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Comida deliciosa, un menú sencillo pero sabroso, salimos súper contentos, el camarero muy atento y además haa e sol postres que son estaban riquísimos también. Perfecto.
He visitado este lugar dos veces y ambas el trato fue nefasto. La primera vez les dije que no me enteraba debido a que hablaban en catalán y no consintieron hablarme castellano. La segunda me engañaron en el precio poniéndome excusas, sacándome diez euros de diferencia y a pesar de que me quejé porque no me enteraba, seguían sin hablarme en castellano. No lo volveré a visitar.
Hi vàrem anar per fer esmorzar de forquilla i vàrem sortir-ne encantats. Vàrem pagar 10€ per cap. Vull tornar-ho per provar els callos o els cervellets
Se trata de un Restaurante, que los propietarios lo dirigen muy bien, han reformado con gusto sus instalaciones, se come bien en calidad precio y servicio y el cliente se siente atendido.
Buena calidad de la comida. Agradable el patio aprovechando la sombra. Buen servicio. Como punto personalmente desagradable, alto volumen de la música, para mi gusto pachanguera.
Lloreç del Penedès, és el poble més tranquil i bonic del Penedès. Carrers amples, la gent molt amable, tothom es saluda, les cases, senzilles, però encantadores. És respira pau. És de destacar la campana quan dóna les hores. Bon jovent. Poble rural.
La ultima reforma del sitio será del 1970, incluido los manteles. La comida es bastante regular, tanto como calidad que por cantidad. El personal es amable, pero poco atento. Lo único a destacar, pero negativamente, es el precio que prohibitivo. Desde luego no volveré
Can Kildo es el restaurante típico de toda la vida, de hecho llevan más de 100 años dedicándose a la restauración en el pueblo y su comida es un reflejo de ello, son menús variados y de presentación clásica, pero no por ello no dejan de ser platos elaborados con mucho cariño y de una calidad altísimo. En sus menús encorarás los platos tradicionales de siempre, podrás comer paella, caracoles, parrilladas de carne y comer calçots con una salsa romesco de lo mas rica con una relación precio bastante buena. Clásicos y para chuparse los dedos son sus platos de ternasco al horno, su arroz negro, sus ensaladas de "xató" y sus cremas catalanas de postre.no te defraudará.
Por ponerle algo negativo comentar que en en medio de la sala tienen una pequeña zona para los más pequeños, que según como sea el niño de nervioso puede llegar a molestar un poco.
Recomiendo pedir hora, sobretodo los fines de semana ya que sino os tocará esperar un buen rato
Salón amplio, trato magnífico y relación calidad precio excelente. Pedí arroz negro y entrecot al roquefort y estaba exquisito, igual que el xató, los calamares, el rape y la merluza a la marinera de mis acompañantes. Las cantidades son muy abundantes. Desde luego, volveremos, 100% recomendable.
Era una "trobada familiar" de successors de la part de la nostra àvia, un total de més de 90 persones. Jo ja coneixia el restaurant.són lents a l'hora de servir, el dinar és car pel que hi ha.s'ho vam passar molt bé, però perque era emotiva i molt sigificativa la celebració, però no acompanyava el dinar
Lo encontramos de casualidad y nos lo guardamos como punto de referencia para disfrutar de una buena comida. La carne a la brasa excelente y la fideuá formidable, los postres caseros. Volveremos para probar más platos. La experiencia de hoy un 10!
Comida casera buena y de calidad el entrecot. Aunque no soy de paellas veo que la gente las pide mucho con bogavante. Son enormes las paellas y te lo sirven. Calidad precio excelente.
No apto para veganos. Tuve que ir por una reunión familiar Quería pedir solo alcachofas, pero me ofrecieron una ensalada verde. (Imaginación al poder) Resultó ser lechuga iceberg con cebolla, trozos pimiento rojo y una hojita de escarola.
Típico Restaurante de cocina catalana "casolana". La calidad es bastante buena, las raciones, normales. Recomiendo los arroces melosos, y paella, están riquísimos. Los días que hay arroz en el menú son los jueves ;).
Ideal para comer bien y casero. Servicio rápido y correcto. Hemos ido un par de veces y ambas hemos salido satisfechos. Siempre lleno, es mejor reservar.