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El temps entre plat i plat es inacceptable mes de 30 minuts L’empadrat de Bacallà era de tot menys de bacallà, el turbot estava sec i els trossos eran escualids En resum un desastre No i tornarem mai mes
Me gustó mucho este restaurante, solo un problemilla con una carne que pedimos, no se podía comer de seca que estaba, que devolvimos, pero nadie nos dió ninguna explicación, lo demás, todo exquisito
Restaurant amb molt d'encant, tracte molt amable i educat. Tot el que hem demanat de sabors increïbles, producte amb sabor i bona presentació. Difícil escollir el nostre, tot tenia molt bona pinta. Qualitat i preu mes que aceptable. Tornarem.
Un restaurante en plena naturaleza. Muy bueno muy bonito y nada barato. Para bolsillos pudientes. Por lo demas muy buen servicio y relación calidad-precio muy buena
Cada año voy unas dos veces en epoca de calçots. Exquisitos; acompañados de parrillada de carne muy correcta. El 5 setiembre decidimos probar fuera de temporada ya que la parrilla nos gusta. Horrorosa. Parrillada de verduras de primero y parrillada de carne de segundo. Verduras crudas o quemadas, carne quemada y de cortes de segunda. No volveremos! Ni por calçots!
La comida muy buena y buena presentación. El precio bien. Hemos pagado 40 euros por persona. La única crítica es que han tardado mucho en servir los platos y se nos ha hecho bastante pesada la espera.
Muy buena comida y atención recibida. Un sitio donde nunca defrauda y es obligatorio pararse o incluso ir, y así disfrutarlo doblemente contemplando sus vistas.
Menjar molt bo i de qualitat, plats amb imaginació i generosos. La ubicació és molt bona amb vistes espectaculars i la decoració clàssica dóna molt caliu El servei és més normalet tirant a fred, fan la seva feina sense més El preu és adequat a la qualitat dels plats, situació i espai, seria rodó si el personal somrigués.
Buen restaurante con buen producto y trato profesional y amable. Lo que hay que señalar es que NO hay menú, aunque en esta página aparezca. SOLO hay carta. Si pensabas ir a menú, no vayas. A mí me produjo mala sensación. Precio entre 30 y 50 euros según lo que pidas. Fui un jueves, 29 de julio al mediodía.
Restaurante situado en un marco natural incomparable desde donde se divisa el mar Mediterráneo -Tarragona, Salou-. Acudimos pensando que sería un buen restaurante, y así fue. Buen servicio, amplia carta y calidad en las materias primas; y los postres son deliciosos. La presentación de los platos es impecable. Gran aparcamiento, amabilidad en el personal, carta con código BIDI. Áreas de mejora: Baños ligeramente anticuados y área infantil de juegos, aunque amplia y agradable necesita un mejor mantenimiento. En resumen, recomendable.
Decoración y atención excelentes, caracoles insuperables y resto de minuta (ensaladas y chuletón) muy buenos. Hemos estado ya varias veces y repetiremos
Un clásico que nunca falla. Calidad de entrono, de producto, de local y de personal. Década tras década sigue con el listón por todo lo alto. Si hay que definirlo en una sola palabra... Impecable.
Pasando cerca del restaurante quisimos comer otra vez en este sitio, fuimos clientes hace muchos años pero siempre todo está perfecto y buenísimo no tuvimos mesa estaba completo volveremos pronto
Encontramos el restaurante en el Coll de Lilla, en plena naturaleza de bosque, a una altura de más de 500 metros, que ocupa un espacio desde el que se puede contemplar el Campo de Tarragona y, en el horizonte, el mar Mediterráneo, disfrutando de unas vistas ciertamente excepcionales. Se inauguro en 1970 y la zona no disponía en aquellos años de luz eléctrica y por las noches se iluminaban todas las mesas con velas. Inicialmente el restaurante se denominó "Mirador del Camp de Tarragona" pero popularmente era conocido como "Les Espelmes", por lo que con el paso del tiempo se optó por ese nombre. Desde un primer momento su muy buena cocina tradicional justifica sobradamente la visita al establecimiento situado casi en la parte más alta del Coll de Lilla. Y sobre todo en temporada por sus “calçotades”. El restaurante dispone de diferentes comedores, de rústica decoración con toques elegantes. Ofrece una carta de platos muy sabrosos de cocina catalana tradicional, principalmente de excelentes carnes, elaborada con gran sapiencia culinaria. Dispone también de una importante bodega con unas 300 referencias de vinos y cavas. El vino de la casa es de las comarcas tarraconenses. El servicio es muy amable. En nuestra reciente visita degustamos, después dunas aceitunas, “secallona” y patatas chips, y un aperitivo con tostada de salmón con queso fresco y crema de aguacate; y una confitura de tomate, mousse de queso y "kikos", los “calçots” con su salsa, que a pesar de estar al final de la temporada estaban tiernos y buenos; y unas deliciosas habitas salteadas con jamón y virutas de foie. Como segundos, la espalda de cordero "churro" al horno, que se deshace en la boca y unos sabrosos pies de cerdo con alubias del “ganxet”. De postre un sorbete con frutos del bosque, cafés y "petit fours". Productos de calidad bien elaborado que explican que a pesar de la gran capacidad del restaurante familiar, los fines de semana no tenga ninguna mesa vacía.
Un lugar precioso, me encantó la decoración, las vistas.y sobretodo la comida. Todo delicioso, pedimos de entrante una ensalada con foie y jamón ibérico, que estaba espectacular, de segundo pierna de cabrito, muy jugosa y sabrosa. De postre tarta de queso con sirope de frambuesa, nata y arándanos, también delicioso. Fuimos por nuestro aniversario, y sin duda volveremos a ir, nos encantó, no solo la comida y el entorno, sino que también nos gustó el trato de los camareros, uno de ellos, el que nos tomó nota, un 10! Muy atento en todo momento, pero otro chico que también nos atendió lo vi un poco bruto para hacer las cosas jiji, pero nada del otro mundo, solo que al servir el vino goteo la copa y el mantel. Sin duda un lo recomiendo 100%
Realicé mi reserva por primera vez allí y quedé Fascinada con este restaurante, lo recomiendo totalmente. Los platos deliciosos, sutiles, novedosos, apetecibles, perfectamente condimentados, es decir, todo en su punto, es el primer restaurante al que puedo decir que sus platos son una perfecta ambrosía. Cumplen con las normas de seguridad covid; los camareros tienen una atención muy cordial, he de felicitar a uno llamado Max, porque te hace sentir más cómodo, porque te recomienda y orienta porque al ser la primera vez que probaba algunos platos tenía dudas y el señor Max fue muy atento, mi pareja y yo le estamos muy agradecidos. Las instalaciones impecables, unas vistas hermosas y parking con buena capacidad. Excelente la verdad
Delicioso, los mejores calçots que he comido, el servicio muy bueno y todo estaba buenísimo. El sitio aparte es muy bonito y muy acogedor. Súper recomendable
Com sempre, genial. Bona taula amb fantàstica vista. Els plats ens van agradar molt (el turbot a la brassa, insuperable) postres deliciosos.una mica car, pero la qualitat te un preu.