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Buen lugar para comer o cenar, con vistas al mar, y perfecto para compartir momentos intimos con la familia o pareja. Personal atento, el tiempo de espera esta bien, suele haber mucha gente i es comprensible que tarden un poco. E estado varias veces, y no tengo ninguna queja
Muy buena atención y servicio, eso fue lo principal. El menú muy rico también y abundante. Solo le critico porque todo estaba tibio (sopa, mejillones y el bacalao) pero el sabor buenísimo.
Estábamos de paso por Tarragona y acabamos en el club náutico para comer. Os dejo fotos del menú de entre semana por 20,50€. Había gente, pero ni mucho menos lleno, pero el servicio bastante lento. La comida muy buena, pero la lentitud del servicio hizo que se nos hiciera pesado acabar de comer allí.
Es un restaurante con una amplia terraza cubierta pero con mucha ventilación lateral. Las vistas al mar y a las piscinas son espléndidas. La comida bien servida y el servicio muy amable y eficiente.
Me cuesta mucho hacer una mala crítica porque en una época trabajé en hostelería pero lo del domingo fue un desastre Tras hacer una reserva a las 15,00 espera y espera pasaban otros hasta que les reclamé El personal desbordado y mal coordinado Qué pretenden ganar en un fin de semana las pérdidas de esta pandemia? Menos mesas y más personal sería lo apropiado para no dar vergüenza
Es un club muy completo en el que además de deportes náuticos se pueden hacer otras actividades, como por ejemplo paddle. También tiene un gimnasio para hacer musculación y cardio, así como clases de grupo de varios niveles y muy amenas.
El PEOR fideuà de que he probado. Primero de todo, nos dijeron que el tamaño de los fideos (el grosor) era medio, cuando nos lo traen, eran fideos FINOS. Luego, el sabor, DEMASIADO SALADO. Por último, los mejillones, nos pusieron 4 por plato, en el mío: 2 estaban cerrados y en el de mi acompañante, 1 de ellos de un color verde rarísimo (como pasado). Pongo una estrella porque no puedo poner menos.
Historia viva deportiva y tradición contrastada, convergen al unísono en el Real Club Náutico de Tarragona, escenario armonioso en el Port de Tarragona, apto para practicar remo, vela, natación o incluso, pádel. Dispone asimismo, de gimnasio y restaurante. El RCNT proyecta una de las singularidades de la marca Tarragona. El menú culinario hace las delicias de los estómagos más exigentes.
Concertamos una cita con Oscar para que nos enseñaran las instalaciones. La cita era a las 13: 45 pero ya avisé que podría retrasarme 5 minutos ya que salíamos de trabajar.
Pues bien, allí estábamos en recepción a las 13: 50 esperando que nos atendieran (porque la mujer de recepción estaba con otra chica). A los 10 minutos que estábamos esperando, baja un chico que se espera en recepción. Cuando por fin me atienden (a las 14: 03) le digo que había quedado con Oscar, y me dice la mujer, es este chico que está ahí (el que había venido después).
Bien, le digo, hola Oscar, teníamos cita. Y me dice que ya era tarde, que él tenía hambre y que se iba a comer, que viniera más tarde. Le explico que llevábamos más de 10 minutos esperando y me vuelve a decir que no era su problema, que él tenía hambre (rascándose la barriga) y que se iba a comer. Y nos dejó allí con cara de gilip.
Habíamos pedido salir del trabajo antes expresamente para poder estar a esa hora (no tenían más horas para citas). Estamos esperando y no nos atienden. Baja Oscar y, si ves a alguien esperando, ¿por qué no preguntas qué queríamos? Y luego nos dice con todo el morro que tiene hambre y que se va a comer. Una vergüenza. Teníamos claro el apuntarnos porque nos venía muy bien por ubicación, pero después de la atención (si se le puede llamar de alguna manera), ahí os quedáis.
No me extraña que tengan que ir desesperados haciendo ofertas para captar clientes. Lo que tienen que hacer es contratar a gente más competente y quizás les iría mejor.
Un buen lugar para practicar cualquiera de la gran variedad de deportes acuáticos que hay. Tienen gimnasio, una cancha de basquet y tres pistas de pádel, una piscina y restaurante. Hacerse socio cuesta sólo 44 euros al mes.