lo que fue el poblado, pero no es muy evidente ni llamativo. Además, tampoco se ve mucha labor didáctica para ilustrar al visitante, eché en falta algún cartel explicativo o indicativo.