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Sala de conciertos anexa al Palau Sant Jordi. La entrada esta poco señalizada, pero para conciertos de tamaño medio está bien. Tiene patio para fumadores y varios baños.
He ido bastantes veces a ver por ejemplo, Heaven shallburn, Korn y el último a ver los grandes Gretta Van Fleet y realmente el.sonido es espectacular, la sala tiene muy buena acústica, los lavabos limpios, la única pega.el precio desorbitado de las bebidas en el interior.
Tienen un buen compromiso de accesibilidad, la zona PMR es la número 10. Pero una cosa que deberían mejorar seriamente es el acceso para evitar aglomeraciones. Estuvimos ayer en el BCN Eurovision Party 2023 y, aunque sí nos dejaron pasar antes que a los demás, al momento abrieron, causándome un agobio enorme.
La sala Sant Jordi es un importante lugar de conciertos en Barcelona situado justo al lado del palacio san Jordi Allí se pueden ver conciertos de todo tipo, Situado al pie de Montjuic la parada de metro más cercana es plaza España, línea 1 roja o línea 3 verde pero hay que ir con tiempo y hay que andar un poco después de salir por el metro
En la Eurovision Party de marzo de 2023, las terminales de pago no tarjeta en el guardarropa no estaban preparadas a la hora de entrada. La barra del bar dejó también mucho que desear (sin efectivo al devolver los vasos por los que devolvían un dinero). Muy mejorable en estos aspectos.
Nice and relax atmos, ideal for a Pixies or Massive Attack concert. Well organised entrance and the food & drinks area is top, no queuing, clean and wide variety of offering
Acústica fatal y pésimo servicio. Te cobran 7€ por una triste cerveza, 10€ la grande + 2€ del vaso, que no puedes devolver porque al final cierran todas las barras menos una, la que está más lejos con lo que las colas son de escándalo. Muy decepcionado, menos mal que con Pixies siempre es un acierto y por eso pongo 2*
La sala tiene buena acústica para un concierto de las características del que fui pero los precios de las bebidas son abusivos. Ganarían más si no fueran tan caros porque personas como yo se hubieran pedido algo.
Verdaderamente un rincón muy especial cerquita del mar, tienes que probar su vermut y alguna de sus raciones y por supuesto conversar con toda una historia de la hostelería de Barcelona.
El problema que hay en este lugar es con las personas con discapacidad, al entrar todo correcto, pero como tengas que salir, todo son problemas, ayer, por ejemplo, me decía en mi cara una persona de seguridad que no había ascensor, y subí en el, cuando le dije que avisase a su superior, su respuesta fué que no tenía su teléfono, le dije que lo avisase por el walky y me dice que no tiene, pero se comunica por el auricular, pretendía que bajase por las escaleras con bastón, cuando me escuchó un superior suyo, enseguida me abrió la puerta y me llevó al ascensor, es una pena que contraten a este tipo de personajes, no sé quién les da la formación, o si se las dan.
Dependiendo del concierto hay fácil o difícil acceso al bar. Yo aconsejo beber bastante antes porque nunca se sabe si podrás tomar una cerveza o no. En el concierto de tash sultana fue imposible pues demasiada cola y en el de alt j fue muy fácil.
Lo que el espacio es un poco básico y puede hacer realmente frío. Es básicamente un pabellón con techo semiabierto por el que no puede entrar la lluvia pero si el aire de la calle. Por lo que en épocas de frío, es conveniente no quitarse la chaqueta.
El sitio, en general, está muy mal comunicado con la ciudad. Se puede ir hasta cierta hora en transporte público que te deja a 10 minutos del recinto andando, pero después del cierre del evento generalmente solo queda la opción de coger un Taxi o un servicio parecido para volver a la ciudad.
Jo vinc del món musical i en el club Sant Jordi el so és molt millor que en el Palau Sant Jordi, donat que absorbeix el so per el públic que té més a prop i no hi ha reverberació de so inclòs quan el grup o cantant actua la lletra s'escolta amb claretat, també puc dir com a Controlador D'accés que en el Club Sant Jordi és produeixen menys maretjos o els sanitaris han de intervindre molt menys que en el Palau Sant Jordi.
Recinto pequeño comparado con el Palau, pero que cuenta con todo para eventos como son los conciertos: se puede comprar comida, bebida, hay lavabos, servicio de guardarropa y stand de merchandising. Hay muy pocos asientos y están todos colocados en un lateral. Si vas a un concierto en pista es aconsejable que llegues con mucho tiempo de antelación para poder estar en las primeras filas, si no, es mucho mejor quedarse atrás de todo para tener buena visibilidad. Fácil encontrar sitio para aparcar por la zona.
Muy bueno, afortunadamente pudimos estar delante del escenario, pero del lado de los altavoces y al finalizar el concierto estábamos bastante aturdidos. La zona de tomar algo y baños está muy bien.