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Ultimamente los propietarios, padre e hijo, están muy estupidos. Siendo nosotros clientes, toda la familia, de 5 personas y de cada semana, des de hace 7 años aproximadamente. Cuidado con el trato, son discretos pero van a por ti a la minima que tengas una pequeña discusión. El kebab está buenísimo, y si se relajan los propietarios, es el mejor sitio.
Tarda 1 hora en atenderte y no saben hablar, se olvidan de las cosas y te vacilan, después enzima plantas un pino que te sale amarillo, tienes cosas en la carta que ni existen un desastre, le doy una porque no me deja poner ninguna (hay pelos en la comida)
Calidad normal como tantos otros kebabs. Punto de reunión de los cuatro yonquis y macarras del pueblo bebiendo cervezas en la puerta. Un atractivo comercial interesante para no ir más.
El menjar és com en qualsevol altre Kebab i les instalacions són molt senzilles. El punt fort és la cordialitat que té el personal amb la gent del poble.
Lentos y mala calidad el trabajador un poco submormal estás en la terraza y o le gritas y se entera o le haces señas o entras o no tiene el detalle de venir a preguntar qué quieres
El personal muy despistado y muy pero que muy lento (eramos dos personas esperando y tardaron 30 minutos para darnos nuestro durum). La carne esta muy pero que muy seca y sabe algo rara asi que yo no me fiaría mucho, me encontre un trozo de plástico de bolsa o algo dentro del mismo. No lo recomiendo prefiero ir hasta vallirana o molins de rei y tener uno de mejor calidad.