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El lugar es perfecto para pasear y pasar el día en Familia. El único pero, es que el personal es un poco antipático, no sonrien y te hablan muy seco y golpeado. Lo que nos hizo desde la entrada ya comenzar la Experiencia un poco incómodos.
La carne y todo lo que sea a la brasa es de calidad, igual que los postres, pero tienen cosas inaceptables. Cobran 2,50€ de pan POR PERSONA. Si váis una familia numerosa os pueden cobrar más de 10€ en pan fácil, además el menú infantil es un plato combinado de 16€ de macarrones patatas fritas y butifarra, sin postre. Pides medio menú infantil xq tú hijo no se va a comer tanto, te quitan los macarrones del mismo plato y te cobran 14€ por media butifarra con patatas fritas. En un sitio que está al lado de una granja con gran afluència de niños, no entiendo cómo descuidan tanto el servicio a los críos (aunque tengan una estantería con cuentos). El servicio es rápido y los camareros y camareras amables. El dueño se estresa bastante cuando está lleno a reventar. Se mostró seco sin llegar a ser borde, cuando reclamamos lo del pan. Nos lo cobró igual. El lugar está bien, hay sitio para aparcar y además de las carnes hacen calçotadas. Recomendable si váis con niños a partir de 8 - 10 años. Si no, llevad vuestro tupper. Y NO PIDAIS PAN SI VAIS EN FAMILIA TIPO HERMANOS CON MUJERES+NIÑOS+ABUELOS+SUEGROS!